Deportaciones masivas de Trump en EE. UU.: estos serían los trabajos más afectados por las expulsiones de inmigrantes en 2025
Las políticas de deportación masiva en Estados Unidos impactan el mercado laboral de Nueva York, afectando la economía estatal y generando una posible crisis en sectores clave.

Las recientes políticas de deportación masiva en Estados Unidos han comenzado a afectar de manera significativa el mercado laboral de Nueva York. Con una población migrante considerable, la expulsión de inmigrantes podría desencadenar una crisis en sectores clave de la economía estatal. Este fenómeno no solo impacta a la comunidad migrante, sino que también pone en riesgo la estabilidad económica del “Estado Imperial”.
Según un informe del Immigration Research Initiative, Nueva York alberga aproximadamente 4,5 millones de extranjeros, de los cuales 1,8 millones son no ciudadanos y cerca de 670 mil son indocumentados. La deportación de un porcentaje significativo de esta población podría resultar en pérdidas fiscales y en una disminución de la capacidad operativa de diversas industrias, afectando así a la economía en su conjunto.
Sectores productivos de Nueva York afectados
La deportación de trabajadores migrantes impactaría severamente en varios sectores productivos. En el ámbito de la restauración, por ejemplo, se estima que los empleados indocumentados representan el 12% de las ocupaciones en este sector. Esto incluye a 7.000 chefs, 17.000 cocineros, 9.100 trabajadores de preparación de alimentos y 9.200 meseros. La reducción de esta fuerza laboral podría llevar a una crisis operativa en restaurantes y cafeterías.
Cuidado de personas y Servicios Domésticos
El sector de cuidado de personas también se vería gravemente afectado. La deportación de trabajadores domésticos y de salud generaría dificultades para muchas familias que dependen de estos servicios. En Nueva York, hay aproximadamente 20.900 trabajadores de limpieza y mantenimiento, 16.800 asistentes de salud a domicilio, 7.000 trabajadores de cuidado infantil y 6.500 asistentes de cuidado personal. La falta de estos profesionales podría complicar la vida diaria de muchas familias.
Construcción y Mantenimiento
En el sector de la construcción, la situación es igualmente preocupante. Se estima que el 25% de la mano de obra actual en este rubro corresponde a migrantes indocumentados. Con 29.500 obreros de la construcción, 12.800 carpinteros y 6.200 pintores, la deportación de estos trabajadores podría desencadenar una crisis en la industria, afectando proyectos y generando retrasos en la construcción.
Agricultura y Producción de Alimentos
La agricultura también sufriría un impacto significativo. La deportación de trabajadores agrícolas podría reducir a la mitad la mano de obra actual en este sector. Más del 50% de los empleados en campos agrícolas en Estados Unidos son inmigrantes, muchos de ellos indocumentados o con visas temporales. La falta de estos trabajadores podría comprometer la producción de alimentos en el estado.
Industria Manufacturera y de Procesamiento
La industria manufacturera y de procesamiento de alimentos en Nueva York también se enfrenta a desafíos. La deportación de trabajadores en fábricas y plantas de procesamiento podría afectar la producción y la cadena de suministro en todo el estado. Las empresas que dependen de esta mano de obra se verían obligadas a buscar alternativas, lo que podría resultar en un aumento de costos y una disminución de la eficiencia.
Consecuencias Económicas en Comunidades de Nueva York
El informe también destaca que algunas ciudades de Nueva York han experimentado un crecimiento gracias a la llegada de inmigrantes, como es el caso de Buffalo. Desde el año 2000, la población nacida en EE. UU. ha disminuido en 31.000 personas, mientras que la población inmigrante ha aumentado en 15.000. La reducción de la inmigración y la deportación de residentes actuales podrían revertir estos avances, generando problemas económicos en estas comunidades.
La salida de trabajadores en sectores clave podría resultar en un aumento en los costos de vida, la reducción de empleos para ciudadanos estadounidenses y el deterioro de la calidad de vida en diversas comunidades del estado. La situación actual plantea un desafío significativo para la economía de Nueva York y para la estabilidad de sus comunidades.













