Jorge Bruce es un reconocido psicoanalista de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado varias columnas de opinión en diversos medios de comunicación. Es autor del libro "Nos habíamos choleado tanto. Psicoanálisis y racismo".

Un viaje insultante, por Jorge Bruce

¿A quién se dirige entonces cuando pronuncia esas alocuciones carentes del menor impacto político? Probablemente, a sus jefes en el Congreso, quienes le exigen que actúe como si fuera Presidenta de la República.

La Presidenta Boluarte, con la anuencia de las bancadas de Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y Renovación Popular, viajó al Vaticano. A pesar de que el flamante papa León XIV se manifestó contra las masacres cometidas por las FFAA al final del 2022 e inicios del 2023, Dina Boluarte voló a Roma para asistir a la la misa de entronización del nuevo ocupante de la silla de San Pedro. Como si las críticas de Robert Prevost no la concernieran. El papa la recibió y ella obtuvo la foto para la que habíamos pagado su viaje los peruanos.

Es cierto que ella ha demostrado ser inmune al masivo rechazo, que en algunas regiones del Perú llega al cero por ciento de aprobación. Su actitud es la de alguien que pareciera vivir en una realidad alternativa, adonde no llegan las expresiones de repudio y la voluntad de que deje el poder y enfrente los juicios que la aguardan.

Empecemos por distinguir ese comportamiento de mecanismos de defensa como la disociación, la negación o la desmentida. Estos son recursos extremos a los que acuden las personas confrontadas con una experiencia tan dolorosa que resulta intolerable. Por ejemplo, una madre que se resiste a aceptar la muerte de su hijo, asesinado de un balazo mientras intentaba auxiliar a un herido durante las mencionadas protestas. En esas circunstancias, es comprensible que, durante la elaboración del duelo, una de las fases preliminares sea precisamente la de la negación. Hasta que, gradualmente, se pasa a las etapas de la aceptación y es entonces que se da inicio al proceso de elaboración de la pérdida.

Este ejemplo permite demostrar que la manera en que se conduce la Presidenta, negándose a dar entrevistas a la prensa y solo comunicándose a través de discursos sin posibilidad de cuestionamiento, no es desmentida o disociación: es cinismo. Lo cual viene acompañado de falsedades reiteradas, como si intentara creérselas ella misma. Porque sabe que nadie más lo hará (cero por ciento es cero por ciento). Incluso dos por ciento está dentro del margen de error estadístico.

¿A quién se dirige entonces cuando pronuncia esas alocuciones carentes del menor impacto político? Probablemente, a sus jefes en el Congreso, quienes le exigen que actúe como si fuera Presidenta de la República. Ya van más de 200 días en los que no responde a la prensa. Mientras tanto, ella procura obtener la mayor cantidad de prebendas a las que puede acceder por su cargo. Todos hemos visto los costosos relojes y las cirugías plásticas. También somos testigos de cómo, en virtud de ese cinismo desembridado, exige que se le duplique el sueldo. ¡Faltaba más! Si ustedes pretenden que siga actuando este papel grotesco, pues tendrán que pagarme unos treinta y seis mil soles mensuales.

El problema con los esfuerzos por disimular la realidad, es que sin el apoyo de una prensa adicta, las mentiras son exhibidas de inmediato, en esta era de las comunicaciones digitales. Peor aún: los familiares de las cincuenta personas asesinadas por las fuerzas del orden, mantienen su exigencia de justicia. En una carta fechada el 15 de mayo del 2025, le escriben al papa León XIV para pedirle ayuda ante la situación de desamparo en que se encuentran: “El motivo de esta misiva es que ante la visita a la Santa Sede de la Presidenta Dina Boluarte, el Presidente del Congreso y otros funcionarios, queremos expresar nuestro sentir como familiares de las personas que fueron asesinadas durante las protestas sociales en el periodo 2022 y 2023 en el Perú', que dejó pérdidas irreparables, enlutando a 50 familias peruanas y más 1000 heridos a nivel nacional; estos crímenes fueron ocasionados por armas de fuego disparados por miembros del ejército y la policía bajo el mando de la Presidenta Dina Boluarte y sus ministros. Como comprenderá, desde que ocurrieron estos hechos nuestra vida cambió y se ha tornado a la fecha en un martirio permanente debido a que el Estado quien debió velar por nuestra integridad nos lastimó y aun viene haciéndolo hasta la fecha.”

León XIV está informado de estos crímenes, como mencionamos líneas atrás. Esta es otra prueba de que la manera en que actúa Boluarte no es producto de una patología mental. No, en todo caso, de una grave perturbación del principio de realidad. Sí cabe preguntarse por su indiferencia ante el sufrimiento de estas personas que han perdido a sus seres queridos. Ella y los trolls de los mencionados partidos repiten, sin cesar, que se trataba de terroristas y por eso merecían ser ejecutados sin proceso alguno. La evidencia desmiente -aquí sí- esta grosera falsedad. Existen videos que se pueden ver en cualquier momento, en donde se observa el preciso instante en que se disparó con armas de guerra contra simples transeúntes.

Por eso esta situación va mucho más allá del paso olvidable de una seudo presidenta atrapada en las nubes de la frivolidad y la indolencia ante el sufrimiento de tantos compatriotas. El riesgo mayor es que se normalicen estos crímenes y, por lo tanto, se vuelvan a cometer. Es evidente que esto viene acompañado de la misma dosis de racismo y clasismo que rodeó las muertes durante el Conflicto Armado Interno. Tanto Sendero como las FFAA, asesinaron, en su inmensa mayoría, a los desheredados de la tierra. Campesinos pobres, en muchos casos quechuahablantes, habitantes de las zonas alto andinas.

Por eso este viaje es insultante. Ofende la memoria de los deudos y glorifica los asesinatos impunes. Mientras muchas personas siguen clamando por justicia, una señora enjoyada y con el rostro intervenido, se disfraza de Presidenta para gratificar su vanidad.

Jorge Bruce

El factor humano

Jorge Bruce es un reconocido psicoanalista de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado varias columnas de opinión en diversos medios de comunicación. Es autor del libro "Nos habíamos choleado tanto. Psicoanálisis y racismo".