Inés Castillo: golpe de campeona
Era una jugadora tímida que no celebraba sus puntos en la cancha. Hoy es el rostro más fotografiado del bádminton nacional. Inés Castillo ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022.
Inés Castillo, 1.64 de estatura, de extremidades largas, de reflejos rápidos, corre de un lado al otro de la cancha, golpea la pluma con fuerza cuando ataca, con sutileza cuando la tiene que salvar del suelo, salta, estira su elástico cuerpo, sosteniendo la raqueta con la mano derecha. Tiene 17 años, está jugando en Canadá el Campeonato Panamericano Juvenil 2017. No ganó ninguna medalla aquella vez, perdió en octavos de final, pero el partido que jugó contra la canadiense Talia Ng hizo vibrar al coliseo, el público coreó su nombre.
Inés Castillo (22) puso como prioridad en su vida al bádminton desde hace cinco años. Fotografía: John Reyes
Escenas como esta no son tan usuales en la televisión de señal abierta. El bádminton no es un deporte popular como el fútbol, no hechiza a las multitudes, pero basta entrar a YouTube a ver un partido para quedarse prendido un buen rato del llamado deporte de la pluma que, de forma silenciosa, viene dejando al Perú por todo lo alto.
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En la última edición de los Juegos Bolivarianos realizados en Valledupar (Colombia), la selección nacional de bádminton ganó diez medallas entre oro, plata y bronce. Y de esas diez, Inés Castillo, de 22 años, obtuvo cuatro de oro en todas las modalidades que compitió: individual, dobles damas, dobles mixto y equipos; además, se coronó como la novena deportista con más medallas de la competencia.
“Lo que caracteriza a Inés son sus condiciones genéticas físicas, es muy rápida y tiene una intensidad muy fuerte, eso es algo que no se puede moldear, o lo tienes o no”, dice su entrenadora Christina Aicardi.
La joven badmintonista está contenta por su triunfo, sin embargo, no cree que esta haya sido su mejor participación en una competencia de alto rendimiento. Su última gran hazaña, dice, fue en los Juegos Panamericanos Cali-Valle 2021 donde obtuvo medalla de bronce: “Es que fue un campeonato de alto nivel que abarcó toda América, en cambio en los Bolivarianos solo compiten algunos países de Sudamérica”. La insatisfacción es un rasgo que la caracteriza.
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La multimedallista –que practica este deporte desde los 10 años por influencia de su padre confiesa que era una adolescente muy tímida, que no tenía presencia en la cancha y que no acostumbraba a celebrar sus puntos. No era competitiva, dice, como el tenista Rafael Nadal, y sabía que si quería ser una deportista de élite tenía que desarrollar esa cualidad: “Para serlo no tienes que satisfacerte solo con jugar bien, tienes que querer ganar. No es que pierdes y no pasa nada”.
La preparación psicológica fue importante para desarrollar la autoconfianza de Inés, que, de pronto, empezó a hacerse más visible en la cancha, a celebrar sus puntos, a ser más arrogante: “No se puede ser humilde en la cancha, hay que respetar el juego, claro, pero no se puede ser un deportista muy bueno a menos que hayas nacido con la técnica perfecta; no era mi caso”, comenta.
Engañar al cerebro
Si bien el bádminton requiere de una esmerada preparación física para resistir la una o hasta dos horas que dura un partido, y para desarrollar la velocidad y la fuerza explosiva; también es una disciplina que requiere de un minucioso trabajo de la mente. “En el bádminton es importante trabajar la gestión emocional, la atención y concentración, la velocidad de reacción”, dice Rafaela Pacheco, psicóloga de la Federación Peruana de Bádminton.
En los Bolivarianos, por ejemplo, Inés tuvo que lidiar con las ansias de jugar en un coliseo cercano a Bogotá, ubicado a más de 2,600 msnm. La altura influye seriamente tanto en el físico del jugador como en la velocidad de la pluma, el plan táctico se debe adaptar a las nuevas circunstancias: “En la altura el juego tiene que ser de ataque, golpear la pluma hacia abajo, no hacer rallies largos. Imagínate que se deben doblar las plumas del volante para que vaya más lento”, dice la deportista.
La badmintonista empezó en el deporte de la pluma a los 10 años por influencia de su padre. Foto: John Reyes
Para aclimatarse, la delegación peruana viajó a Colombia una semana antes. Mientras que el trabajo mental lo realizó Inés a través de la técnica psicológica de la visualización: “Consiste en recrear mentalmente una situación, utilizando la mayor información de nuestros sentidos para que la experiencia sea lo más real posible”, dice Pacheco. Días previos a la competencia, cuenta Inés que repasó el golpe o la jugada que le sumaría puntos: “Es como engañar al cerebro. Ayuda mucho al rendimiento, pero también me ha pasado que he sobrepensado el partido y no ha salido bien”.
Un badmintonista puede haber entrenado para rendir al cien por ciento en la competencia, pero si su cabeza no está entrenada y pierdela concentración puede perder el juego en segundos. Sentir la raqueta en la mano, atraer la atención a esa sensación, es otra estrategia que practica Inés para volver al presente y poner el foco en el juego. Y para reponerse a una derrota y encarar la frustración, la badmintonista echa mano de su persistencia de hierro: “Voy a los entrenamientos a pesar de que no me provo que, es muy necesario no perder la disciplina”.
Las cuatro medallas de oro de Inés no es producto de un entrenamiento de corto plazo: “Para los resultados de hoy, ella se viene preparando desde hace años. Es una de nuestras jugadoras más entregadas, cumple de diez a once sesiones a la semana”, dice su entrenadora. Hay que recordar que en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, Inés obtuvo una medalla de plata y otra de bronce. En Valledupar tuvo su revancha.
En el podio luciendo sus medallas de oro. Foto: John Reyes
“Ver un partido de bádminton en vivo se luce más –dice Inés cuando le comentamos sobre los videos de sus competencias subidos en internet–, es un deporte muy dinámico, no es como el atletismo o la natación, que pueden ser monótonos. Y, a diferencia del tenis, en el bádminton se corre por toda la cancha”.
La badmintonista tiene toda su atención volcada en el Campeonato Mundial de Bádminton que se realizará en Japón en agosto próximo. El continente asiático se caracteriza por tener a los mejores, pues allá el deporte de la pluma levanta pasiones. Pronto veremos a Inés, elástica, veloz, haciendo rechinar sus zapatillas en la pista y sumando más medallas para el Perú.
Inés Castillo (22) puso como prioridad en su vida al bádminton desde hace cinco años. Foto: John Reyes