Recortes presupuestarios en EEUU ponen en riesgo la salud de sobrevivientes del 11-S: "No es política, es humanidad"
Los recortes en el presupuesto han puesto en jaque la atención médica de los sobrevivientes del 11-S, generando preocupación en la comunidad. La falta de personal podría impedir que el programa de salud brinde la atención oportuna que tanto necesitan quienes fueron afectados por los atentados.
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Desde el trágico día del 11 de septiembre, miles de personas han estado luchando con problemas de salud relacionados con la exposición a toxinas en el lugar de los hechos. Sin embargo, los recientes recortes en el financiamiento de programas de salud han dejado a muchos en una situación precaria, con la posibilidad de que no reciban la atención médica necesaria.
“Estamos todos como bombas de tiempo”, advierte un sobreviviente, reflejando la angustia que sienten muchos en la comunidad. La falta de recursos y personal calificado podría llevar a un aumento en las complicaciones de salud, lo que pone en riesgo la vida de quienes aún lidian con las secuelas de esa fatídica jornada.
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Crisis en el programa de salud del 11-S en Estados Unidos
El programa de salud del World Trade Center fue establecido a través de la Ley de Salud y Compensación James Zadroga del 11-S y ha sido un salvavidas para muchas personas afectadas por el desastre. Sin embargo, los recortes presupuestarios reducirían significativamente su capacidad para atender a las víctimas. "No se trata de política, se trata de humanidad", dijo John Feal, ex responsable del 11-S y fundador de la Fundación Feal Good. Actualmente, el número de personas inscritas en el programa supera los 150.000, sin embargo, la escasez de personal y la falta de recursos han impedido que el programa opere de manera efectiva.
La reducción de personal ha generado demoras en la atención médica, el programa a inicios de año enfrentó un recorte de 20% de su personal y en abril sufrió la pérdida de 16 empleados, entre médicos y enfermeras.
Algunos sobrevivientes temen que los diagnósticos de cáncer, enfermedades respiratorias y trastornos de salud mental puedan retrasarse debido a la falta de capacidad para procesar las solicitudes de atención médica. El impacto de estos recortes está siendo sentido en comunidades de todo el país, particularmente en Nueva York, donde la exposición al polvo tóxico fue más severa.
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La lucha por la reautorización del programa
A pesar de la gravedad de la situación, los defensores de los sobrevivientes del 11-S siguen luchando para asegurar que el programa reciba la financiación adecuada. El proyecto de ley bipartidista HR 1410 busca proporcionar los recursos necesarios para hacer frente al déficit presupuestario, pero aún está estancado en el Congreso. Mientras tanto, los sobrevivientes y las organizaciones que los representan instan a los legisladores a actuar rápidamente para evitar que la salud de miles de personas continúe poniéndose en peligro.
Las proyecciones de financiamiento no han tenido en cuenta el aumento de los inscritos ni la inflación médica, lo que ha dejado al programa con un déficit creciente. Esta situación pone en peligro el futuro de la atención médica que los sobrevivientes del 11-S tanto necesitan. En respuesta, varios defensores de la salud han expresado su indignación, calificando los recortes como un desinterés por el bienestar de aquellos que sacrificaron su salud por el bien común. "Recuerden mis palabras: la gente morirá sin él", expresó Michael Barasch, abogado representa a miles de víctimas.