Padre sirio engaña a su hija diciéndole que los bombardeos son un juego para que no se asuste [VIDEO]
“Busqué soluciones para hacer de estos bombardeos una fuente de felicidad y no de miedo para la niña”, explicó el hombre luego de que su video se volviera viral en las redes sociales.
Abdullah, es un hombre sirio que se volvió viral en las redes sociales por hacer creer a su hija de cuatro años que los bombardeos son un juego para que no se asuste con las detonaciones cerca de su casa, ubicada en Saraqib, una ciudad al noroeste de Siria.
El padre explicó a la edición turca del periódico británico The Independent que los ataques, además de las muertes y caos, “estropean la psicología de los niños”. Ante la dramática situación se inventó un juego: “¿Avión o bomba?, que le hace creer a la niña que todo es mentira. Una dinámica con la que ha logrado que el miedo se convierta en risas.
Abdullah le contó a su hija que los ruidos provienen de pistolas de juguete. “Busqué soluciones para hacer de estos bombardeos una fuente de felicidad y no de miedo para la niña. Le enseñé que eso no da miedo y que debía reírse”, sostuvo.
El video del hombre sirio jugando con su pequeña rápidamente se hizo viral en las redes sociales, donde miles de usuarios no desaprovecharon la oportunidad para llenar de elogios al ingenio del padre que busca mantener la felicidad de su hija a pesar de las adversidades.
Otros compararon la simpática escena con los ocurrido en la película La vida es bella, de Roberto Benigni, donde un padre improvisa una fantasía para proteger a su hijo mientras son prisioneros en un campo de concentración nazi. La publicación se volvió tendencia en Twitter y Facebook.
Situación crítica
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se pronunció sobre la “horrible situación” que se vive en el noroeste de Siria, donde 90 mil personas han sido forzados a dejar su hogar desde el 1 de diciembre, la gran mayoría mujeres y niños.
Asimismo, se reportó que la violencia en esta zona del país también estaría afectando a los campos de desplazados con una serie de ataques, así como los propios trabajadores humanitarios.