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Agencias

Zverev relanza en el Masters ATP el debate sobre las pelotas de tenis


La pelotita amarilla les vuelve locos. O al menos, escépticos: "Las bolas son un problema", declaró el alemán Alexander Zverev (N.2), frustrado como la mayoría de tenistas por tener que jugar con pelotas diferentes en cada torneo y en muchos casos de menor calidad a la que están acostumbrados.

Es el tema de acalorados debates en el Masters ATP que se está disputando en Turín con los ocho mejores tenistas de la temporada.

No hay conferencia de prensa en Turín en la que no salga el tema de la calidad de las pelotas utilizadas en los diferentes torneos.

Desde 2019, la ATP tiene un contrato de patrocinio con Dunlop hasta 2028, pero las bolas del fabricante japonés apenas se utilizan "en la mitad de los torneos del circuito, entre ellos cuatro Masters 1000 (de nueve) y en el Masters ATP", precisó la instancia que dirige el circuito masculino de tenis.

- "Cero placer" -

Los organizadores de cada torneo pueden tener su propio suministrador de pelotas, como es el caso de los cuatro Grand Slam, en los que se utilizan casi 50.000 bolas cada año y que garantiza a los fabricantes de este material una gran exposición ante los millones de tenistas amateurs que practican este deporte en todo el mundo.

Así, Dunlop suministra las pelotas con las que se juega el Abierto de Australia, pero en Roland Garros y en el US Open se utilizan las de la marca Wilson y en Wimbledon las del fabricante británico Slazenger.

"Cuando se encadenan cuatro torneos en un mismo continente, podemos tener cuatro suministradores diferentes de pelotas, lo que nos complica las cosas, es un verdadero desafío", resumió el noruego Casper Ruud tras debutar en el 'Torneo de Maestros' el lunes con una contundente victoria frente al español Carlos Alcaraz (6-1 y 7-5).

Más virulento se mostró el ruso Daniil Medvedev (N.4), quien recientemente en Shanghái hizo como si escupiera a una pelota y simuló secarse el trasero con otra para expresar su malestar con el material utilizado.

"Todos los días, desde hace dos o tres años, tengo este problema (con las bolas). Cada entrenamiento, cada partido, es una lucha. Siento cero placer cuando estoy en la pista", sentenció el ruso tras perder en su debut en Turín contra el estadounidense Taylor Fritz (6-4, 6-3).

"El problema es general y no se limita a un fabricante: la calidad de las bolas se ha deteriorado, ahora son más lentas, duran menos, cambian de un lote a otro, sueltan más pelusa", precisó Zverev tras ganar al ruso Andrey Rublev (6-4, 6-4).

- Reducción de costes -

El tenista alemán, miembro del Consejo de Jugadores de la ATP, asegura haber investigado, discutido con los fabricantes, y ofreció sus conclusiones.

"Como consecuencia de la pandemia del covid, los fabricantes han tratado de reducir costes de producción y utilizan un caucho diferente que hace que las pelotas sean de un 30% a un 60% más lentas", explicó.

"Por este nuevo material utilizado, el aire y la presión no queda en la pelota y tanto el aire como la presión bajan de manera espectacular tras unos intercambios (de golpes)", añadió el reciente ganador del Masters 1000 de París.

¿Cómo se comportan las bolas que se cambian en los torneos cada siete juegos? "Un poco como volantes de bádminton; muy rápidas en los dos o tres primero metros y luego simplemente se frenan", ilustró.

Zverev no solo llama la atención porque impacte en la calidad del juego, sino porque también repercute en la salud de los tenistas: "Como consecuencia de estas bolas, muchos jugadores están sufriendo problemas de hombro, de muñeca. Algo que no pasaba hace diez o quince años".

Pese a todo, Ruud considera que este problema "de alguna manera aporta belleza a nuestro deporte". "Si solo hubiese un fabricante, sería injusto para aquellos que prefieran las de otras marcas", dijo el noruego.

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