Domingo

Ecuador y la crisis de la energía eléctrica

Cortes de luz de ocho, diez y hasta 12 horas diarias sufre por estos días la población ecuatoriana. El 70% de las centrales de energía son hidroeléctricas, hoy el país sufre la peor sequía de los últimos 60 años y no puede producir la electricidad suficiente. La crisis energética se traduce también en enormes pérdidas económicas y reducción de puestos de trabajo. Esa tensa situación se mantendría hasta fin de año.

Por estos días las familias ecuatorianas en Guayaquil soportan hasta doce horas de corte del suministro eléctrico. El racionamiento va de 12 de la noche hasta las 4 de la mañana. En el día, otra vez se va la luz a las 8 de la mañana hasta las 12 del mediodía. Y nuevamente hay un corte desde las 4 de la tarde hasta las 8 de la noche.

“No se puede hacer nada sin que algo no se te quede a medias”, cuenta Braulio Orellana, periodista peruano afincado en Ecuador hace varios años. También señala que con la luz también se va el internet, y aunque el gobierno dio directivas a las empresas públicas y privadas para que se haga teletrabajo, “con los cortes ¿en qué momento puedes trabajar tranquilo?”.

El racionamiento también afecta actividades cotidianas como la atención en bancos y otros negocios, o el funcionamiento de los semáforos en las calles, con lo que el tráfico se convierte en un caos. Incluso el Metro de Quito ha tenido que suspender su servicio algunas veces por el tema del suministro eléctrico.

Ecuador también está sumido en una grave crisis de inseguridad y los ciudadanos de a pie sufren esa atmósfera de temor porque las calles están a oscuras o los apagones los sorprenden en ellas. En esta coyuntura, salir a la calle con los altos índices de delincuencia que hay, se ha vuelto una actividad de alto riesgo.

No es un problema reciente

Los apagones que está sufriendo todo Ecuador no son recientes. Hace más de un año que estos problemas ya estaban presentes y se han agudizado en los últimos meses. La falta de lluvias ha ocasionado el descenso del caudal de los ríos a niveles mínimos -un fenómeno conocido como estiaje- y las centrales hidráulicas, que constituyen el 70% de la generación de electricidad en Ecuador, no pueden operar a su total capacidad. Hoy, 20 de las 24 provincias ecuatorianas, tienen problemas de racionamiento, incluidas ciudades grandes como Quito y Guayaquil.

El gobierno decretó a inicios de mes el toque de queda y estado de excepción por 60 días por el repunte de la violencia. Foto: AFP

El gobierno decretó a inicios de mes el toque de queda y estado de excepción por 60 días por el repunte de la violencia. Foto: AFP

“Los primeros cortes debido al estiaje ocurrieron en octubre de 2023. Ecuador tiene dos estaciones bien marcadas: época de lluvias de diciembre a junio, y época seca de junio a diciembre. En algunas regiones llega hasta marzo. Casi el 90% de la generación de energía es hidráulica, requieren de lluvias y caudal de los ríos. Y el año pasado el estiaje fue muy fuerte, no llovió. Según expertos de la Universidad de Loja, ha sido el más fuerte de los últimos sesenta años”, explica Carolina Mella, periodista ecuatoriana y corresponsal de El País.

Retrocediendo en el tiempo, el presidente Rafael Correa construyó 14 centrales hidroeléctricas y dejó un Plan Maestro para la generación de electricidad según el crecimiento de la demanda de energía. Pero los sucesivos gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lazo, no continuaron ese plan y tampoco se interesaron por otras opciones como centrales termoeléctricas, eólicas u otras energías renovables, que hoy hubieran sido una alternativa.

“El gobierno de (Daniel) Noboa asumió el poder en noviembre de 2023, en plena crisis energética, y los racionamientos continuaron. Por entonces los racionamientos eran de cuatro, cinco horas. Hoy son de hasta doce horas, la situación se ha agravado”, explica Carolina. También dice que Noboa no continuó con la contratación de 350 megavatios que Lazo había dejado al siguiente gobierno a pesar de que la crisis era notoria. Para marzo de este año la sequía era implacable y las centrales no podían abastecer la demanda. “El presidente (Noboa) sabía esas cosas, pero no hizo nada”.

Hubo problemas de desabastecimiento en abril y apagones programados. Y en setiembre pasado la situación ya era insostenible. El gobierno debió decretar apagones en todo el país. No fue una política de racionamiento gradual, de pocas horas primero para luego aumentar. Ocurrió que se anunció cortes masivos y programados de hasta 10 horas. 

“El día del anuncio cortaron la luz de diez de la noche a las seis de la mañana. Y luego los cortes fueron brutales: al inicio fueron de hasta catorce horas y ahora son de diez, doce. Hay un claro malestar de la gente”, comenta Mella.

El mes pasado el presidente Noboa debió reconocer que la situación lo estaba desbordando. Aceptó que la sequía que golpea al país ha desembocado en una crisis energética que ha sumido a Ecuador en un “caos”, y que la situación “es mucho peor de lo esperado”.

Perdidas económicas

La Cámara de Industrias y Producción (CIP) de Ecuador señala que cada hora que pierden por no contar con suministro les significa 12 millones de dólares en pérdidas. De igual manera, los pequeños comercios como tiendas, bares, hoteles o restaurantes ya empiezan a tener problemas para mantener la planilla trabajando menos horas de las que pueden. Los medios han informado que en el último mes unas 3,600 personas fueron despedidas.

“Si en un mes ya se anuncia esa cifra, hasta fin de año pueden duplicarse. Además de la crisis en seguridad que Ecuador sufre, también puede haber una crisis social”, menciona el periodista peruano Braulio Orellana.

La ministra de Energía, Inés Manzano, asumió el cargo en octubre y anunció un plan para terminar con los cortes este año. Foto: AFP

La ministra de Energía, Inés Manzano, asumió el cargo en octubre y anunció un plan para terminar con los cortes este año. Foto: AFP

Nuestro compatriota cuenta que en programas de TV ecuatorianos hay comentaristas invitados que señalan que la mejor manera de solucionar el tema es incentivando la participación privada en el sector energético, como sucede en Perú o Colombia. “Aquí los expertos que aparecen en los programas mencionan el ejemplo del Perú y dicen que gran parte de su generación de energía es público-privada. Y preguntan por qué en el Ecuador no se hace. Y en efecto, aquí todo es estatal”, explica.

El ministro de Energía anterior, Antonio Goncalvez, renunció a comienzos de mes. Fue reemplazado por Inés Manzano, hasta entonces ministra del Ambiente. Al asumir el cargo, ella anunció un plan tendiente a ir reduciendo paulatinamente las horas de corte hasta diciembre. Para ello señaló que se comprará energía a Colombia, y también equipos de generación eléctrica.

El gobierno también ha planteado ‘arancel cero’ para la importación de generadores eléctricos en todas sus formas, partes y piezas, a fin de que la población pueda contar con estos equipos a menor costo. Se sabe que los principales exportadores de estos equipos son China y también Perú. “Es imperativo asegurar que las operaciones comerciales y productivas no se vean interrumpidas por la crisis eléctrica”, se menciona en el dictamen emitido por el Ministerio de Economía, que dio su respaldo a la medida arancelaria.

“Ahora, además de las centrales eléctricas a gas y con energías renovables que se están planteando, también hay focos y aparatos eléctricos que funcionan con paneles solares. Supongo que así será en el futuro”, comenta Braulio Orellana. En todo caso, como todos, espera que esta crisis no se prolongue demasiado.