Domingo

Nostalgia por camisetas perdidas

El periodista Antenor Guerra-García ha escrito Equipos que fueron, un volumen en el que le sigue el rastro a diferentes clubes de fútbol que llegaron a la liga profesional y que desaparecieron con el tiempo. En esta nota explica su proceso de investigación.

En total fueron 78 equipos los
escogidos, luego de varios meses de trabajo sostenido en la Biblioteca Nacional.
En total fueron 78 equipos los escogidos, luego de varios meses de trabajo sostenido en la Biblioteca Nacional.

Desde 1912, año en que se fundó la Liga Peruana de Fútbol (LPF), más de un centenar de clubes desaparecieron o volvieron a sus ligas de origen. En homenaje a esos equipos de antaño, hace cuatro años empecé a investigar todo lo que me pudiera servir para armar el rompecabezas de las historias de esos clubes. Sus orígenes, las canchas donde entrenaban, los barrios donde habían surgido, sus leyendas, sus anécdotas, sus jugadores emblemáticos y a los mecenas que se ocupaban de conseguir el dinero para solventar las principales necesidades de los cuadros.

En total fueron 78 equipos los escogidos. Luego de varios meses de trabajo sostenido, de idas a la Biblioteca Nacional, de centenares de horas sumergido en archivos fotográficos buscando la foto ideal que dialogara con cada relato y de muchas entrevistas con varios de esos exfutbolistas que habían defendido con tenacidad y vergüenza esas camisetas añejas, pude concluir las historias de esos elencos olvidados.

La mayoría de los clubes considerados en el libro fueron de Lima (36). Entre ellos figuran equipos de barrios tradicionales limeños como el Unión Carbone, Sportivo Unión, Atlético Lusitania, Atlético Córdova, Centro Iqueño; el José Gálvez y el Mariscal Sucre de La Victoria; Sport Progreso, Sport Inca, Atlético Peruano del Rímac; de Breña el Defensor Lima, el Arica e Independiente Sacachispas; el Santiago Barranco, Porvenir Miraflores y Aurora Miraflores.

Hay también equipos de clubes de colonias de migrantes, como el Lima Cricket, el Círcolo Sportivo Italiano y el AELU, de los descendientes de japoneses. También hay una treintena de equipos de provincias como por ejemplo el emblemático Alfonso Ugarte de Chiclín. Del Callao hay una docena de clubes, entre ellos el Atlético Chalaco, que se tituló campeón nacional en 1930 y en 1947. Asimismo, figura el Carlos Concha, cuadro que en el primer torneo descentralizado estrenó su camiseta roja con las siglas CDCC en el pecho, similar a la camiseta de la ex Unión Soviética, pero en este caso significaba Club Deportivo Carlos Concha.

El autor del libro en su despacho. Foto: Aldair Mejía/La República

El autor del libro en su despacho. Foto: Aldair Mejía/La República

Los reclutas

En el libro, el lector gozará con muchas anécdotas narradas por los propios exjugadores. Como la que ocurrió a cinco futbolistas del Unión Pesquero de Ilo en 1974. Ellos tenían menos de 21 años, la edad para cumplir con el servicio militar obligatorio en esos tiempos. Cerca del estadio quedaba el cuartel Pisagua. Ahí, un comandante de artillería quería asimilar al quinteto de futbolistas para que jugaran por su regimiento en el campeonato castrense. El militar los acosaba a cada momento. Ante eso, el entrenador del equipo Mario Gonzales tuvo que adelantar la hora de entrenamiento para evitar las operaciones militares de reclutamiento forzado o batidas. El cerco se estrechaba cada vez más.

Un domingo debían de jugar contra el Unión Huaral. Alertado de que el camión del ejército estaba esperando que terminase el partido para reclutar a los cinco jugadores, el delantero Luis Cruces habló con Pedrito Ruiz y le pidió que los cinco jóvenes se regresaran a Lima en el bus del elenco huaralino y así evitar la leva. El capitán del UH se apiadó de sus colegas y estos se salvaron de las garras del comandante.