(Escrito antes de la elección de Leon XIV)
En cualquier momento puede aparecer la humareda blanca, y con ella el nuevo Papa. La arquitectura, la vestimenta y el ritual del proceso son irresistibles para el periodismo de la imagen. Tanto así que el evento del Vaticano parece bastante más que una religión importante eligiendo en privado a su nuevo conductor.
Con más de mil millones de personas que se reconocen católicas en el mundo (eran menos de 300 millones en 1910), el catolicismo es una iglesia en expansión. En la teoría, ese poder del número está concentrado en el Papa, obispo de Roma. Sin embargo, ese pontífice es más poderoso dentro de su iglesia que fuera de ella, aunque por momentos no parece.
Para usar ejemplos toscos, que se sepa el papa y Ucrania. Nadie lo quiso como mediador. Árabes, judíos, cristianos ortodoxos, no suelen tener mayor interés en la iglesia de Roma. Menos aún cuando el líder fue más liberal que conservador, más abierto que sectario.
La inminente elección del próximo papa es un acontecimiento mundial, pero su influencia no va a ser mundial, o por lo menos no tan mundial como parece. Sus primeros pronunciamientos van a tener que ser, precisamente, sobre las guerras y conflictos en curso, India-Pakistán incluido. ¿Qué alcances tendrán esas palabras?
El poder de un Papa en estos tiempos ha sido definido como simbólico e institucional. Simbólico significa que no tiene tanto sentido buscar la extensión de su poder fuera de la Iglesia Católica. Institucional quiere decir que no todos los católicos se guían por sus opiniones, pues hoy el catolicismo tiene divisiones y polarizaciones.
Dicho todo esto, no cabe soslayar la importancia de lo que suceda apenas percibamos humo blanco en Roma. Pues el Papa, su nombre, sus opiniones, son términos de uso común en todo el globo. Ninguna de las grandes religiones tiene un conductor tan visible y aglutinador de la variedad mundial como el catolicismo romano.
La revista Forbes da la situación del tema en las dos mayores casas de apuestas. En una de ellas la gente va más por el cardenal italiano Pietro Parolin, en la otra favorece al filipino Luis Antonio Tagle. Las apuestas son a ciegas y no se vinculan con la elección misma. Como dicen los especialistas, son impredecibles.
Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).