Pedro Castillo cosechó sus votos en el campo y en el magisterio
Balance poselectoral. Vive en el campo. Es como nosotros. Como maestro conoce los problemas de la comunidad. Viene de abajo. Son respuestas de ciudadanos de Arequipa, Puno y Moquegua para justificar su apoyo a Pedro Castillo. El papel del magisterio en esta primera victoria fue clave. Coparon listas al Congreso.
La comunidad de Pacco Cusullaca, en Ilave, se ubica a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar, a tres horas de viaje de la ciudad de Puno. Ahí viven 550 familias que crían ganado y siembran el campo. Por acuerdo comunal apoyaron a Pedro Castillo. Eso se reflejó en la votación del domingo pasado: 55% para el líder de Perú Libre y 24% del puneño Yonhy Lescano.
Teófilo Chata cosecha quinua. En plena faena responde que el voto al candidato de Perú Libre es una esperanza para los pobres. ”Tantos gobiernos y acá seguimos pobres. Él es como nosotros, de campo. Sabe lo que sufrimos. No quiero que me regalen nada. Aspiro a mejores créditos, los bancos nos quitan todo. Son abusivos”, dijo.
Según Chata, en la segunda vuelta, también votarán por Castillo. Confía que con él en la presidencia habrá mejores centros de salud y escuelas.
Julia Ramírez recuerda que apoyaron a otros presidentes, pero siguen siendo pobres. No votaron por Lescano, dice Ramírez, porque no lo sienten puneño. Nació acá pero se fue a Lima. Ya piensa como ellos, afirma. “En cambio, el profesor es de otra región, pero vive en su pueblo. En su comunidad”, remata.
Cercano a ellos
El candidato del lápiz barrió en la mayoría de regiones del sur. Arequipa, Moquegua, Tacna, Puno, Cusco y Apurímac le dieron su respaldo. Antonina Cusiatau Castillo es una profesora de educación inicial. Desde el inicio de la pandemia, ella fundó una olla común en la parte alta del distrito de Cayma en Arequipa. Preparan 130 platos a diario. Dan almuerzos a sus vecinos empobrecidos por la crisis.
Antonina votó por Castillo. Confía en él porque es maestro y sabe de las necesidades del pueblo. “Los profesores saben la realidad de las familias a través de sus hijos que van al colegio. ¿Por qué no darle la oportunidad, por qué desconfiar de él?”, dice.
En Arequipa, Castillo obtuvo 32.1% según la ONPE.
La maestra amenaza, si Castillo falla en su gobierno, el pueblo que lo respaldó saldría a las calles para recordarle sus promesas. Aguarda con esperanza la atención a la educación, más aún cuando los niños solo reciben educación a distancia y no todos tienen internet y tabletas.
No leyó sus propuestas pero en sus discursos le llama la atención su anuncio de gobernar con sueldo de maestro.
Sofía Palomino Chirinos también integra esta olla común y respaldó al “lápiz”. Para ella, Castillo “es una persona que viene de abajo y es sufrida”. “No es como Keiko con dinero. Pienso que él podría hacer algo por nosotros, los pobres”, mencionó esta madre de 4 hijos.
Aunque confesó no haber leído sus propuestas, en su familia, todos votaron por el docente.
El papel del maestro
Percy Casilla Mamani (36) es un docente de la zona rural de Moquegua con 7 años en el magisterio. Se identificó con Castillo por su rechazo a los políticos tradicionales. Para él, Castillo “recoge el clamor de la clase postergada por este sistema”. Conoce la realidad del campo, de la escuela rural y la pobreza, dice.
El docente agregó que desde el 2017, el postulante de Perú Libre los representó en la huelga nacional de los maestros. Demostró conocer el abandono en el que se sienten y más aún en esta coyuntura de crisis, donde los estudiantes caminan horas en busca de señal de telefonía e internet.
Así como Casilla muchos maestros se sumaron a la causa. No hubo una campaña millonaria en redes sociales, televisión o gigantografías en avenidas. El sueldo de un docente no lo permitía. La propuesta de Perú Libre fue del “boca en boca” y tocando puertas.
El profesor Alex Paredes, virtual congresista por Arequipa, revela que oficializada la postulación de Castillo en Perú Libre este puso como condición a la dirigencia de Vladimir Cerrón que al menos un maestro integre las distintas listas congresales de regiones. Por eso en el sur, ocho congresistas provienen del magisterio.
En ese sentido, fueron los docentes electos por la base de cada región que elaboraron la estrategia. Se conformó la Coordinadora Nacional Magisterial, plataforma de campaña en el país. Esta instancia, a través de Paredes, actual Decano del Colegio de Profesores del Perú, se buscó el apoyo de los 440.000 docentes colegiados. 70% de maestros respaldó la causa y paradójicamente encontraron en los padres de familia un soporte y réplica de la campaña.
Suteba, clave
En Arequipa, la participación de los principales líderes del Sindicato Unificado de Trabajadores de Educación Bases Arequipa (SUTEBA), fue clave. Esta base nació de forma paralela al Sindicato Unitario de los Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP), tras la huelga indefinida de 2017, liderada por Castillo.
La actual secretaria de organización, Silvia Salas Ramírez, Daysi Madrid Vargas y maestras de zonas altas y provincias, como Ana María Manrique Valencia (Condesuyos), Florencio Mollo (Castilla) y el propio Paredes, llevaron la voz de Castillo a los sectores más recónditos de la región. Similar estrategia se empleó en el resto del país.
El secretario Regional del Sindicato Unitario de los Trabajadores en La Educación del Perú (SUTEP), Adolfo Quispe, confiesa que la dirigencia de esta agrupación, no respaldó a Castillo. Parte del gremio y Patria Roja, se sumó a Verónica Mendoza.
No obstante, explica que el 80% del magisterio, está conformada por maestros “independientes”, aunque con tendencia de izquierda, donde Castillo encontró su voto duro. Niegan el apoyo del Movadef.