Tecnología

Japón: procesadores Ryzen se venden en máquinas expendedoras

Otro mundo. Los nuevos Ryzen son sensación en todas partes, incluida Asia. La demanda es tal que los vendedores en Japón han puesto máquinas expendedoras.

Las máquinas expendedoras son famosas en Japón, pero pocos se imaginaban que contendrían procesadores para computadoras. Foto: YouTube
Las máquinas expendedoras son famosas en Japón, pero pocos se imaginaban que contendrían procesadores para computadoras. Foto: YouTube

Es sabido que en Japón existen maneras de consumir bienes algo diferentes que en occidente, pero lo que se acaba de hacer viral en redes sociales llama mucho más la atención. Resulta que en dicho país la demanda de las nuevas Ryzen 5000 de AMD es tanta que muchos negocios han optado por distribuirlas a través de máquinas expendedoras, como si de bebidas se tratasen.

La nueva serie 5000 de las CPU Ryzen está siendo un éxito en muchos lugares del mundo, como en Alemania, donde tres de cada cuatro procesadores fueron de la marca AMD en julio (según cifras de Mindfactory). Ahora, las ventas de estos chips en Japón están replicando las buenas cifras del Viejo Mundo.

Vale indicar que AMD ha logrado buenos resultados en Japón desde que se lanzó allí la serie Ryzen 3000 (basada en Zen 2). Desde aquel entonces, la compañía de Lisa Su pudo equiparar a Intel y hasta superarlo, sobre todo con la serie 5000 actual, que es preferida por muchos gamers del país asiático.

Ahora, en redes sociales y portales de video como Facebook y YouTube, se han comenzado a viralizar una serie de videos de transeúntes que filmaron con curiosidad las nuevas máquinas expendedoras que algunos negocios han llenado con estas CPU Ryzen.

El hecho no deja de resaltar la particular cultura japonesa, que no solo suele ofrecer cientos de productos de esta forma, sino que destaca por la seguridad de sus calles. Cada uno de estos procesadores cuesta cientos de dólares y, pese a que cuentan con una fuerte seguridad, existe la posibilidad de que algún criminal pueda romper el vidrio y llevarse mucho dinero en mercancía.