Nueva York refuerza la seguridad escolar: Los nuevos recursos para proteger a estudiantes de Estados Unidos

Nueva York ha implementado una nueva legislación que amplía los recursos para proteger a escuelas charter y privadas, beneficiando a más de 70,000 estudiantes. Esta medida histórica busca garantizar la seguridad en entornos educativos y corregir desigualdades en el acceso a fondos.

La ciudad de Nueva York ha dado un paso significativo al aprobar una ley que permite a las escuelas charter y privadas acceder a recursos para contratar oficiales de seguridad. Esta medida, impulsada por el concejal Justin Brannan, beneficiará a 193 escuelas y más de 73,000 estudiantes que previamente no tenían acceso a estos fondos. El cambio elimina barreras históricas y asegura que todos los centros educativos puedan brindar entornos seguros para sus comunidades.

Anteriormente, solo las escuelas públicas podían recibir reembolsos para seguridad, dejando a muchas instituciones en desventaja. La nueva legislación no solo corrige esta desigualdad, sino que también reduce el umbral de elegibilidad de 300 a 150 estudiantes, permitiendo que más instituciones participen en el programa.

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¿Cuáles son las nuevas medidas en las escuelas de Nueva York?

La ley aprobada responde a una necesidad creciente de proteger a los estudiantes, especialmente en escuelas que históricamente han enfrentado desafíos para garantizar la seguridad de su comunidad educativa. Este avance permitirá que escuelas charter, católicas, judías y otras privadas tengan acceso a oficiales de seguridad capacitados, financiados por el gobierno.

James Merriman, director del Centro de Escuelas Charter de Nueva York, celebró la medida como un paso crucial para garantizar la protección de todos los estudiantes, destacando que un entorno seguro es esencial para el aprendizaje y el desarrollo integral.

Impacto en comunidades vulnerables

Esta iniciativa cobra especial relevancia considerando que el 90% de los estudiantes en escuelas charter de Nueva York son afroamericanos o latinos, y el 82% proviene de familias de bajos ingresos. Con este nuevo acceso a recursos, estas instituciones podrán enfocarse en mejorar la educación sin sacrificar fondos para la seguridad.

Con la implementación de esta legislación, Nueva York reafirma su compromiso de crear entornos seguros y equitativos, priorizando la seguridad como base fundamental para el éxito académico y comunitario. Este avance establece un precedente para que otras ciudades adopten medidas similares en el futuro.