Estados Unidos

Mujer estadounidense pide eutanasia para su perro enfermo, pero un año después lo encuentra en adopción

El refugio de animales situado en Maryland se niega a restituir la mascota a su dueña. Sostienen que no es posible retornar al animal a quien originalmente lo cedió.

Beau fue diagnosticado con un problema en el cerebro; sin embargo, eso no fue cierto. Foto: NBC news
Beau fue diagnosticado con un problema en el cerebro; sin embargo, eso no fue cierto. Foto: NBC news

La historia de Kristie Pereira y su perro ha causado revuelo en las redes sociales y ha puesto en tela de juicio los procedimientos que llevan a cabo los especialistas en casos de eutanasia. En un documento se dibujaba la frágil frontera entre la existencia y el final. Esa era la realidad para ella, quien estampó su firma en un papel en una instalación de atención animal, expresando que la decisión más conveniente para las circunstancias era poner fin a la vida de su pequeño perro Beau.

¿Cuándo sucedió la eutanasia a la mascota de Kristie?

Este suceso tuvo lugar en 2023, cuando Beau, un perro de raza local de apenas 5 meses, no paraba de llorar, había perdido la capacidad de controlar sus necesidades y no lograba levantar sus patas traseras.

Un veterinario de Maryland, en Estados Unidos, indicó que el perro no tenía posibilidades de recuperación, según lo relatado por Pereira al Washington Post. “Tengo muchas preguntas, pero ante todo quiero que regrese conmigo”, señaló Pereira.

 Kristie y su perro Beau. Foto: NBC News

Kristie y su perro Beau. Foto: NBC News

¿Cómo logró encontrar a su perro Beau?

Kristie Pereira, quien actualmente reside en San Antonio, Texas, relató que se encontraba trabajando desde su hogar en Maryland cuando desembolsó 450 dólares a finales de 2022 para adoptar a un cachorro mestizo de sabueso de tan solo 2 meses de edad, proveniente de un grupo local conocido como Lost Dog & Cat Rescue Foundation.

El diagnóstico de Beau, el motivo por el cual le 'aplicaron' la eutanasia

Un experto en medicina veterinaria determinó que el canino podría estar enfrentando un desafío neurológico. Los resultados de las pruebas sanguíneas indicaron la posibilidad de una afección hepática en el perro.

Por lo tanto, se le administraron enzimas hepáticas a Beau y se aseguró a Pereira que si el origen del problema residía en el hígado del perro, la recuperación sería notablemente rápida.

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¿Por qué no estuvo junto a su mascota cuando le aplicaron la eutanasia?

Después de numerosas noches de insomnio y al observar que el canino padecía intensos dolores, Pereira relató que llevó a Beau a los Servicios para Animales del Condado de Montgomery en Derwood, Maryland, a finales de marzo de 2023.

Abonó 15 dólares para que se le aplicara la eutanasia a Beau. Se le informó que, de acuerdo con las políticas del refugio, no se permite que las personas permanezcan con sus mascotas durante el procedimiento de eutanasia.

Kristie Pereira y la búsqueda por Beau

La semana anterior, mientras visitaba a su madre en Maryland, Pereira sintió curiosidad y decidió explorar la página web del refugio para ver los perros disponibles para adopción. Para su sorpresa, encontró una foto de Beau.

El cachorro había crecido, pero aún conservaba las mismas marcas distintivas. Además, tenía el nombre que le habían asignado antes de su adopción: Amos Hart, un nombre inspirado en un personaje del famoso musical Chicago.

Beau y su dueña juntos antes que suceda la trágica noticia. Foto: Bored Panda

Beau y su dueña juntos antes que suceda la trágica noticia. Foto: Bored Panda

El comunicado de la empresa de adopción

El pasado viernes, la organización Lost Dog & Cat Rescue emitió un detallado informe en el que se confirmaba la ausencia de trastornos neurológicos en un canino bajo su cuidado.

Después de realizar una serie de exámenes que revelaron una afección hepática, se llevó a cabo una intervención quirúrgica valorada en 7.000 dólares. Gracias a la generosidad de los donantes en una campaña de GoFundMe, se cubrió el costo de la operación y el perro fue dado de alta con un diagnóstico de buena salud.

“La persona que me llamó fue muy grosera, irrespetuosa y desagradable conmigo”, dijo Pereira llorando, “me dijo que lo había abandonado y que lo había dejado morir. Que nunca me preocupé por él”.