Ladrones de identidades
La ley ya sanciona a las personas que abren cuenta falsas usando el nombre y las fotografías de otra persona en una red social. La suplantación de identidad es el ciberdelito con más denuncias después del fraude informático. Esta semana, el PJ condenó a una mujer por hacerse pasar por otra en Facebook. Domingo habló con el fiscal que llevó el caso.
En julio del año pasado, una mujer de 22 años, a quien llamaremos “Lucía” para proteger su identidad, se dirigió a la Dirincri a hacer una denuncia. Sus familiares le habían informado que alguien había creado un perfil de Facebook usando sus fotografías personales y su nombre. Sus apellidos los había puesto al revés.
Lo que podría parecer una broma de mal gusto, a Lucía le estaba causando mucho pesar. Quien había copiado su cuenta de la red social hacía publicaciones regularmente y enviaba mensajes a sus conocidos por inbox con fotografías íntimas haciéndose pasar por ella.
En la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) le dijeron que se trataba de un caso de suplantación de identidad, una modalidad de delito informático que contempla la ley 30096, y que se da cuando alguien hace uso de las tecnologías de la información o comunicación haciéndose pasar por una persona natural o jurídica, y, obviamente, causándole algún perjuicio material o moral.
En 2019, la Divindat había recibido 247 denuncias de este tipo, y al cierre del 2020, en plena pandemia y cuando nos volvimos más dependientes de las redes sociales, estas llegaron a 572. Después del fraude informático, este es el ciberdelito más reportado, según el informe del Ministerio Público: “Ciberdelincuencia en el Perú, pautas para una investigación fiscal especializada (2021)”.
Era evidente que a Lucía alguien la quería desprestigiar. Y lo que más le causaba indignación era que la desconocida publicara en su muro fotografías de su menor hijo. Además, lo que terminó por perjudicarla fue que la suplantadora llamó a su operador telefónico, haciéndose pasar por ella, para solicitar el bloqueo de su línea, dejándola incomunicada por un tiempo.
El expediente del caso llegó a las manos del fiscal Jonathan Portillo, de la Fiscalía Provincial Especializada en Ciberdelincuencia de Lima Centro, quien en unos meses comprobó quién estaba detrás de las artimañas contra Lucía, y ha logrado que el Poder Judicial condene al responsable de la creación del perfil de Facebook falso.
Pantallazos de las publicaciones que hacía Naditza Acasiete haciéndose pasar por la agraviada. Foto: captura.
No es juego, es delito
Lucía sospechaba de Naditza Acasiete Barrios, la pareja de un exenamorado.
Al respecto, el fiscal comenta: “Ella mencionó que había terminado su relación de la mejor manera y que a veces intercambiaban mensajes por Facebook. Aparentemente, esa conversación la vio su actual pareja y la tomó a mal, y a partir de esto se desató la rencilla”.
Portillo inició la investigación por dos vías: por un lado, analizó las grabaciones de las llamadas telefónicas que habría hecho Acasiete al operador telefónico para bloquear la línea de Lucía: “Se le escucha decir que le robaron el chip y que quería bloquear la línea. La empresa de telefonía le pidió su DNI y le hizo algunas preguntas personales. Se hizo pasar por la agraviada y logró su cometido”.
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Por otro lado, pidió el levantamiento del secreto de las comunicaciones al juez, y con su otorgamiento se dirigieron a Facebook para obtener información sobre el perfil falso. Tras un largo proceso de solicitudes por los canales oficiales, la red social le otorgó la dirección IP -la cual identifica a un dispositivo en internet-, y el correo electrónico del suscriptor del falso perfil, así la fiscalía comprobó que la denunciada había creado la cuenta falsa.
“Nadie puede hacerse pasar por otra persona por teléfono ante una operadora telefónica, atribuyéndose un nombre que no le corresponde, esta actividad ya es delito, así como crear una red social ya sea en Facebook, Twitter o Instagram con fotografías de otra persona”, indica Portillo.
“Los delitos de mayor incidencia son los fraudes informáticos, así como suplantación de identidad, el chat grooming -que es el acoso y abuso de menores a través de las redes sociales-, ahora los captan por el chat de los videojuegos en línea, así como las compras no consentidas con tarjetas de crédito”.
Sobre los casos de suplantación de identidad, el fiscal menciona que existen diferentes fines por los que alguien crea un perfil falso: “Algunos lo hacen para desprestigiar a otra persona, como en el caso citado; otros con fines económicos, por ejemplo, cuando una persona crea un perfil haciéndose pasar por una empresa que vende equipos celulares o entradas para un concierto. Esto ya es una actividad delictiva”.
También se ha visto casos en que el delincuente roba fotografías del perfil de una mujer y crea una cuenta falsa que ofrece redireccionar a los usuarios a una cuenta de contenido para adultos como Onlyfans, que supuestamente le pertenece a la víctima.
Eso también es suplantación de identidad y la pena por cometer este delito informático va entre tres a cinco años de prisión.
Volviendo al caso de Lucía, esta semana el Poder Judicial dictó sentencia contra Naditza Acasiete, quien fue hallada culpable del delito contra la fe pública en la modalidad de suplantación de identidad. La condena es de 3 años y 20 días de prisión suspendida. “Como la investigada aceptó los hechos al formalizarse la denuncia en su contra, se sometió a una terminación anticipada, lo que le otorgó un beneficio premial y la reducción de la pena”, añade el fiscal Portillo. Deberá cumplir reglas de buena conducta y el pago de una reparación civil de mil soles.
“Hay que advertir a la población que, si son víctimas de suplantación de identidad, vayan a hacer la denuncia, este delito no es un juego”, finaliza el fiscal Portillo.