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Nuevo socio de la guerra en Gaza, por Mirko Lauer

Como las órdenes de Trump son perentorias, desde hace ya varios días se espera ver a la dirigencia de Hamás salir de sus madrigueras con las manos en alto. 

Fue Mao Tse-Tung quien recogió el hipotético viejo dicho chino “Mata a uno y asusta a 10.000”. En estos días hay más de uno intentando aprovechar la luctuosa frase, sobre todo en el teatro de operaciones de Gaza. Hamás sigue atrincherado, convencido de que el rehén individual todavía representa muchos megatones geopolíticos a su servicio.

Luego de amenazar a los palestinos con la desaparición, Donald Trump ha dado un plazo a Hamás. Si para este sábado Hamás no entrega a todos los rehenes, se producirá una fulminante destrucción (“verdadero infierno”). Benjamín Netanyahu sigue esa línea, afirmando que si no aparecen los rehenes, cesa la tregua e Israel relanzará la guerra.

Se atribuye a Trump el mérito de haber producido la actual tregua en Gaza, precisamente gracias a sus amenazas. Pero la tregua no está soltando rehenes, entre otras cosas porque solo mediante ellos la organización terrorista puede hacer una ingeniería de su propio salvataje. Para Trump es un problema, pues el infierno que ofrece solo podría ser militar.

La provocación de Trump es espectacular. Expulsar a todos los palestinos y convertirlos en un pueblo errante, obligar a Egipto a recibirlos, apropiarse de la franja para hacer un balneario, ir al choque contra las ambiciones expansionistas del propio Israel. Con eso EEUU vuelve a todo el Medio Oriente un enemigo, asustado a medias.

Como las órdenes de Trump son perentorias, desde hace ya varios días se espera ver a la dirigencia de Hamás salir de sus madrigueras con las manos en alto. Pero eso no se está produciendo. Lo que hay es un compás de espera adornado de mutuas amenazas. ¿Puede Netanyahu dejar asesinar a los últimos rehenes y seguir viviendo tranquilo en Israel?

 ¿Es esa una preocupación de Trump? De ninguna manera. Está claro que los planes Gaza expresados por él necesitarían otro tipo de gobernante en Tel Aviv, sin el largo rabo de paja de las masacres y sin pretensiones de liderazgo mundial. Las frases de Trump sobre Hamás-rehenes también son llamados a Netanyahu para que se sacrifique.

 Mientras tanto el mundo espera el sábado con las mejores intenciones, pero con pocas posibilidades de ver un final feliz. Ni para los rehenes ni para los terroristas que vienen usando al pueblo palestino para sus propios fines.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).