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Tecnología

Educación en el metaverso: ¿cómo serían las clases en el mundo virtual y qué beneficios tendrían?

La virtualidad en la educación no ha terminado. Gracias a las nuevas tecnologías como el metaverso, los estudiantes podrán tener nuevas formas de aprender.

En el metaverso, cada estudiante tendrá su propio avatar que podrá personalizar a su gusto. Foto: CIO México
En el metaverso, cada estudiante tendrá su propio avatar que podrá personalizar a su gusto. Foto: CIO México

Aunque Mark Zuckerberg trate de apoderarse del término ‘metaverso’ (ya que bautizó su nuevo proyecto con este nombre), este concepto existe desde hace algunos años. La primera persona en usarlo fue el escritor Neal Stephenson, quien en 1992 publicó “Snow crash”, un libro de ciencia ficción que nos habla sobre este mundo virtual.

En la actualidad, no solo Meta (antes llamada Facebook) trabaja en desarrollar un metaverso, sino que otras empresas como Microsoft, Google, etc, también planean crear su propio mundo digital en el que los usuarios puedan sumergirse y realizar todo tipo de actividades, como jugar, tener reuniones con amigos, comprar e incluso recibir educación.

La pandemia por la COVID-19 afectó a varios sectores, y la educación fue uno de ellos. En Perú, por ejemplo, los colegios, institutos y universidades dejaron de impartir clases presenciales a sus alumnos y tuvieron que apoyarse en aplicaciones de videollamadas como Google Meet, Zoom, Microsoft Teams, entre otras.

Pese a que el virus continúa entre nosotros, la mayoría de instituciones han vuelto a dictar clases presenciales; sin embargo, eso no significa que la virtualidad en la educación haya acabado. Todo lo contrario, gracias a las nuevas tecnologías (como el metaverso), los estudiantes van a tener una nueva forma de aprender.

Para conocer más sobre cómo sería la educación en el metaverso, La República conversó con Jesús Bellido, director de la carrera de Ciencia de la Computación en UTEC, y con Teófilo Chambilla, docente de la misma casa de estudios superiores, quienes revelaron los beneficios de esta tecnología y qué requisitos se tienen que cumplir.

A diferencia de las clases con realidad virtual y realidad aumentada, que permiten a los alumnos visualizar un objeto en 3D o visitar un sitio creado digitalmente; en el metaverso las cosas serán más inmersivas e interactivas, ya que cada estudiante será transportado a este mundo digital y controlará su propio avatar.

En el metaverso podrás interactuar con tus compañeros y profesores. Foto: Tknika

En el metaverso podrás interactuar con tus compañeros y profesores. Foto: Tknika

“Vas a sumergirte a través de un avatar, vas a sentir que estás ahí. Podemos hacer clases o reuniones desde el metaverso, todos con sus avatares, y podrás interactuar con tus profesores y compañeros. A diferencia de la realidad virtual, donde solo tienes un mundo que exploras”, señaló Chambilla.

“En el metaverso, la interacción es distinta. Si estamos reunidos y yo volteo, tú puedes tener la sensación de que yo te estoy viendo. La experiencia es mucho más inmersiva, agradable e interactiva”, resaltó, por su parte, el director de la carrera de Ciencia de la Computación en UTEC.

Aunque el metaverso es una tecnología emergente, ya se conocen algunos de los requisitos que deberán cumplir quienes deseen ingresar a este mundo virtual, el más importante es tener un dispositivo VR que, en la actualidad, tienen un precio bastante elevado, aunque esto podría cambiar en los próximos años.

“Los dispositivos de realidad virtual y realidad aumentada están evolucionando muy rápido. Los que tenemos hoy en día son muy distintos a los que teníamos hace dos años, son mucho más completos, más interactivos y no necesitan estar conectados a un computador”, sostuvo Bellido.

“Una de las brechas, hoy en día, es adquirir estos visores. El más económico (Oculus de Meta) vale como 400 dólares; sin embargo, ya hay empresas de la competencia que están desarrollando dispositivos con las mismas características, pero con precios mucho más accesibles”, indicó Chambilla.

Además de tener un dispositivo VR, para que una persona ingrese al metaverso será necesario que tenga una excelente conexión a internet, de preferencia 5G. El problema es que esta tecnología recién está implementándose en nuestro país, y las provincias son los lugares más olvidados.

Prueba piloto fue organizada por Entel, Nokia y la Universidad de Tecnología e Ingeniería. Foto: UTI

Prueba piloto fue organizada por Entel, Nokia y la Universidad de Tecnología e Ingeniería. Foto: UTI

“En infraestructura, en conectividad de banda ancha, estamos muy al debe, sobre todo al interior del país y también en Lima provincia. Va a ser muy difícil que logremos una experiencia inmersiva si no tenemos una buena conectividad. En eso, el Estado peruano tiene una gran deuda”, afirmó Bellido.

Uno de los problemas provocados por las clases virtuales en Perú durante la pandemia es que muchos alumnos se volvieron estudiantes pasivos, es decir, apagaban sus cámaras y simplemente se dedicaban a escuchar lo que decía el profesor, sin participar. De implementarse la educación en el metaverso, esto sería distinto.

“En el metaverso, tú tienes a tu grupo de personas y observas a cada una de ellas, ves si están atentos o no. Puedes hacer todo lo que normalmente haces en la vida cotidiana, la única diferencia es que vas a tener un avatar personalizable que puede parecerse a ti”, comentó Chambilla.

Para ambos docentes, la digitalización de la educación es algo que llegó para quedarse; sin embargo, no será una enseñanza 100% virtual, sino mixta o híbrida. Es decir, los estudiantes pueden recibir ciertos conocimientos a través de nuevas tecnologías y asistir a clases presenciales para aprender otros o poner en práctica los aprendidos de forma virtual.

“Creo que hay cursos y hay contenidos que se pueden impartir mejor de manera virtual que de manera presencial. Estos dispositivos de realidad virtual y aumentada definitivamente van a ayudar mucho, sea el metaverso o no”, recalcó Bellido.

“Se apunta a una educación mixta o híbrida, en la que tengamos un componente presencial para aquellos laboratorios especializados y un componente virtual para trabajar o introducir conceptos”, añadió.

“No tiene sentido que un alumno se desplace de un punto de la ciudad a otro para entender un concepto que lo puede o leer o lo puede escuchar. Cuando se trate de trabajar ese concepto en los laboratorios o tener una experiencia más enriquecedora, ahí va a ser más interesante que tengan esto”, finalizó.