Dióxido de cloro: se promociona en internet como “milagroso”, pero puede dañar tu organismo
En las redes sociales, se ha viralizado un "medicamento efectivo" contra 18 enfermedades, entre ellas la COVID-19. Sin embargo, organismos internacionales advierten sobre sus efectos en salud.
Videos, publicaciones y diversos comentarios sobre los efectos positivos del dióxido de cloro se pueden encontrar en las redes sociales. Cada día, se suman defensores de esta composición química, que puede curar muchos males, incluida la COVID-19. Sin embargo, organizaciones internacionales advierten sobre los peligros que puede desencadenar su consumo.
Muchos de sus defensores son médicos, como el ex jefe del Comando COVID-19 de Ayacucho, Amílcar Huancahuari, quienes recetan a sus pacientes la solución de dióxido de cloro (CDC) para curar diversas enfermedades. Recientemente, a su lista han añadido también que este químico protege y sana contra la infección ocasionada por el nuevo coronavirus.
Dióxido de cloro: ¿para qué sirve?
El dióxido de cloro (ClO2) es un compuesto gaseoso considerado como un antimicrobiano, ya que puede matar bacterias y virus cuando se aplica sobre superficies. Sin embargo, su consumo humano puede ser dañino para la salud, afectando el sistema digestivo y respiratorio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el dióxido de cloro como un desinfectante. Principalmente, como una sustancia química usada en la desinfección de agua para consumo humano.
Sus defensores, en paralelo, cuestionan las indicaciones de la OMS y apelan a que consumirlo permite aliviar muchos males como la apendicitis, el asma, la diabetes, diversos tipos de cáncer, la malaria y muchas enfermedades más. Día a día, esta premisa gana más seguidores a través de las redes sociales, pese a no contar con estudios científicos verificables.
Dióxido de cloro y su venta en las redes sociales. Foto: Captura de pantalla/Facebook
Los difusores de este componente activan la solución química al unir un tipo de sal como el clorito sódico con un tipo de ácido como el ácido clorhídrico o ácido cítrico. La reacción, el dióxido de cloro, se mezcla con agua para obtener CDS o solución de dióxido de cloro. Con ello pueden hacer gárgaras, “capaces de matar cualquier agente infeccioso en el organismo” y otros prefieren mezclarlo en un litro de agua, que consumen durante el día, para obtener el Suplemento mineral ‘milagroso’ (MMS, por sus siglas en inglés).
Javier Llamoza, decano del Colegio Químico Farmacéutico, desmiente cualquier tipo de beneficio al consumir este producto o de algunos de sus derivados. “Al hacer gárgaras [con dióxido de cloro], lo que va a hacer es inflamar el sistema respiratorio superior”, advierte.
“No hay nada de estudios sobre eso. Lo que va a pasar es que si es muy bajo, es como tomarse una solución ligeramente ácida y no va a pasar nada, quizás te puede aflojar el estómago, pero si es bastante alta la concentración de ácido, lo que va a hacer es irritar la parte estomacal”, exhorta Llamoza.
En la misma línea, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) advirtió —en diversos comunicados— que los productos derivados del dióxido de cloro no tienen “ninguna evidencia científica que apoye su seguridad o eficacia”.
Dióxido de cloro y coronavirus
No solo Amílcar Huancahuari, jefe del Comando COVID-19 de Ayacucho, alienta a sus pacientes con sospecha o confirmados con la infección por el nuevo coronavirus a tomar dióxido de cloro o sus productos derivados. En internet es posible encontrar el testimonio de diversos médicos que alientan el uso de estos productos.
Médico recomienda el uso de dióxido de cloro. Foto: Facebook Líder Noticias Arequipa
“Estoy apto y autorizado para dosificar y tratar a mis pacientes bajo criterio mío, bajo el consentimiento médico con mi paciente. Mi juramento es mejorar la calidad de vida, darle la felicidad para una buena convivencia”, comenta en una entrevista el médico cirujano Lorenzo Colque Arias.
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Hasta la fecha no hay ninguna vacuna ni medicamento antiviral para prevenir o tratar la COVID-19; sin embargo, los defensores del dióxido de cloro expresan —sin estudios concluyentes y basados en la experiencia personal— los efectos positivos que tiene.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido sobre este tipo de productos. Ante una infección por el nuevo coronavirus señalan que “introducirlos en el organismo no protege de la COVID-19 y puede ser peligroso”.
“Estas sustancias pueden ser tóxicas si se ingieren, y el contacto con ellas irrita y daña la piel y los ojos. La lejía y los desinfectantes deben utilizarse únicamente para la desinfección de superficies y siempre con las debidas precauciones”, alerta la OMS.
Por su parte, la FDA también previene sobre su uso. La organización indica que beberlo puede causar insuficiencia respiratoria, baja presión arterial, vómitos y diarrea severa, entre otras afecciones. “La venta de estos productos puede poner en peligro la salud de una persona y retrasar el tratamiento médico apropiado”, expresó el comisionado de la FDA, el doctor Stephen M. Hahn.
Javier Llamoza, decano del Colegio Químico Farmacéutico, pidió a la población no dejarse llevar por opiniones o comentarios personales que alientan la ingesta de este producto.
“Lo único que hay es información informal que no nos ayuda y puede conducir a problemas gastrointestinales o irritación de la mucosa, eso es lo único que puede producir. Más allá de eso no tenemos nada, ninguna evidencia que pueda ayudarlos”, finalizó Llamoza.