Las credenciales de Dina Boluarte ante León XIV

La presidenta denunciada constitucionalmente por las muertes de peruanos en la represión inicial de su gobierno viaja rumbo al Vaticano.

Sin mostrar el menor atisbo de remordimiento, la presidenta peruana emprendió hoy viaje a Roma para, según sus propias palabras, representar a los peruanos y transmitir nuestro sentir al nuevo papa León XIV.

Sin embargo, más allá del desprecio hacia los peruanos que implica este acto, resulta evidente que la presencia de la actual mandataria ante la máxima autoridad de la Iglesia católica constituye un despropósito.

El cardenal Pedro Barreto ha sido enfático al afirmar, en conferencia de prensa, que “él [el Papa León] sabe muy bien de las muertes de inocentes durante las protestas”, confirmando así que las verdaderas credenciales de Boluarte ya están claramente expuestas ante el Vaticano.

Y los peruanos pueden estar seguros. En febrero de 2023, cuando el gobierno de Boluarte reprimía violentamente las manifestaciones ciudadanas, el entonces obispo de Chiclayo, Robert Prevost, al ser convocado por Francisco en el Vaticano, declaró con claridad: “Le dije al Santo Padre que no era el mejor momento para dejar el país. Yo quiero seguir acompañando al pueblo, hay sectores que se sienten olvidados”.

El papa León XIV está perfectamente al tanto de todo ello, así como de las numerosas acusaciones adicionales que pesan sobre Boluarte, muchas de ellas contrarias a los principios éticos fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia.

A ello se suma el hecho inédito —y un indicador más del deterioro democrático en el Perú— de que Boluarte ya es conocida internacionalmente como la presidenta más impopular del mundo, con un 2% de aprobación, símbolo de un desgobierno que no preserva otra cosa que la impunidad, a costa de una inseguridad que campea sin control.

Según la fiscalía, la presidenta estaba obligada a aplicar protocolos específicos para salvaguardar la vida y la integridad física de los manifestantes durante las protestas. No solo no lo hizo, sino que las investigaciones preliminares indican que permitió lo contrario.

Como si eso no bastara, apenas ayer el Ministerio Público formalizó por tercera vez una denuncia constitucional contra la jefa de Estado por los mismos hechos, que afectaron gravemente a ciudadanos de Ayacucho, Apurímac, Ucayali, Cusco, Puno y Lima.

Finalmente, es un secreto a voces que este viaje fue posible gracias a una negociación oscura entre el Ejecutivo y el Legislativo, ambos responsables de la grave vulnerabilidad institucional que hoy padecemos.

Estas son las verdaderas credenciales con las que, de manera ignomiosa, Boluarte acudirá a su encuentro con el papa. Credenciales que ningún voto infame del Congreso podrá borrar de la memoria histórica del país.