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Rafael López Aliaga se hizo rico con concesiones de Alberto Fujimori, pero ahora lo llama corrupto

Remember. El millonario James Sherwood relató en sus memorias que después de reunirse con el expresidente en Palacio de Gobierno junto con sus socios Rafael López y Lorenzo Sousa, ganó la concesión de los trenes Cusco-Machu Picchu y Matarani-Puno.

El millonario James Blair Sherwood se reunió con Rafael López Aliaga y Alberto Fujimori en Palacio de Gobierno. Foto: composición
El millonario James Blair Sherwood se reunió con Rafael López Aliaga y Alberto Fujimori en Palacio de Gobierno. Foto: composición

Desde que fueron reveladas las deudas coactivas con la Sunat de siete de sus empresas con la Sunat, que al día de hoy superan los 33 millones de soles, Rafael López Aliaga arguyó que gran parte del monto se originó “en el siglo pasado”, en los años 90, y que fue producto de la “persecución” del régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Pero fue en el gobierno fujimorista que ahora tilda de “corrupto”, y del que ha tomado distancia durante la campaña electoral, que el candidato de Renovación Popular, junto con su socio Lorenzo Sousa Debarbieri, se hizo millonario con las privatizaciones de las empresas estatales EnturPerú y Enafer.

Era tan cercano a Fujimori que llevó a Palacio de Gobierno a su socio estratégico James Blair Sherwood, el millonario propietario de la cadena de hoteles y ferrocarriles de lujo Orient-Express. Llegó en 1999, cuando Fujimori y Montesinos estaban enfrascados en el fraude para prolongar por 5 años más el régimen. Para entonces Sherwood había comprado el 50% de Peruval, la empresa con la que López Aliaga y Sousa controlaban los hoteles Machu Picchu y Monasterio, cuyas concesiones fueron obtenidas en 1994, en pleno furor del régimen fujimorista.

Testigo. El millonario James Sherwood contó sobre su reunión secreta con Fujimori, en 1999. Foto: difusión

Testigo. El millonario James Sherwood contó sobre su reunión secreta con Fujimori, en 1999. Foto: difusión

De acuerdo con sus memorias, tituladas Orient-Express: un viaje personal (2012), Sherwood recordó la ocasión del encuentro con Fujimori, justo antes de la licitación de la concesión de los ferrocarriles del Cusco, que tanto interesaba a los socios López Aliaga y Sousa. Por lo que relata James Sherwood, el encuentro en Palacio fue expresamente para abordar la privatización de Enafer Perú.

“Con los ferrocarriles estatales peruanos en mente, exploré (con Fujimori) su posición sobre la privatización de las propiedades estatales, respondiéndome que el proceso se encontraba en plana marcha. (Fujimori) conocía de mi vinculación con los ferrocarriles en Europa y Asia, y me alentó a considerar invertir en los ferrocarriles en el Perú cuando se presentara la ocasión”, escribió Sherwood. No pasó demasiado tiempo.

El 19 de julio de 1999, el Comité Especial de Privatización de Enafer Perú convocó a licitación internacional para vender las concesiones de todo el sistema ferroviario nacional. Por una pequeña diferencia, el Consorcio Ferrocarriles del Perú -con la que estaban relacionados López Aliaga y Sousa- ganó la adjudicación a su único competidor, el consorcio de compañías estadounidenses Genesce & Wyoming/UniRail. Hasta el propio Sherwood expresó sorpresa por la manera en la que sus socios ganaron la puja.

Rafael López Aliaga

Rafael López Aliaga

“Decidimos ofertar el 30% de los ingresos para todo el sistema (de ferrocarriles). Estaba en Buenos Aires cuando recibí una llamada de Simon Sherwood, quien lideraba el proceso de licitación. Me dijo que creía que 30% era demasiado bajo y me propuso aumentar a 33,33%. López y Sousa sugirieron que subiéramos un poco más, al 33,375%. Como eran las personas que estaban en lugar, acepté de inmediato. Resultó que solo había dos postores, y cuando se abrieron las ofertas, se reveló que la competencia había ofrecido el 33,33%. Nuestra oferta del 33,375% ganó por estrecho margen. Luego se especuló mucho que nuestros socios peruanos (López Aliaga y Sousa) de alguna forma se enteraron con anticipación de lo que ofrecía la otra parte. Pero si lo hicieron, nunca me lo dijeron”, escribió Sherwood.

El 20 de septiembre de 1999, en plena campaña por la re-reelección de Fujimori, se firmó el contrato de concesión de los tramos ferroviarios sur-oriente (Cusco-Machu Picchu) y tramo sur (Matarani-Arequipa-Juliaca-Puno) por 35 años. López Aliaga había conseguido uno de sus mayores éxitos empresariales, el mismo año que, junto con sus socios Lorenzo Sousa y James Sherwood, tuvieron una reunión privada en Palacio con Fujimori en el que hablaron, precisamente, sobre las concesiones ferroviarias, una de las principales fuentes de su riqueza. Ahora dice que Fujimori y su gobierno fueron corruptos.

Memoria. Fujimori y López Aliaga en el Hotel Monasterio. Foto: difusión

Memoria. Fujimori y López Aliaga en el Hotel Monasterio. Foto: difusión

Negocio con la Arquidiócesis del Cusco

El 27 de enero de 1994, Perú Hotel S.A., la empresa de Rafael López Aliaga y Lorenzo Sousa, ganó la concesión de Seminario San Antonio Abad del Cusco, donde se instaló el Hotel Monasterio, y el Hotel Machu Picchu, donde opera el Sanctuary Lodge Hotel.

Según el contrato de concesión, por el seminario, Perú Hotel S.A. le abona a la Arquidiócesis del Cusco una mensualidad de US$ 6 mil. López Aliaga quiere ampliar la concesión hasta 2047.

Gracias al chino

López Aliaga disfruta al día de hoy de las concesiones del gobierno de Fujimori de los trenes (1999) y del Seminario Antonio Abad del Cusco (1994).

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