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Lucho Llosa: “El enfoque de Adriana Tudela es bastante equivocado”

El conocido director de cine, Lucho Llosa, habla sobre la reciente controversia por la Ley Tudela, de sus preferencias en la gran pantalla, de su familia y del legado que deja.

Novedades. A sus 72 años, Llosa alista estreno de tres nuevos filmes. Foto: Marco Cotrina/La República
Novedades. A sus 72 años, Llosa alista estreno de tres nuevos filmes. Foto: Marco Cotrina/La República

Por: Sandro Mairata

Lucho Llosa pasa tiempo escribiendo sus memorias a manera de una autobiografía de la que aún no piensa contar mucho. “Como una crónica de mis experiencias en el mundo del espectáculo”, me dice. Tiene tres películas en proceso de llegar a estreno –dos en República Dominicana, una en Perú– y sonríe cuando medita en las vueltas que da la vida. Los dos hijos varones que tiene con Roxana Valdivieso –Sebastián, 31, y Mateo, 29– quieren ser, en este orden, uno cantante y el otro director de cine. Es decir, uno como la madre, el otro como el padre. La hija mayor, Micaela –fruto de un compromiso anterior–, acaba de publicar Lo que me habita, un libro que la propia Valdivieso describe como “un mapa, una guía asistida, un original cuestionario en un cuaderno de ejercicios que nos facilita el derrotero para iniciar un gran viaje al interior de uno mismo”. 

Desde su departamento barranquino, Llosa, 72, escucha y responde las preguntas que le hago sobre su participación en recientes hechos que involucran al sector audiovisual peruano. La controversia por el contenido del proyecto de ley presentado por la congresista Adriana Tudela le ha salpicado, y hay quienes lo señalan como un supuesto responsable en las sombras de esta iniciativa. 

"Es un absurdo pretender sacar el apoyo estatal para el cine". Foto: Difusion

"Es un absurdo pretender sacar el apoyo estatal para el cine". Foto: Difusion

¿Cómo ha tomado la discusión sobre la Ley Tudela? 

Mira, yo creo que al final de cuentas, es saludable que se haya puesto sobre la mesa. Creo que el enfoque de Adriana Tudela es bastante equivocado. Pero, al mismo tiempo, esto nos da la oportunidad de perfeccionarla. La ley que tenemos ahora tiene todos los apoyos estatales que se deben mantener, pero tiene una carencia y es aquello que ha hecho funcionar fantásticamente bien el cine en República Dominicana, en Colombia, que nos han sacado ventaja, que son las posibilidades de que haya incentivos a la empresa privada. Soy un convencido de que para tener una buena ley deben estar los dos elementos conviviendo: el apoyo estatal, que es un absurdo pretender sacarlo y, por otro lado, los créditos fiscales, como hay en dominicana, donde las empresas pueden acceder a modalidades tipo obras por impuestos. La solución es perfeccionar la ley que tenemos. Al decreto de urgencia, quitarle la categoría de “urgente”, que sea una ley de manera permanente, ni siquiera con caducidad de 3 años, que no se quiten nada de los apoyos estatales y se incorporen todo lo que son los incentivos fiscales para que la empresa privada pueda participar activamente.

¿Cómo es que nuestros directores más comercialmente conocidos, como usted y Francisco Lombardi, salen a decir: no tenemos plata para hacer una película?, ¿Cuál es la explicación? 

La explicación es que tenemos mercados pequeños, tenemos un sistema de exhibición de películas y de distribución que privilegia al cine extranjero y los blockbusters. Yo puedo hacer, entre comillas, un tipo de cine comercial, pero no es el blockbuster. Es difícil competir contra esos monstruos. Uno tiene que recurrir al apoyo estatal, porque de lo contrario conseguir financiación es muy difícil y esto no sólo es en Perú; la financiación del cine independiente es muy difícil porque tienes que competir con un sistema como Hollywood.

Otro argumento de la Ley Tudela dice: “¿Por qué tengo que financiar con mis impuestos tus caprichos?”

Bueno, las manifestaciones artísticas en muchos casos pueden ser arbitrarias para mucha gente. Son producto de la creatividad, de la subjetividad en la historia, no solo del cine, de la literatura, la poesía, el teatro, la pintura. Entonces, que haya gente que no crea en eso pues, es lamentable, es ignorancia, es desconocimiento de las manifestaciones artísticas que el cine representa, y que son las que te dan la identidad en un país. Los que cuestionan suele ser gente ignorante.

¿Qué puede decir sobre hacer cintas sobre héroes peruanos: Grau, Cáceres, María Parado de Bellido?

En la medida que tú tengas apoyo de la empresa privada, yo te aseguro que esos temas van a surgir inmediatamente porque son temas de consenso, que tienen que ver con la historia del país, hay mucha gente que apostaría desde el punto de vista de inversión por esas películas, por razones patrióticas. Yo en particular creo que las personas que tú estás mencionando son potencialmente grandes guiones, muy cinematográficos, si hablamos por ejemplo de Miguel Grau; no la vida sino la épica y la guerra con Chile. Yo estaría listo para hacer una película sobre Miguel Grau, por ejemplo, en cualquier momento. Te aseguro que desde el momento en que la empresa privada tenga la posibilidad, el estímulo para invertir, esos temas van a salir a flote. 

Lo que no se dice en estas críticas es que la reconstrucción de época cuesta dinero. Los efectos digitales abaratan, pero también tienen su costo.

Si tú quieres hacer una película plenamente épica, de época, con escenas de batallas y cosas de esas, los ciento y pico mil dólares que te da la DAFO, no te van a alcanzar de ninguna manera. Pero, probablemente, si tú, bajo la ley, le tocas la puerta a varias empresas que van sumando su 20% de impuesto a la renta para invertirlo en una película, tienes más posibilidades.

Igual, hacer películas en 2023 es menos complejo que hacerlas en su época más conocida. ¿Por qué no ha hecho más cine?

Bueno, acabo de terminar dos películas para niños en República Dominicana que se llaman Dueños del tiempo parte 1 y parte 2. Van en una máquina que es una máquina del tiempo y recorren hechos de la historia dominicana, ven las tres carabelas y a los indios tahínos. Quiero eso para mi país. No tenerme que ir a Colombia o a República Dominicana para hacer el tipo de cine independiente que hace tiempo decidí hacer. Este divorcio de Hollywood fue de mutuo disenso, por eso hice La fiesta del chivo. 

Otra cineasta, Ani Alva Helfer, acaba de hacer también una cinta en República Dominicana. Imagino que las discusiones previas a dar esas leyes deben haber sido intensas. ¿No había en ese país la discusión ideológico-política que hay ahora aquí? ¿Cómo se resolvió el asunto?

Por ahí alguna vez hubo una voz en contra, pero ya tienen más de 10 años de ley y el impacto en creación de trabajo, en fomentar el turismo, en impacto económico en otros sectores de la economía ha sido tal que cuando la bola empezó a rodar, ya era una bola de nieve gigante con la que tú no te puedes oponer, porque hay demasiadas evidencias de las bondades de una ley de cine de ese tipo. Y ellos, además, han hecho una cosa muy inteligente, y es que con todos estos incentivos que hacen que venga gente de fuera a grabar y que la gente local invierta en películas dominicanas, han creado estudios, entonces eso los hace todavía más competitivos. Con tanta gente que viene de fuera a capacitar, se han profesionalizado. 

A nivel cinematográfico, ha estado desaparecido en Perú. Ha habido una reunión de Torbellino, grupo que surgió de Iguana. ¿Participó de eso?

No, no tuve nada que ver, pero participé en el documental que hizo un chico que era muy fan del grupo. Estuve metido en temas museísticos con el Museo Vargas Llosa y el Museo Metropolitano de Lima, las películas en dominicana y la peruana, que se llama Tatuajes en la memoria. Se basa en el libro Memorias de un soldado desconocido de Lurgio Gavilán, un tipo muy interesante que fue senderista de los 12 a los 15 años, luego soldado, después cura franciscano y luego estudió antropología.

Esa es la película que codirige con Andrea Tudela. ¿Ella es algo de la congresista Adriana?

No, y yo mismo se lo pregunté. No tienen relación. Andrea es una colega con la que llevo trabajando muchos años.

Usted escribió una columna en El Comercio, en julio, con puntos que coincidieron con la Ley Tudela y luego en setiembre se reunió con el jefe de asesores del MEF y con la Ministra de Cultura. Esto se ha tomado como parte de una confabulación para defender sus intereses particulares. ¿Puede aclarar eso?

Claro, cómo no. Primeramente, ya hice un deslinde donde aclaré que no conozco a Adriana Tudela y no he tenido nada que ver con su ley, y estoy en contra (de esta), sobre todo en los aspectos de que quieran eliminarse los apoyos estatales. O sea, yo publico un artículo en El Comercio y una cosa lleva a la otra: me convocan para hablar en el Ministerio de Cultura sobre el tema de los incentivos y de cómo se puede mejorar el cine peruano. 

¿Usted va o a usted lo llaman?

No, primero yo voy al Ministerio de Cultura porque yo digo, oiga, ¿qué pasa? Yo tuve que ver con la Ley Petrozzi en su momento y por eso se incluyó el crédito fiscal que ha caducado; estuve fuera del país y cuando regreso digo, ¿por qué nadie ha aplicado a esto? Pero bueno. En la ley hay un candado que le puso (la exministra de Economía) María Antonieta Alva, que es que solo pueden acogerse a ese crédito fiscal asociaciones sin fines de lucro. Eso es un desconocimiento total del cine. El cine es una industria. Entonces, si quería matar la ley, la mató y la prueba es que nadie hizo uso (de ese crédito). Entonces, yo voy al Ministerio de Cultura a decir qué ha pasado con esto y ahí me entero de que había caducado en el 2022 ese acápite del crédito fiscal por más que estuviera bajo asociaciones y por más que tuviera candado porque solamente tenía un lapso de 3 años. 

Y ahí entonces yo digo: “Pero algo hay que hacer, esto es lo que ha hecho el cine colombiano y el cine dominicano”. Y entonces ahí es donde yo inicio conversaciones. La gente de la DAFO me dice, “usted debería conversar con la ministra de Cultura”. Yo converso con la ministra de Cultura y a su vez ella me dice, “como esto tiene que ver con aspectos fiscales, esto tiene que saberlo el Ministerio de Economía”. 

¿Qué cine consume usted mismo estos días?

Barbie aguanté 10 minutos y Oppenheimer me pareció interesante. 

¿Se salió a los 10 minutos de ver Barbie? ¿Por qué? 

Porque me aburrió tremendamente, me aburrió muchísimo. Yo puedo decir algunos elementos visuales que tiene, pero por lo demás me aburrí muchísimo. El caso Oppenheimer es muy interesante. Y es cierto que está muy bien hecha la película. Quizá se le pudo recortar algo al actor principal, que es el de Peaky Blinders (Cillian Murphy). Hay momentitos donde yo quisiera que sea más variado en sus expresiones, como que su mirada llega a ser un poquito reiterativa, esa es la única observación que yo tendría, creo que su rango actoral lo demuestra mejor en Peaky Blinders.

Y además de esas películas, ¿qué películas le han emocionado recientemente? 

Hace un par de días vi una de Rodrigo García, el hijo de García Márquez, quien ha hecho una película con Ethan Hawke... la memoria me traiciona (se llama Raymond & Ray). Después, acabo de ver una cosa pequeña que se llama Flora And Son, una cosa medio musical del mismo director inglés (John Carney) que hizo una película sobre cómo se forma un grupo musical de chicos (Sing Street, 2016). 

También he seguido con mucho interés The Offer, la serie sobre cómo se hizo El padrino, porque corque conocí a los personajes. Estando en República Dominicana yo conocí mucho a Charles Bludhorn, que era el presidente de Gulf+Western, que era el conglomerado donde estaba la Paramount. Hay temporadas en que las series están mejor que el cine. Mira, yo te confieso que me salí de la última Misión imposible…

Es la mejor película de acción del año… ¿por qué se fue?

Estaba en Estados Unidos y duré poco rato. Me pareció tremendamente aburrida. Sandro, yo soy amante del cine de acción, pero cuando algo tiene ya una cosa tan reiterativa que la machacan tanto se mecaniza, y a mí me llegó a aburrir. 

¿Qué opina de lo dicho por Martin Scorsese sobre las películas de Marvel? 

Son eventos donde pesa el efecto visual y todo eso. Yo soy muy abierto y respetuoso, aún cuando hay algo que no me guste, yo lo respeto. Pero no aguanto las películas de Marvel, la verdad es que no soy un amante de ese tipo de películas. Me aburro muy rápido. Entiendo que ese es el alimento de las nuevas generaciones. 

En lo que estoy muy preocupado, si se quiere, es en esta especie de guerra, de competencia, a ver quién es más violento. Aún en el cine de Scorsese. Cada película de Tarantino, de Scorsese, de Robert Rodríguez son lecciones de cine, pero si yo me aíslo un poquito, puedo decir que allí hay una competencia entre ellos y con el vecino a ver qué tan lejos van. Es una violencia que a veces empieza a ser complaciente; y a mí me parece que estas manifestaciones artísticas tan violentas están contribuyendo a la enfermedad que hay en Estados Unidos en este momento. 

¿Extraña los tiempos de Roger Corman? (Su otrora productor en los ochentas y noventas.)

Extraño poderle dar tanto trabajo a la gente, se hicieron veintitantas películas acá con Roger Corman. Son películas desquiciadas, con todos esos guiones que me mandaba. Fue gracias a Roger Corman que yo entré a tener un agente en Hollywood y empecé con Sniper (1993). Pero no quisiera que eso nos coma la entrevista, hablemos del cine.

Tengo unas preguntas finales: ¿Qué piensa de que su hermana (Patricia) haya vuelto con Mario (Vargas Llosa)? 

Bueno, no han vuelto; lo que hay es una vida familiar, coinciden en sitios, pero no es un tema de que hayan vuelto a hacer vida marital, no. Lo que hay es una familia que estaba dividida, ahora es una familia que está nuevamente unida, pero ocasionalmente. Mi hermana vive en Lima y Mario vive en en Madrid. 

Eso no es lo que se estaba reportando en la prensa. 

Para ser exactos, digamos, hay ocasiones en las que están juntos por temas familiares. Tienen una muy buena relación, dicho sea de paso, no dejaron de tener una buena relación jamás y creo que eso es un gran mérito también de mi hermana. Pero la situación es de una armonía familiar, no de que nuevamente estén haciendo vida de esposos. Además, son primos. Acuérdate que son primos hermanos. 

¿Leyó Los genios? (La reciente novela de Jaime Bayly sobre Vargas Llosa y García Márquez) 

Leí Los genios, ajá, sí. Bueno, digamos, es una obra de ficción. El escritor puede decir lo que quiera.

La gente lo está tomando a pie juntillas

Sí, a pie juntillas y era inevitable. A esa tecla comercial creo que apuntaba Jaime, porque sabe. Pero, mira, si hay alguien que puede estar acostumbrado a respetar lo que es ficción es alguien de esta familia. 

¿Entonces se lo han tomado con humor?

Nos lo hemos tomado con humor. O sea, a mí me parece que es un aprovechamiento puramente comercial, que te llama a engaño, porque son dos escritores muy serios y todo, entonces el libro alude fundamentalmente a ciertos ángulos frívolos. Jaime Bayly es un buen escritor, yo supongo que el libro se está leyendo. Pero, en fin, es parte de la de la apertura de mente que uno tiene que tener. Si un señor quiere usar eso como tema, pues allá él.

¿Qué le diría a los críticos de su trabajo? ¿Cuál siente que es su legado dentro del ambiente de la cinematografía? 

Yo creo que en un país como el Perú hacer cosas ya es difícil. Muchos sueñan que alguien como Roger Corman aparezca y te dé una oportunidad. Él vio mis Gamboas y me contactó; terminé produciendo y dirigiendo una veintena de películas. El haber llegado a Hollywood a puro punche, haber producido muchas cosas en un país que no te ofrece las condiciones de producción, creo que es un aliciente, yo espero que mi ejemplo sea un aliciente para los jóvenes.

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