El expresidente uruguayo José Mujica, referencia mundial de la izquierda, salió al ruedo para pedir el voto para su delfín Yamandú Orsi en el balotaje del domingo, en una nueva "jugada" como "estratega principal" de su campaña, según analistas.
A sus 89 años y recuperándose de un cáncer de esófago, el exguerrillero apeló a su aura de sabio de la tribu en aras de impulsar al candidato presidencial del izquierdista Frente Amplio, con quien la mayor fuerza opositora del país confía en regresar al poder que perdió en 2020 tras 15 años de gobierno.
"Mujica es una figura convocante, disruptiva, que siempre tiene salidas de tono, pero además ahora se suma en cierta forma una épica de que, a pesar de estar enfermo, está dando todo para el triunfo de Orsi", dijo a la AFP el sociólogo Eduardo Bottinelli, director de la consultora Factum.
El exmandatario (2010-2015) ya había llamado a votar por el Frente Amplio en los comicios del 27 de octubre, en los que Orsi fue el más votado con el 43,9% de los sufragios, aunque sin superar el 50% para ganar en primera vuelta.
"Tenemos que salir de este pozo", urgió Mujica en un comentado spot publicitario en el que, sin su dentadura postiza y muy decaído, dijo que se estaba "despidiendo de la vida".
También conmovió a muchos hasta las lágrimas al aparecer en el acto final del Movimiento de Participación Popular (MPP), el principal sector frenteamplista, que Mujica lidera y desde el que diseñó la candidatura de Orsi. "Les doy mi corazón", dijo entonces.
Ahora, en la cuenta regresiva hacia un balotaje reñido entre Orsi y el oficialista Alvaro Delgado, Mujica ha concedido entrevistas a diestra y siniestra y recorre Montevideo y el departamento de Canelones, donde se concentra la mayoría de los 3,4 millones de habitantes del país.
Para el politólogo Alejandro Guedes, Mujica cumple el rol de "estratega principal" de la campaña de Orsi, y su irrupción actual pese a su frágil estado de salud y problemas de movilidad responde a haber identificado "una vulnerabilidad en el candidato que ha elegido".
"Es producto de la necesidad", explicó a la AFP, al señalar que si bien las encuestas muestran cierta ventaja de Orsi sobre Delgado, también indican "un achicamiento de la brecha" entre ambos.
"Si hubiera una mayor ventaja (de Orsi) yo no vería la necesidad de que Mujica estuviera saliendo a ser protagonista cuando su situación de salud es bastante delicada", opinó Guedes.
Estos días, Mujica criticó el gobierno de centroderecha de presidente Luis Lacalle Pou, cuestionó la "competencia desleal" de los grandes supermercados frente a los almacenes de barrio, defendió la agricultura familiar, y bregó por un fuerte papel del Estado para garantizar la justicia social.
Habló además sobre el sentido de la vida y la inminencia de la muerte, y deploró el "consumo atroz".
"Porque cuanto más tenés, menos feliz sos", dijo al diario El País de España.
"Una cosa es trabajar para vivir y otra es vivir para trabajar", advirtió el sábado en Los Cerrillos, 45 km al norte de Montevideo.
Allí, confesó haber soñado, "como muchos otros, mucho más de lo que pude lograr", pero se alegró de "que quede gente luchando".
"El pasado se fue y es irremediable, lo que queda es el mañana", afirmó en una suerte de despedida.
Mujica abrazó la democracia tras alzarse en armas contra el Estado en la década de 1960 y pasar 14 años preso, la mayor parte durante la última dictadura (1971-1985).
En recorridas y en entrevistas, también hizo gala de su estilo de vida austero, que le valió en el pasado el mote de "presidente más pobre del mundo".
Mordaz, criticó a los políticos a quienes "les gusta mucho la plata", tildándolos de "miserables", y denostó a Lacalle Pou por haberse comprado "una moto de 50.000 dólares" y tener "dos camionetas".
"Yo sé que lo que estoy diciendo rechina y duele. Mala suerte. Con casi 90 años, me he ganado el derecho de decir sinceramente lo que pienso", dijo el martes en un club en Montevideo, arrancando fuertes aplausos.
Según los analistas, Mujica se dirigió a votantes descreídos de la política. "Es un guiño a ese electorado", dijo Guedes.
"Mujica tiene llegada a esos sectores menos politizados y a los más jóvenes, y busca acercarlos a la posibilidad de votar a Orsi", apuntó Botinelli. "Por ahí viene la jugada".
El jueves, luego de que Lacalle Pou llamara a la calma y de que el propio Orsi se distanciara de su mentor, Mujica pidió "disculpas al pueblo uruguayo" por sus dichos sobre el presidente.
"No por el contenido, el contenido lo suscribo. Por las formas. No es momento de decir eso", declaró.
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