El Consorcio Loreto y Manu-Tambopata promueve la campaña #HistoriasAmazónicas, con el fin de crear conciencia ambiental a través del ejemplo de seis peruanos que luchan por la conservación de la biodiversidad. , Son historias que inspiran. Son los rostros de la conservación de la Amazonía andina del Perú, un espacio de vida amenazado por la tala y el comercio ilegal de fauna silvestre. PUEDES VER: Amazonia tendrá el primer Observatorio de Áreas Protegidas y Cambio Climático Son ellas y ellos los que deberían ocupar las primeras planas de los medios. Así se conocería su lucha por la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de recursos naturales. Pero eso, lamentablemente, no es lo que está ocurriendo. Con la intención de cambiar en algo esa realidad, se ha emprendido la campaña #HistoriasAmazónicas del Consorcio Loreto y Manu-Tambopata, de la Iniciativa para la Conservación en la Amazonía Andina (ICAA), que rescatas la historias de seis peruanos que luchan por la naturaleza. Aquí se los presentamos y de paso les pedimos que difundan sus historias. La gobernadora Emma Tapullima es presidenta de su comunidad y la primera tenienta gobernadora de la región Loreto. Ella es una de las reponsables del desarrollo de Puerto Prado (Nauta, Loreto), una comunidad nativa a orillas del Marañón. Por su trayectoria y esfuerzos por proteger el ambiente, recibió el Premio Nacional de Ciudadanía Ambiental en la categoría Tradiciones Ambientales, reconocimiento otorgado por el Ministerio del Ambiente. Guardián del bosque Si hay alguien que sabe vivir en armonía con la naturaleza es Gilberto Flores. Él y su familia aprovechan los recursos del bosque de manera sostenible. Vecino de la comunidad de San Pedro, una de las 11 que son parte de Área de Conservación Regional Comunal Tamshiyacu Tahuayo, en los distritos Fernando Lores (Maynas), Yavarí (Mariscal Ramón Castilla), y Sapuena y Yaquerana (Requena), Gilberto cosecha aguajes (sin talar la palmera), además de pescar y cazar, pero respetando siempre las cuotas establecidas por su comunidad. Así aprovecha el bosque sin dañarlo, así se protege la biodiversidad. Impulsor de la conservación Carlos Caritimari es cazador, artista y artesano de la comunidad Diamante. Uno de sus grandes logros fue la promoción de la creación del Área de Conservación Regional Comunal Tamshiyacu Tahuayo, una iniciativa que logró concretizarse gracias al apoyo de las comunidades de la cuenca del río Tahuayo. Con una extensión de 420 080 hectáreas, la ACP tiene un novedoso esquema de gestión conjunta con el Gobierno Regional de Loreto, basado en el manejo sostenible de los recursos naturales. Gestor de áreas verdes Infierno es el hogar de Elías Durand y su familia. Y no es que él esté castigado por sus pecados, ese es el nombre de su comunidad nativa. La presidió en dos ocasiones, logrando que sus vecinos decidieran conservar voluntariamente un espacio de su territorio. Ese fue el origen del Área de Conservación Privada Ebio Kiabamene, reconocida por el Ministerio del Ambiente, es la más grande de Madre de Dios. Dos por la naturaleza Jaime y Nonilia, pobladores de la comunidad nativa San Martín Libertador (Loreto), se propusieron controlar y hacer más responsable la pesca de arahuna, una especie ornamental de gran demanda en el Asia. Ahora, ellos realizan monitoreo y vigilancia en las cochas de la cuenca del Bajo Putumayo, para que esta especie exportable perdure en el tiempo y beneficie a las nuevas generaciones. El pescador de Loreto Dagoberto Malafaya es un pescador de la comunidad nativa Tres Esquinas, distrito de Putumayo (Loreto) y presidente de la Asociación de Pescadores y Procesadores Artesanales Los Cocodrilos. En su hogar, la pesca es la principal actividad de subsistencia, por eso él y el resto de sus colegas van hasta las cinco cochas cercanas, donde trabajan con el Programa de Manejo Pesquero para el aprovechamiento del paiche y la arahuana. Así, todos juntos aseguran el aprovechamiento sostenible de ambas especies. Es su manera de vivir en armonía con el bosque.