Rusia quiere convertirse en el primer país en el mundo que fabrique la vacuna contra el nuevo coronavirus. El país euro-asiático anunció que en los próximos días aprobarán una de sus vacunas experimentales y que en septiembre empezarán con la fabricación masiva. Sin embargo, hasta el momento, los rusos no han publicado ningún resultado de sus fases y la comunidad científica ha puesto en tela de juicio la posible cura del Kremlin.
La poca información que se conoce sobre esta posible vacuna desarrollada por el Instituto de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú junto a la Universidad de Sechenov ha venido de parte de los funcionarios rusos. Uno de ellos es Kirill Dmitirev, director del Fondo de Riqueza de dicho país, quien señaló en CNN que la dosis está próxima a su etapa final.
Otros funcionarios han explicado brevemente que la nueva vacuna se trata de una versión modificada de una que se creó para luchar contra otras enfermedades ocasionadas por coronavirus en años anteriores. Estos enunciados nada precisos han preocupado a la comunidad científica, ya que sin información, los investigadores no pueden saber a ciencia cierta qué tipo de dosis pretende utilizar el país que lidera Vladimir Putin.
La República conversó con el inmunólogo e investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Juan More Bayona, quien señaló que, hasta la fecha, no ha encontrado ninguna publicación sobre los resultados de las fases 1 y 2 de la vacuna rusa en las revistas científicas.
“Cada una de las fases implica la publicación de resultados. Todos estos resultados se tienen que publicar. Yo no he visto publicaciones en revistas científicas sobre los resultados de los estudios preclínicos ni de hallazgos en animales de la vacuna rusa. Difícilmente se puede discutir sobre la eficacia y la seguridad ni no se tiene muchos datos”, señaló More.
El investigador declaró que la falta de información evita que la comunidad científica pueda corroborar u opinar en pro de mejorar la dosis. Además, ayuda a evitar que se fabrique un producto que sea riesgoso para la población, pero sin información, la eficacia y seguridad deja muchas dudas.
“Toda droga que se va a probar en humanos tienen efectos adversos. Absolutamente todos. Y mucho más una vacuna que busca ocasionar efectos en el organismos. Algunos tienen efectos leves y otros moderados, pero se aceptan porque son tolerables. El problema es que si no se informa nada sobre el producto, entonces no se va a poder conocer qué tan riesgosa es”, sentenció.
En el mundo científico, no es dable que un estudio concluya su eficacia si previamente no ha sido analizado por sus pares, es decir, publicado sus resultados en una revista científica. Este procedimiento es crucial, ya que ayuda al investigador a ver aquellos puntos o factores que no ha tomado en cuenta y que uno de sus pares lo puede ver externamente.
“Dentro de la comunidad científica siempre tiene que estar en constante monitoreo por los pares. Y no solamente por monitoreo sino también para mejorar el estudio. Es importante. En la comunidad científica quien hace un tipo de estudio y no brinda información, sí crea suspicacia. En el caso de la vacuna rusa de lo único de lo que se puede hablar es lo que los medios dicen, pero no hay un documento oficial para analizar”
El infectólogo del Instituto Nacional de Salud, Manuel Espinoza, indicó a La República que Rusia no podrá ofertar al extranjero su vacuna si previamente no ha sido verificada por un ente internacional como los centros de calidad de la Unión Europea o la Organización Mundial de la Salud. “La publicación y la validación por entes internacionales deben avalar que se siguió las fases y ya se pueden distribuir”, señaló.
También precisó que muchas veces los investigadores no publican sus resultados porque no han sido exitosos. “Es una práctica que existe en la comunidad científica”, declaró.
Además, dejó en claro que el Perú solo va a comprar vacunas a empresas que hayan certificado el cumplimiento de las fases que demuestren la seguridad y eficacia de la dosis con el fin de asegurar la efectividad en la población.
“Perú va a adquirir vacunas que estén certificadas. Incluso si es por donación también tienen que cumplir con el control de calidad”, sentenció.