Salud

Carillas dentales tipo lentes de contacto: alternativa de tratamiento estético

Son tratamientos definitivos, siempre y cuando el paciente tenga el cuidado necesario. La resistencia a la abrasión, al desgaste y a la fractura es mucho más alta que en las restauraciones de resina compuesta.

Es una técnica muy novedosa y peculiar. Conocidos como lentes de contacto dentales o lumineers, consiste en unas láminas ultradelgadas de porcelana adhesivas que se utiliza para revestir dientes anteriores, sin ningún tipo de desgaste a los dientes, técnica mínimamente invasiva y altamente conservadora.

Su función es principalmente estética, ya que nos ofrece transformar los dientes manchados, fracturados, desgastados o en mala posición, de manera que mejoran la sonrisa en corto tiempo y de forma natural, sin deteriorar la estructura de nuestros propios dientes, preservando su resistencia y garantizando que haya facilidad para comer cualquier alimento.

“La mayoría de las personas mayores de 18 años pueden acceder a este tratamiento, siempre y cuando quieran embellecer su sonrisa, ya que no es agresivo para el tejido dentario”, dice el odontólogo Carlos Grados, de la clínica COE Dental.

Se trata de un procedimiento dividido en tres etapas. En la primera se realiza un diseño de sonrisa, el cual le permite al paciente ver cómo quedará el tratamiento al concluir y al odontólogo realizar un tratamiento predecible; la segunda parte consiste en la toma de impresión que puede ser digital o manual; y en la tercera, se lleva a cabo las pruebas y cementación de las carillas terminadas. Dependiendo del requerimiento estético de cada paciente se puede aplicar en uno, dos o varios dientes, por lo general se realiza en los dientes anteriores y en algunos casos hasta los premolares.

“Requieren el mismo cuidado que los dientes naturales, debido a que se conservan igual que estos, por lo que se les recomienda realizar un chuequeo preventivo cada 6 meses y no descuidarse de los cuidados diarios.”, refiere el especialista.

Son tratamientos definitivos, siempre y cuando el paciente tenga el cuidado necesario. La resistencia a la abrasión, al desgaste y a la fractura es mucho más alta que en las restauraciones de resina compuesta.

Son muy biocompatibles, mantienen el color y el brillo, se obtiene un excelente ajuste al margen del diente. Son homogéneos, con lo que no retienen placa bacteriana ni se tiñen. Su unión al esmalte es muy fuerte. Asimismo, presentan una superficie perfectamente pulida que dificulta el depósito de placa bacteriana por lo que favorece la salud periodontal.

“No sólo confluyen en su producción elementos clínicos y de formación profesional, sino el arte. La visión clínica está unida a la formación académica, pero la perfección está unida a la habilidad y sensibilidad artística”, finaliza Grados, experto en la técnica desde hace más de una década.