Domingo

Historia recuperada

El Ministerio de Cultura le siguió el rastro a piezas históricas robadas y las trajo de regreso. La exposición Wasinman Kutispa (Volviendo a Casa) muestra parte de casi 2.000 bienes culturales recuperados desde el 2019. Las charreteras de Francisco Bolognesi son la principal atracción.

El patrimonio cultural es de todos y para todos los peruanos, es importante que vuelva a casa. Foto: John Reyes / La República
El patrimonio cultural es de todos y para todos los peruanos, es importante que vuelva a casa. Foto: John Reyes / La República

Se presume que salieron del Perú en 1925, y fueron llevados a El Vaticano (Roma) por misioneros franciscanos. Tres momias de la época prehispánica –dos adultos y un infante habitantes de la costa de Ancón– terminaron, misteriosamente, en los rincones del Museo Etnológico Vaticano. En 2015, casi un siglo después, el director de aquel museo llamó al Ministerio de Cultura para informarles de la existencia de tales restos. Y así se inició un proceso de repatriación por parte de la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural, y hoy las tres momias yacen en el Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, donde se las conserva y estudia.

Como las momias, otros bienes patrimoniales como ceramios, textiles, manuscritos y lienzos han sido recuperados por el Mincul de Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Chile, Estados Unidos, entre otros países, y traídos de regreso al Perú. Se cuentan casi dos mil piezas históricas recuperadas desde 2019 y, actualmente, algunas de ellas son exhibidas en la exposición museográfica Wasinman Kutispa (Volviendo a Casa), donde cada objeto tras la vitrina guarda una peculiar historia de búsqueda.

Una escultura antropomorfa de cerámica de estilo moche, por ejemplo, fue recuperada de una subasta online que se realizaba en Róterdam, Países Bajos. Ni bien fue reconocida su procedencia ilícita, nuestra cancillería prendió las alarmas, se comunicó con el equipo de defensa del Mincul y se inició el proceso de repatriación, volviendo al país en 2022. “Tenemos un listado de páginas de subastas a las que hacemos monitoreo a diario para saber qué se está vendiendo”, dice Evelyn Centurión de la Dirección de Recuperaciones.

No solo se recuperan piezas históricas haciendo el seguimiento a subastas, a veces son devueltas de forma voluntaria por ciudadanos extranjeros que habrían heredado tales reliquias de familiares coleccionistas, o por quienes reconocen que la obra que poseen es producto del tráfico de patrimonio, y para evitar problemas, lo devuelven. Un aríbalo inca y un lote de textiles Chancay, por ejemplo, fueron devueltos en 2021 por ciudadanos estadounidenses que se comunicaron con la embajada de Perú en ese país.

Hay piezas cuya recuperación tardó años como el Pentecostés, un cuadro virreinal que fue robado en 2001 de un templo de Orurillo, en Puno, y fue repatriado veintiún años después gracias a la actuación del FBI –con quienes el Mincul tiene convenio– que rastreó la pieza y la incautaron en un operativo a una colección privada en Los Ángeles. Otros lienzos de la Escuela Cuzqueña (siglo XVI-XVIII) fueron entregados por un ciudadano brasileño que se enteró de que tenían una alerta como bien cultural sustraído.

 Las charreteras de Bolognesi, un manuscrito con la firma del presidente Ramón Castilla y un cuadro virreinal son algunos de los bienes repatriados. Foto: John Reyes / La República

Las charreteras de Bolognesi, un manuscrito con la firma del presidente Ramón Castilla y un cuadro virreinal son algunos de los bienes repatriados. Foto: John Reyes / La República

Pero las joyas de la corona de esta exposición son las charreteras del coronel Francisco Bolognesi y los portalones de la corbeta Unión –embarcación que participó en la Guerra del Pacífico de 1879–, que terminaron en manos del ejército chileno y fueron llevados a su país como trofeo de guerra. Pues en 2020, y como un gesto por el Bicentenario de nuestra independencia, el Gobierno de Chile decidió devolver ambas posesiones.

Un especialista del Mincul fue a validar los bienes como patrimonio cultural y la devolución fue exprés, en cuatro meses tuvimos a las insignias de nuestro héroe de regreso. “Fue la devolución más rápida”, comenta el arqueólogo Germán Montalbán, analista de verificación de bienes, el patrimonio cultural es de todos y para todos los peruanos, es importante que vuelva a casa porque fueron originarios de aquí y es nuestro legado cultural, hay que conocerlo y valorarlo”.