Bill Gates vs. Steve Jobs: la relación entre ambos y la rivalidad entre Microsoft y Apple
La discordia entre Bill Gates y Steve Jobs es una de las más romantizadas de la industria moderna de las PC; pero la realidad puede superar a la ficción y aquí te mostramos los motivos.
Microsoft y Apple fueron por muchos años considerados rivales naturales y los principales defensores de dos filosofías diferentes para fabricar y vender computadoras. Los de Bill Gates lograron conquistar el mercado mundial con el éxito de Windows, mientras que Apple inició con una fuerte personalidad que fue disipándose tras alejarse de la figura de Steve Jobs, a quien el tiempo le daría la razón tras regresar luego a la compañía para salvarla de la bancarrota.
Cuando pensamos en computadoras en la actualidad, usualmente nos referimos a una PC y, al hacerlo, lo más probable es que nos la imaginemos con alguna versión de Windows instalada. Pese a que Apple ha logrado una fuerte notoriedad en las últimas dos décadas, hubo un tiempo en que la ventaja de los de Microsoft y del propio Bill Gates era mucho más pronunciada. ¿Qué dirías si te contáramos que esto pudo no ser así y que lo fue por esos caprichos del destino?
Es posible que sepas que, así como existe una fuerte rivalidad actual entre Google y Apple (por el mercado de teléfonos móviles), algo similar ocurrió en algún momento con las computadoras, precisamente las de escritorio, las cuales representaron toda una revolución tanto tecnológica como social.
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Bill Gates y Steve Jobs en la única entrevista que dieron juntos. Foto: All Things Digital
La vida del mundo entero cambió cuando estas máquinas se volvieron pieza común dentro de millones de oficinas y hogares, pero más allá de representar una tercera revolución tecnológica, las computadoras también crearon imperios, y los candidatos para apoderarse de esa ‘mina de oro’ no serían pocos. El ganador es conocido por todos: Microsoft, pero ¿cómo lo lograron y a quiénes tuvo que enfrentar?
Aquí es donde podemos recordar una de las rivalidades más anecdóticas, especiales e importantes de la cultura occidental en el siglo XX, una que trazó el destino de millones de usuarios a partir de hechos concisos, decisiones arbitrarias y hasta casualidades. La competencia entre Microsoft y Apple es más compleja de lo que se cree y aquí te explicaremos por qué fue esta la que formó la industria de la PC como la conocemos hoy.
La revolución del hardware
Las computadoras ya habían sido objeto de fascinación desde fines de la Segunda Guerra Mundial. En Estados Unidos, miles de estudiantes de informática y entusiastas de la tecnología esperaban ansiosos el siguiente gran hito de esta industria que guardaba algo místico más allá de los circuitos y las aplicaciones técnicas.
Cuando la revista Popular Electronics mostró la Altair 8800 en una de sus portadas de 1975, la revolución dio inicio. Se trataba de la primera microcomputadora pensada para entusiastas, usuarios curiosos y hasta empresas que la querían usar solo por la novedad.
Rápidamente, el mercado se reveló ante la mirada atónita de millones de aficionadas, compañías escépticas y oportunistas con una visión privilegiada. Dos de este último grupo —y sin lugar a dudas los más importantes— fueron Steve Jobs y Bill Gates.
Steve Jobs y Bill Gates
Jobs fundó Apple junto a su amigo Wozniak, con quien formaba una combinación perfecta de mística y tecnología, de panache y funcionalidad, de arte y ciencia. El emprendedor fallecido en 2011 fue el responsable directo de muchos de los rumbos que tomaría el rubro de la computación personal en el lapso de 30 años. Por su parte, Bill Gates era más un genio oportunista que conocía las falencias y vacíos que podían generarse en la irrupción de las computadoras en una sociedad tan poco acostumbrada a ellas, y estaba dispuesto a aprovecharlas.
Bill Gates y Steve Jobs juntos. Foto: 9GAG
Todo esto se reveló en dos oportunidades clave de la historia: el lanzamiento y popularidad de la Apple II (1997), y el lanzamiento y relativo fracaso de la Macintosh (1984)
Apple II
Cuando Apple lanzó su primera computadora personal de fabricación masiva, el éxito que les sonrió fue tan grande que Jobs se convirtió de la noche a la mañana en multimillonario. Gates sabía que la Apple II era el ticket de entrada para que su compañía, Microsoft, la que había fundado tras renunciar a Harvard, sea reconocida en su filosofía: ser una empresa únicamente de software y no de hardware.
Microsoft colaboró con Apple II para crear un chip que permitiese a la vieja máquina correr el popular y sencillo lenguaje de programación BASIC. Esto permitió a ambas compañías entablar una relación que duraría por años antes de entrar a aguas turbias.
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IBM PC
Steve Jobs tenía una fuerte fijación contra IBM, a la cual consideraba una compañía opresora y contraria a todos los valores que el mercado de computadoras personales debía tener. Cuando IBM entró al negocio de las computadoras personal —y se volvió un competidor director de Apple— con el lanzamiento de su IBM PC, la obsesión de Jobs se incrementó. Bill Gates, por su parte, siguió aprovechando la oportunidad y le vendió a IBM su conocido sistema operativo DOS, lo que convirtió a Microsoft en una empresa multimillonaria (gracias al {éxito de la IBM PC).
Jobs y Gates promocionando cada uno productos de sus compañías (Macintosh a la derecha, WIndows a la izquierda). Foto: Enter.co
Macintosh
En 1979, Steve Jobs visitó el centro de investigación de Xerox en Palo Alto (Xerox PARC), donde le presentaron diversas novedades que luego tomarían lugar en la industria: la programación orientada a objetos, los sistemas de redes y la que sería la gran revolución de los 80 y 90: la interfaz gráfica de usuario, es decir, el concepto de utilizar un mouse para controlar las computadoras, con ventanas, íconos, doble clics y más.
Jobs puso en marcha estos conceptos en los siguientes productos de Apple, entre ellos Lisa (nombrada en honor a su hija no reconocida por entonces), la cual fue un fracaso comercial, y luego en la Macintosh, sobre la cual puso todas sus esperanzas para ‘destronar a IBM’.
El vecino en común
Aun así, pese a que Jobs había tenido acceso casi exclusivo al Xerox PARC, la novedad de la interfaz gráfica, las ventanas y el mouse ya habían llegado a Gates gracias a la Lisa (y probablemente antes). Fue aquí donde ocurrió uno de los eventos más importantes de la historia de la computación. Bill le ofreció a Steve la posibilidad de que Microsoft desarrolle programas para la Macintosh, con la intención de obtener un prototipo de la máquina. Jobs, aunque vacilante, aceptó.
Años después, en la víspera del lanzamiento de la Macintosh, Steve Jobs descubrió que Bill Gates y Microsoft habían desarrollado su propia interfaz gráfica llamada Windows, y que había sido ya introducida en Japón, previo al anuncio de la Macintosh. Decepcionante pero sin posibilidad a reclamo alguno, Jobs increpó a Gates y lo acusó de haberle robado la idea, pero el dueño de Microsoft le recordó que este había hecho lo propio con Xerox.
Despido de Jobs y Windows: el dominio de Microsoft
Jobs fue despedido de su propia compañía cuando insistió en bajar el precio de la Macintosh —que había sido un fracaso comercial—. Años después, Microsoft mejoró Windows y forjó una fuerte alianza espontánea con Intel, cuando esta última lanzó sus procesadores de arquitectura x86 a fines de los 80. El dominio de ambos en el mercado fue tal que provocó que la propia Apple se aliase con su némesis IBM y con Motorola para crear la PowerPC, otra familia de procesadores para competir contra el combo Windows + Intel (también conocido como computadoras ‘Wintel’).
Steve Jobs y Bill Gates a inicios de los 90. A la izquierda, promocionando las estaciones de trabajo NeXT, a la derecha, lo propio con Windows 3.1. Foto: Justnerd/Twitter
Cuando llegaron los años 90, el éxito de Microsoft se consolidó con la salida de Windows 3.1 y luego con Windows 95, que posicionó a familia de sistemas operativos como la más usada del mundo (algo que se mantiene hasta hoy). Por su parte, Apple estuvo a punto de irse a bancarrota y en medio de un cambio generacional de su propio sistema (MacOS), decidieron partir desde cero y comprar un OS al mejor postor.
Bill Gates y Steve Jobs en portada para la revista Fortune en julio de 1991, donde limaron diferencias. Foto. Fortune
El regreso de Jobs
Ese mejor postor fue nada menos que NeXT, la compañía que Steve Jobs fundó en 1985 tras su abrupta salida de Apple. La empresa fue comprada en su totalidad y se designó que Jobs vuelva a la compañía que él mismo había fundado como CEO interino. Además, el sistema operativo NeXTSTEP fue modificado para crear la primera versión de Mac OS X, aún presente en computadoras de la manzana.
Jobs y Gates ca. 1995. Uno fundando Pixar, el otro presentando Windows 95. Foto: Acens blog/estáticos
Una vez de vuelta al mando, y viendo la delicada situación financiera de Apple, Steve Jobs solicitó ayuda de la persona menos esperada: Bill Gates. De esta forma, la compañía de la manzana recibió una fuerte financiación de parte de Microsoft que le permitió sobrevivir y salir a flote.
Steve Jobs presentando a Bill Gates como el salvador de Apple en Macworld 1997. Foto: Insider
El resto es historia. Apple volvió a colocarse como un serio competidor en el mercado de computadoras y laptops y pronto extendió su espíritu innovador hacia otras industrias como la discográfica (iPod), la de teléfonos móviles (iPhone), etc.
Aún tras la muerte de Steve Jobs en 2011 y la salida de Gates como presidente de la junta de Microsoft en 2014, todavía podemos decir que la relación entre estos dos excepcionales individuos es la que mejor define la competencia entre Microsoft y Apple y la que ha formado, en su mayoría, la industria de las computadoras personales hasta hoy en día.
Windows 95: ¿qué famoso creó el popular sonido introductorio?
Microsoft contactó a Brian Eno debido a su gran calidad como diseñador de sonido de atmósfera. Cuando este aceptó, la empresa fue muy precisa en lo que buscaban: un sonido “sentimental, emocional, futurístico, optimista e inspirador”.
Según una publicación de Techtalk, para aceptar el trato, Eno y Microsoft acordaron un pago de 35.000 dólares únicamente por el sonido inicial y no para todos los otros audios de sistema que se incluyeron. Por supuesto, al compositor no le bastó con un intento y creó un aproximado de 85 piezas musicales cortas (o ‘microcanciones’) hasta dar con la pieza que ya todos conocemos.