Santiago Uribe, hermano del expresidente de Colombia Álvaro Uribe, fue absuelto en primera instancia por acusaciones de homicidio y vínculos con grupos paramilitares, informó este miércoles una de las partes del proceso.
El hermano menor del exmandatario (2002-2010) era investigado desde 2013 por una supuesta relación con "Los Doce Apóstoles", un grupo de milicias de extrema derecha que operó en los años 90, al que se le atribuyen múltiples muertes en el noroeste del país.
Su absolución por cargos de homicidio y asociación para delinquir "es difícil de aceptar para las víctimas, especialmente tras años de testimonios y pruebas", reaccionó el abogado Sergio Mesa, apoderado de varios denunciantes, en declaraciones al portal Cuestión Pública tras conocer el fallo en un tribunal de Medellín (noroeste).
Además de absolver a Santiago Uribe, el juez Jaime Herrera decidió abrir procesos por "falso testimonio" en contra de siete personas que testificaron contra este ganadero, según decisiones aparte del fallo divulgadas por la prensa local.
Álvaro Uribe, quien también enfrenta un proceso legal por supuestos vínculos con los escuadrones paramilitares que sembraron terror en los noventa, había desestimado las acusaciones contra su hermano menor como parte de una "persecución" política orquestada por sus opositores.
"Gracias a Dios", escribió el exmandatario en su cuenta de la red social X tras conocer la absolución de Santiago Uribe.
De su lado, el presidente colombiano, Gustavo Petro, acusó "temor" por parte del juez que absolvió al hermano del exmandatario.
"Un crimen internacional de lesa humanidad, como (...) lanzar operaciones de asesinato de civiles indefensos sistemáticamente, no puede quedar en la impunidad por el temor de un juez", señaló el gobernante izquierdista también en X.
Mesa anticipó que "tanto la fiscalía como la parte civil deben recurrir este fallo" antes "del próximo miércoles".
Álvaro Uribe está acusado sobornar a testigos de su presunta participación en la conformación de grupos paramilitares durante los años 90.
El exmandatario ultraderechista se defiende en libertad en un juicio que avanza a paso lento debido reclamos de su defensa sobre presunta manipulación de pruebas en su contra. Los cargos prescribirán si la justicia no llega a un fallo de segunda instancia antes del 9 de octubre de 2025.
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