La otra pandemia: violaciones y feminicidios aumentaron en África durante los últimos meses
En Sudáfrica, una mujer es asesinada cada 3 horas; mientras que en Kenya, se denunciaron 600 casos de violencia sexual durante el primer semestre del año. Otros países africanos presentan la misma tendencia.
La violencia de género en África se agudizó durante la pandemia por COVID-19. En Kenya, solo entre enero y junio, se denunciaron más de 600 casos de violencia sexual y también se registró un aumento del 50% de violencia machista. Mientras que en Nigeria el panorama ha sido similar y la República Centroafricana reportó 27% más de violaciones que el año pasado.
A estas alarmantes cifras se suman que las casi 4.000 escolares de Kenya han quedado embarazadas durante el cierre de las escuelas por el coronavirus, así como las últimas estadísticas de la Policía de Sudáfrica dan cuenta que una mujer es asesinada cada tres horas.
Por ello, la ONU no ha dudado en llamar a este incremento de violaciones y feminicidios como la “pandemia de la sombra”. No obstante, para los y las activistas de derechos humanos este término en el continente africano no existe porque desde antes que llegara el virus, la violencia de género ya era un problema grave.
“La situación ya era mala para las mujeres incluso antes del coronavirus. La pandemia solo ha levantado el velo de lo que no habíamos visto. La pandemia está ayudando a los gobiernos a abrir los ojos ante esta situación real”, declaró a DW Jean Paul Murunga, miembro de la organización de derechos de la mujer Equality Now.
Falta mucho por hacer
Pese a que el estado nigeriano de Kaduna condena la violación de menores de 14 años con la castración, los gobernadores del país declararon el estado de emergencia por violencia de género tras las multitudinarias protestas.
La integrante de la campaña “I Decided to Live”, Kitty Chrys-Tayl, asegura que hace mucha falta voluntad política para erradicar la violencia machista. Por eso, son pocos los países africanos que cuentan con presupuesto para medidas concretas vinculadas a esta problemática.
“Las normas y estándares sociales son tan débiles que las mujeres son asesinadas, violadas, golpeadas y desechadas. El país no se ocupa suficientemente bien de esto y no ejerce presión suficiente para trabajar en pro de la igualdad de género", finaliza Lesley Ann Foster, presidenta de la organización de derechos de la mujer Masimanyane Women’s Rights International, en Sudáfrica.