Johanna San Miguel comenta ‘Guera al mediodía’. Flamante conductora de ‘Lima limón’ dice que ya nadie es indispensable en la televisión. Cecilia Castillo S. La encontramos al término de ‘Lima limón’ en su camerino. Aún tenía extensiones y recargado maquillaje y, claro, la puerta, cada dos segundos, retumbaba. Entonces le pidió a su ¿asistente? que se pare “como un perro en la puerta y no dejes entrar a nadie”, Fue así, mientras con un demaquillador se despojaba de los colores de su rostro, que Johanna San Miguel nos respondió algunas preguntas. -¿Cómo tomaste la propuesta para ‘Lima limón’ cuando estabas aún grabando ‘Minuto para ganar’ ? -La tomé con grata sorpresa, es un paso más en mi carrera. Soy una persona que le gustan los cambios y dije: ‘¿Por qué no aceptar?’. Es un horario nuevo para mí, que se amolda a mi vida y a mis necesidades como madre, que es lo más importante para mí. -¿No estabas más tranquila solo con ‘Minuto para ganar’? -¿Tranquila? No. ‘Minuto...’ era muy intenso también –ya se terminó de grabar pero aún saldrá al aire por varias semanas– . Hay oportunidades en la vida que uno no puede desperdiciar y esta era una de ellas. -¿No pensaste mucho a la hora de aceptar? -No pensé absolutamente en nada… no había tiempo para hacerlo. ¿Qué tanto había que pensar? Era, o te mandas o no. Olvídate. -Diego Quijano, gerente general de Target, productora que realiza ‘Lima limón’ dijo que para ver un programa renovado contigo en todo tu esplendor había que esperar hasta después de las elecciones. -Este en un concepto, hay que ir amoldándonos, ‘Lima limón’ viene de una para de casi dos meses y durante ese tiempo imagino que la gente se desconecta un poco y tenemos que reinsertarnos en el público, pero lo más importante es que la paso bien, me divierto y eso para mí es vital. -¿En el bloque de ‘Las calientitas’ eres menos mala que en ‘América Espectáculos’. ¿Luchas contra tu diablito? -¿Sí? (Ríe) Pero no creas, ah. Soy una conductora pero allí también tengo que ser mediadora, no puede ser que cuatro personas se tiren contra una. Tengo que mediar un poco. -Con ‘Amor, amor, amor’ te peleas el rating diario punto a punto. -Sí pues, peleamos y estamos luchando. No tengo idea de lo que presentan o de lo que están haciendo pero tengo claro que no puedo guiarme por lo que hacen los demás. Nosotros vamos al ama de casa. No nos preocupamos por lo que hacen en el costado. -¿Qué no harías? -Ay, qué pregunta tan difícil. No lo sé, pero quiero hacer cosas sin malicia, sin tratar de hundir a los demás, supongo que todo se puede tratar pero de un lado bueno, positivo. -¿No te interesa el rating? -No tengo idea de cuánto rating tenemos porque a mí no me lo mandan. Te lo juro que ni siquiera sé cuánto hicimos ayer. Sé que es una lucha y es bueno para el público el que haya más opciones. Ya nadie es indispensable en la televisión, acá el que manda es el control remoto, esa es la realidad y yo no soy una enferma del rating. Pero la lucha no solo es al mediodía, también en las mañanas, a las once de la noche y a las 6.30 pm. Olvídate, la TV se ha vuelto así, una guerra feroz. -¿Qué te parece que Gisela Valcárcel sea la productora de ‘El último pasajero’? -Me parece bien pues, ¿no? -A Raúl Romero no le ha hecho mucha gracia. -Pero es una productora. Yo te digo una cosa, soy bastante ingenuona y no me doy cuenta de quién puede ser tu amigo acá en este medio, yo pensé que todos éramos amigos pero hay gente que te dice que no seas confiada, no todo es tan bueno como tú piensas, eso es muy fuerte para mí, es como caminar sobre vidrio pero felizmente está mi familia y buenos amigos, que es lo más importante.