Los científicos reconocen que la incesante búsqueda de vida en Marte pueden llevarnos a direcciones equivocadas cuando adjuntamos pistas o ciertas sustancias semejantes a productos biológicos. Por ello, las misiones de exploradores actuales —como el Perseverance— y futuras requieren una tecnología altamente calificada para evitar estos riesgos.
Dicho esto, Sean McMahon de la Universidad de Edimburgo (Escocia) y Julie Cosmidis del Departamento de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Oxford (Reino Unido) advirtieron que los expertos deben estar muy atentos a los hallazgos en Marte, exactamente, con los fósiles de organismos microscópicos.
Ambos proponen, según un artículo publicado en Journal of the Geological Society, mejorar las estrategias de exploración, con la finalidad de evaluar las firmas biológicas candidatas en el cuarto planeta del sistema solar, mediante conocimientos nuevos de física y química de los procesos abióticos (sin vida) en el campo de la geología.
La mezcla de químicos pueden dar lugar a rastros biológicos falsos. Foto: McMahon y Cosmidis, J. Geol. Soc., 2021
Aunque el rover Perseverance, por ejemplo, está equipado de mecanismos que le permiten extraer muestras geológicas prometedoras —las llevarán a la Tierra en operaciones conjuntas de la NASA y la ESA—, lo que preocupa a los investigadores es “el riesgo de errores falsos positivos en la detección de vida”, algo “frecuente” en la historia de la astrobiología.
En el 2022, se sumará la misión ESA-RosCosmos ExoMars y su rover Rosalind Franklin, un vehículo de seis ruedas y 300 kg, para buscar patrones biológicos en la superficie del planeta rojo. El astromóvil contará con un taladro capaz de extraer muestras de rocas, a una profundidad de hasta dos metros. Además, se moverá por las periferias de Oxia Planum, una llanura de Marte. Los ‘falsos fósiles’ tampoco serían ajenos a sus potenciales descubrimientos, de acuerdo a los firmantes del estudio.
El nuevo rover Rosalind Franklin fue bautizado con ese nombre en honor a una química británica, quien participó en el descubrimiento de la estructura del ADN. Foto: ESA / Wikicommons
“Para cada tipo de fósil que existe, hay al menos un proceso no biológico que crea cosas muy similares, por lo que existe una necesidad real de mejorar nuestra comprensión de cómo se forman”, precisó McMahon.
La producción de ‘jardines químicos’ en el entorno marciano, estructuras complejas de aspecto biológico creadas a partir de productos químicos inorgánicos, se añaden a las dificultades resaltadas en palabras de los especialistas. Tipos diferentes de minerales también se combinan en ese planeta.
“Hemos sido engañados por procesos que imitan la vida en el pasado”, sostuvo Cosmidis. Luego, recordó que varias veces se han detectado microbios en las rocas antiguas de la Tierra e incluso en meteoritos de Marte. Sin embargo, se confirmó que los orígenes no eran biológicos.
“Este artículo es una advertencia en la que pedimos más investigación sobre los procesos de imitación de la vida en Marte, para evitar caer en las mismas trampas una y otra vez”, acotó Julie Cosmidis.