Casi una década de lucha por proteger mejor la vida que existe en este lugar dio resultados. El Perú suma otro parque nacional y ahora nos toca a todos velar por su cuidado. , Jack Lo Conservamos por Naturaleza /Revista Rumbos Una de las zonas más antiguas de la Amazonía protege no solo misterios inimaginables, sino también mucha vida que aún la ciencia no ha podido explorar. Entre la selva de las regiones Loreto y Ucayali, pegado a Brasil, se encuentra el Parque Nacional Sierra del Divisor, un bosque húmedo tropical único en el planeta. PUEDE LEER. Sonaly Tuesta y los 15 años de una buena costumbre Imponentes montañas resguardan quebradas por donde fluyen aguas termales y conviven en paz miles de animales que solo se encuentran en este rincón del Perú. A simple vista podrías creer que hay hasta dinosaurios, pero lo que se sabe es que conviven alrededor de 570 especies de aves, 300 de peces, 109 de reptiles y anfibios y 64 de mamíferos. Es mejor que cualquier película de ciencia ficción. Te puedes cruzar hasta con dieciséis especies distintas de monos. El coto, el huapo colorado, el choro o el maquisapa te pueden sorprender en cualquier momento. Emociónate en silencio cuando jaguares, pumas o venados estén merodeando por agua o comida. Experiencias que solo se dan en lugares donde abunda la tranquilidad y la vida. Sierra del Divisor con su más de un millón 300 mil hectáreas ha pasado a conformar la misma lista que increíbles parques nacionales de todo el planeta, como los conocidos Yellowstone y el Gran Cañón en Estados Unidos, Torres del Paine en Chile, las Islas Galápagos en Ecuador, Iguazú que la comparten Brasil y Argentina, y muchos otros espacios en el planeta que protegen nuestra biodiversidad. Entre los límites de este parque nacional también vive la población indígena Isconahua. Se cree que en la actualidad existen unas 270 personas de esta etnia que se encuentran en aislamiento voluntario. El Parque Nacional Sierra del Divisor forma parte del corredor biológico internacional que se inicia en el sur con el Parque Nacional Madidi en Bolivia y finaliza en el norte del Perú en el Parque Nacional Güeppí-Sekime. Su valor es altísimo. No solo para la protección de la biodiversidad del planeta, sino porque es también una gran reserva de hidrocarburos que atrapa el interés de las industrias extractivas. Es por ese motivo que el reconocimiento de esta zona como parque nacional se hacía urgente y necesario. Ahora toca protegerlo y valorarlo. La ficha Cómo llegar: Desde Pucallpa surcando las aguas de los ríos Ucayali, Abuajo y Shesha. También por vía aérea (avioneta) desde Pucallpa hasta Contamaná, donde se continúa por una trocha carrozable de 20 kilómetros.