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El mundo del Drag Queen a través de la mirada de Tany de la Riva

Mientras estiliza una peluca para una presentación vía Zoom, Anthony Vergara nos introduce al mundo del drag y lo que significa ser gay en una sociedad que aún está en proceso de aceptar las diferencias de los demás.

Tany de la Riva es una conocida drag queen, performer, maquilladora y estilista. (Foto: Instagram)
Tany de la Riva es una conocida drag queen, performer, maquilladora y estilista. (Foto: Instagram)

“Puedo decir que vivo del drag” comenta orgullosamente Antony Vergara, un conocido drag queen que es parte de la comunidad LGTBI y que no teme mostrarse al mundo como Tany de la Riva, su personaje. Sin embargo, reconoce que este proceso, que inició en 2010, no ha sido fácil.

Pertenecer a la comunidad LGTBI en el Perú es todo un desafío, asumirse como lesbiana, gay, transexual, bisexual y demás es una muestra de valentía. La sociedad aún muestra un rechazo, una aceptación falsa. En este sentido, Tany de la Riva afirma que, a pesar del paso de los años y que la comunidad trata de hacerse más visible, todavía existe la doble cara de aquellos que afirman luchar por la igualdad: “La gente hace cosas por moda, por moda van a querer dar el apoyo, pero hay un apoyo falso”.

Tany de la Riva es, en sus palabras, la versión feroz de Anthony. Es “la vanidad de verse bella, glamorosa, elegante”. Su personalidad está inspirada en su abuela y su madre: “Son bien ‘showseras', les encanta que les tomen la atención cuando están haciendo cosas”, menciona.

El nombre del personaje drag, que ama el baile y presentar un espectáculo de lujo, nace de la versión femenina de Anthony. Considera que ser drag queen le hizo conocer habilidades que de otro modo no hubiera aprendido: “Sinceramente si hubiera elegido un camino ‘más normal', jamás hubiera descubierto”, dice con certeza.

Los inicios de Tany de la Riva

Anthony Vergara comenta que desde siempre le gustó bailar, pero nunca imaginó convertirse en un reconocido drag queen. Todo comenzó cuando participó de un concurso de talentos en una discoteca gay en el centro de Lima: “Me dijeron que había pasado el casting pero tenía que hacerlo vestido de mujer”, comentó.

Dedicarse al drag, señala, “inició como jugando”, ya que en ese tiempo estudiaba inglés, estaba inscrito en una academia de baile y tomaba cursos en sus tiempos libres. “Era bailarín, no ganaba tanto, pero ya era un ingreso. Luego empezaron a llamarme de más lados, empezaron a caer más contratos porque les gustaba lo que presentaba por mi energía”, indica el artista.

Para verse como Tany de la Riva en sus shows, Anthony Vergara dedica tres horas exclusivamente para ella, para pulirla y presentarse con todos los arreglos correspondientes, cuidando cada detalle en su maquillaje y atuendo.

Cuando empezó en el mundo del espectáculo drag, hace 10 años, entró con mucha ilusión. Quería ser aceptada y que el público gay la reconociera por su arte, por su capacidad de entretener.

Tany comenta que en aquellos años, el círculo era muy cerrado, por lo cual no fue tarea fácil hacerse un nombre dentro de la comunidad. “Por eso me gusta dar la mano a las nuevas”, asevera.

Ahora, con más experiencia en el rubro, manifestó que su personaje ha crecido y ha evolucionado, a medida que perfeccionó su presentación: “Quiero siempre mantener a la expectativa a la gente, que mi show sea completamente nuevo”.

Enfrentarse a la familia: la experiencia de confesarse gay para Tany de la Riva

Para Tany, la aceptación personal es tan importante como el apoyo de la familia. Ella comenta, que por suerte, la tuvo. “Este mundo es difícil para alguien que es gay, en una sociedad tan retrógrada como Perú, que aún está en proceso de abrirse. Es enfrentar a la familia, enfrentar a los amigos, es enfrentar al mundo y llevar la camiseta de quien tú eres”, manifestó.

Siempre se debe empezar por algo, así, él se armó de valor para confesarle su verdad a su madre pues es la persona en la que más confía. De esta manera, le dijo que “tenía novio y que hacía drag”. Su progenitora, como era de esperarse, se sorprendió y le dijo: “son dos noticias muy fuertes”. Sin embargo, días más tarde le habló de manera tranquila y le ofreció algunos implementos de mujer para su show.

Abrirse con su padre fue un poco más complicado. Al tiempo de contárselo a su madre, decidió enfrentar a su familia y contarles sobre su arte. Así fue que se atrevió a hablar con su progenitor para confesarle que era gay.

“A mi papá le tomó más tiempo asimilarlo. Le dije lo mismo, que tenía novio y que hacía drag. Le dije abiertamente, soy gay, mi papá se paró y se fue, pero yo seguí en lo mío”, precisa Tany.

Paulatinamente su padre y su familia fue aceptándolo. En realidad está muy agradecida, ya que de lo contrario su camino en el drag y como gay hubiera sido mucho más difícil- “Cada uno vive diferentes realidades, doy gracias al universo de que mi familia haya aceptado esto, porque tengo amigos que me dijeron que su familia no lo aceptó y los expulsaron de su casa. Viven cosas difíciles, tienen que ocultarse”.

La aceptación personal LGBTI en la sociedad peruana

La comunidad LGTBI se enfrenta a constantes críticas, a estereotipos y a estigmas sociales. A pesar de todo, él asegura que la represión del entorno limeño, le dio las fuerzas que necesitaba para “cambiar el chip”.

“Yo soy gay desde que tengo uso de memoria, desde muy chico me gustaban las cosas de niñas. Yo no busqué ser drag, yo solo quería ser bailarín y divertirme”, afirma Anthony Vergara, quien además comenta la importancia de enfrentar al mundo, aunque muchas veces la sociedad intente reprimirlo.

Opina también que la poca existencia de voceros de la comunidad LGTBI influye en la limitada visibilización que se tiene. Considera, que las personas que están en política, deberían ser más activas. Del mismo modo, cree que aquellos personajes que pertenecen a la comunidad y tienen la capacidad de llegar a cientos de personas, son los llamados a luchar públicamente por esta población.

“La sociedad hace que vivas bajo una regla, si hubieran voceros de la comunidad LGTBI eso apoyaría en la lucha, gente que de verdad muestre lo mejor de nuestra comunidad. Por ejemplo, Ricardo Morán me representa, Ernesto Pimentel también, son personas que demuestran su profesionalismo con su trabajo”.

Tany de la Riva quiere que su personaje, además de impresionar al público con el baile y el físico, lleve un mensaje de fuerza y aliento para aquellos que aún no tienen el coraje de aceptarse frente al mundo y vivir su verdad.

“Siempre hay un momento para esto, si es que te gusta, si es que te nace. Hay que demostrar de la mejor forma quién tú eres. Luchen, tengan paciencia, no se dejen pisar y no callen”, sentenció la artista.