Domingo

Descubriendo nuevas criaturas

En la selva de Madre de Dios, cercada por la tala ilegal y el narcotráfico, florece un proyecto ecoturístico en el que los visitantes ayudan a los científicos a descubrir nuevas especies. Hace unos días ganó uno de los prestigiosos Premios Verdes 2022.

Voluntarias observando y capturando polillas con trampas de luz. Foto: Wired Amazon.
Voluntarias observando y capturando polillas con trampas de luz. Foto: Wired Amazon.

Los Niedman nunca imaginaron que ese viaje al Perú, al corazón de la selva amazónica, los haría inscribir su apellido en la biblioteca de la vida.

La familia –mamá, papá y dos hijos de 17 y 21 años– llegó en 2017, desde su natal Holanda, a uno de los albergues de la empresa de ecoturismo Rainforest Expeditions, en Madre de Dios. Allí, como parte del proyecto Descubriendo nuevas especies, se convirtieron por unos días en “científicos ciudadanos” y, entre otras actividades, participaron en la captura y observación de polillas, avispas y saltamontes.

Los investigadores les habían dicho que existía la posibilidad de que alguno de los insectos capturados fuese una especie nueva. Sin embargo, es probable que los Niedman se hubiesen olvidado un poco del tema cuando meses después, en casa, recibieron un correo electrónico desde Madre de Dios. Habían tenido suerte. Una de las polillas tigre que habían capturado resultó ser una especie desconocida por la ciencia. Ahora les tocaba a ellos elegir su nombre científico. ¿Qué nombre le pondrían? Mario Napravnik, gerente general de Rainforest Expeditions, recuerda muy bien la respuesta que los Niedman les enviaron.

Descubriendo nuevas criaturas. Foto: difusión.

Hay alrededor de 2 millones de especies de insectos descritas, pero hay entre 10 y 20 millones que aún están por descubrir. Foto: difusión.

Colmados de emoción, les contaron que en holandés la palabra Niedman significaba “Nadie”. Que durante generaciones su apellido había sonado vacío o irrelevante, pero que ya no sería así porque habían decidido usarlo para nombrar a su descubrimiento científico. La polilla, una hermosa criatura de color dorado y alas traslúcidas, quedó bautizada para la posteridad como Aphyle niedmandi.

El próximo proyecto científico investigará a los primates que habitan en la zona. Foto: Wired Amazon.

El próximo proyecto científico investigará a los primates que habitan en la zona. Foto: Wired Amazon.

Un territorio que proteger

La selva que visitaron los Niedman es uno de los lugares más biodiversos del planeta. Los tres albergues que tiene Rainforest Expeditions están situados entre dos áreas naturales protegidas: la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene. Según Mario Napravnik, se trata de territorios constantemente acosados por actividades ilegales como el narcotráfico, la tala ilegal, la minería ilegal y el tráfico de especies.

Los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) no se dan abasto para cubrir dos espacios naturales que son mucho más grandes que varios países. Por eso resulta tan importante la presencia de empresas de ecoturismo como Rainforest Expeditions y otras que hay en el lugar, que constituyen una barrera de protección ante los invasores, sobre todo en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. En 2016, en su búsqueda de nuevos aliados para la conservación, los directivos de Rainforest desarrollaron el concepto de “científicos ciudadanos”. Visitantes que durante su estadía en los albergues colaboran con los científicos residentes en proyectos de investigación que permiten conocer la biodiversidad del bosque.

Así nació la plataforma Wired Amazon, donde tomaron forma innovadores proyectos científicos, como Descubriendo nuevas especies. “Hay alrededor de 2 millones de especies de insectos descritas”, se lee en la web de Wired Amazon, “pero hay de 10 a 20 millones que aún están por descubrir”. Cada día, con la destrucción de la selva, miles de estas especies se pierden sin ser descubiertas. Con la ayuda de los científicos ciudadanos, muchas de ellas podrían ser registradas antes de desaparecer. En cada expedición, los visitantes tienen la oportunidad de atrapar insectos, estudiar su apariencia, sexo, características de reproducción sexual, etapa de vida y otros atributos.

Las polillas son cazadas por la noche, con trampas de luz. Los otros insectos son capturados con otras técnicas, usando frascos con alcohol y llenos de agua y jabón.

Cuando los investigadores creen que alguno de los ejemplares colectados podría ser una especie nueva, envían sus imágenes y otros datos al investigador principal, el entomólogo Juan Grados, del Museo de Historia Natural de la Universidad San Marcos. Este, a su vez, envía las muestras al laboratorio de la Universidad de Guelph, en Canadá, donde, con técnicas de secuenciamiento de ADN, confirmarán si el animal era una especie desconocida por la ciencia. Cuando eso ocurre, en medio del júbilo de todos, viene la etapa de comunicar la grata noticia a los descubridores.

Viene el momento de que ellos elijan el nombre. Esos “científicos ciudadanos” nunca olvidarán que allá en el corazón del Amazonas, hay una criatura voladora que lleva el nombre que ellos eligieron. Como los Niedman y su Aphyle niedmandi. O los Loia, de los Estados Unidos, y su Evius ocassus, que bautizaron así porque la polilla les recordaba a las doradas puestas de sol. –Cuando comenzamos el proyecto, pensamos que con suerte descubriríamos una o dos especies –dice Mario Napravnik. –Pero ya vamos descubriendo 31, nada menos.

Visitantes ayudando a instalar cámaras trampa. Foto: Wired Amazon.

Visitantes ayudando a instalar cámaras trampa. Foto: Wired Amazon.

Vigilando a los jaguares

Hay otro proyecto científico que emociona a los viajeros que llegan a los albergues de Rainforest. Es el AmazonCam. Una red de más de 300 cámaras trampa instaladas en un área de 200 kilómetros cuadrados que permite vigilar a algunas de las especies de fauna más emblemáticas de la selva. Especialmente, al jaguar, el rey del Amazonas. Una especie “sombrilla”, cuya presencia o ausencia da señales sobre la vitalidad del bosque y sobre la cual, lamentablemente, todavía hay poca información. Durante su estadía, los “científicos ciudadanos” pueden acompañar a los investigadores a instalar algunas cámaras trampa y, días, después, recogerlas y observar qué criaturas quedaron grabadas en imágenes.

Hasta el momento se ha identificado 21 individuos de jaguar y se ha registrado más de 44 especies de mamíferos, entre ellos el perro de monte y el oso bandera, una especie muy difícil de observar. Si bien hay otros proyectos en marcha, como el Aerobotánica, con drones, y se vienen otros, entre ellos una investigación sobre primates, el más emblemático de Wired Amazon sigue siendo Descubriendo nuevas especies. En reconocimiento a su aporte a la conservación, el domingo 24 de abril, Descubriendo nuevas especies obtuvo el primer lugar en la categoría Biodiversidad, subcategoría Fauna, en los Premios Verdes 2022, un certamen internacional que cada año reconoce a los mejores proyectos sociales y ambientales de Iberoamérica.