Minera canadiense presenta en EEUU primera solicitud de explotación en alta mar

La empresa canadiense The Metals Company anunció el martes que ha presentado en Estados Unidos la primera solicitud de explotación minera en aguas internacionales, después de que Donald Trump se mostrara favorable a la puerta a esta controvertida industria.
La solicitud de explotación minera comercial, presentada ante las autoridades estadounidenses por la filial de la empresa en Estados Unidos, TMC USA, se refiere a la extracción de nódulos polimetálicos ricos en minerales estratégicos en la zona Clarion-Clipperton, en el Pacífico, según la empresa.
"El día de hoy marca un hito importante, no sólo para TMC USA, sino para la independencia mineral y el resurgimiento industrial de Estados Unidos", comentó Gerard Barron, consejero delegado de TMC.
La empresa canadiense, que espera ser la primera en explotar nódulos polimetálicos, un tipo de guijarros ricos en metales, en el Pacífico, había anunciado en marzo que quería solicitar a la administración estadounidense el primer contrato de explotación minera comercial en aguas profundas.
Se trataba de un sorprendente cambio de estrategia: inicialmente, la empresa quería presentar su solicitud en junio a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM), que tiene jurisdicción sobre los fondos marinos en aguas internacionales.
Ha justificado su estrategia por la lentitud de la AIFM en adoptar el "código minero" que debe establecer las normas para la explotación minera comercial en alta mar.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó la semana pasada una orden ejecutiva destinada a acelerar la revisión de las solicitudes y la expedición de permisos de exploración, incluso en aguas internacionales, en virtud de una ley de 1980 que establece normas para la exploración y la "recuperación comercial" de minerales del lecho marino en aguas internacionales.
Estados Unidos no es miembro de la IAMF.
El anuncio de TMC del martes "será recordado como un acto de total desprecio por el derecho internacional y el consenso científico", declaró Ruth Ramos, de Greenpeace.
Los conservacionistas de los océanos creen que la minería submarina amenaza ecosistemas cruciales y poco conocidos.
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