Los equipos de rescate se apresuraban este lunes para proporcionar ayuda urgente al territorio francés de Mayotte tras el paso del devastador ciclón Chido en este archipiélago del océano Índico, donde se teme la muerte de "centenares" de personas.
Las imágenes de Mayotte mostraban escenas de devastación con casas reducidas a escombros y, entre los principales objetivos de los rescatistas, será encontrar supervivientes y proporcionar agua y alimentos.
La ministra de Salud, Geneviève Darrieussecq, explicó a la cadena France 2 que el ciclón provocó importantes daños en el principal hospital, "especialmente en las unidades de cirugía, cuidados intensivos, maternidad y urgencias", y dejó centros de salud "inoperativos".
El presidente francés, Emmanuel Macron, convocó una reunión de crisis en París a las 17H00 GMT, mientras que el ministro del Interior, Bruno Retailleau, viajó a Mayotte para supervisar las labores de rescate que tomarán "días y días".
Chido es la última de una serie de tormentas en todo el mundo alimentadas por el cambio climático, según los expertos.
El meteorólogo François Gourand, del servicio meteorológico Météo France, explicó a la AFP que unas aguas del océano Índico especialmente cálidas aumentaron la fuerza de este ciclón "excepcional".
El ciclón causó importantes daños en el aeropuerto de Mayotte y el corte del suministro de electricidad y comunicaciones. El viento derribó árboles y líneas eléctricas.
También provocó una interrupción en el suministro de agua potable, un problema en Mayotte incluso en tiempos normales que ahora se convirtió en una prioridad.
"Pienso que habrá seguramente varios centenares, tal vez nos acercaremos al millar, o a algunos miles" de muertos, aseguró el domingo el prefecto François-Xavier Bieuville, a la cadena pública Mayotte la Première.
Con las carreteras cerradas, las autoridades temen que muchas personas sigan atrapadas bajo los escombros en zonas inaccesibles.
La abrumadora mayoría de la población de Mayotte es musulmana y la tradición religiosa dicta que los cadáveres deben ser enterrados rápidamente, por lo que algunos nunca serán contabilizados.
Mayotte es el departamento más pobre de Francia y se calcula que un tercio de la población vive en barrios de chabolas, cuyas endebles casas con tejados de chapa ofrecen escasa protección contra la tormenta.
"Todos los barrios de chabolas están arrasados, lo que indica que el número de víctimas es considerable", declaró a la AFP una fuente cercana a las autoridades, que pidió el anonimato.
La evaluación del número de víctimas se complica aún más debido a la inmigración irregular procedente especialmente de las vecinas islas Comores.
Mayotte tiene oficialmente 320.000 habitantes, pero se calcula que habría entre 100.000 y 200.000 personas más, según esta fuente, precisando que pocos de ellos acudieron a los refugios previstos por miedo a ser controlados.
Chido llevaba vientos asociados de al menos 220 kilómetros por hora, cuando azotó el sábado Mayotte, situada al este de Mozambique.
El alcalde de la capital Mamoudzou, Ambdilwahedou Soumaila, declaró a la AFP que la tormenta "no perdonó nada". "El hospital está destrozado, las escuelas también. Las casas están totalmente devastadas", declaró.
Uno de los residentes, Ibrahim, relató a la AFP "escenas apocalípticas" mientras se abría paso por la isla principal, teniendo que despejar él mismo las carreteras bloqueadas.
La cercana isla francesa de La Reunión servía de centro de operaciones de rescate.
Francia está desplegando a cientos de efectivos de seguridad para participar en las tareas.
Mientras las autoridades evalúan la magnitud de la catástrofe, un avión de primeros auxilios llegó a Mayotte el domingo, con tres toneladas de material médico, sangre para transfusiones y 17 médicos, según las autoridades.
bur-sjw/tjc/zm