Parte de Guerra: El liberal que soñaba con una monarquía para el Perú
Comienzos de 1821. A sus 32 años, Bernardo Monteagudo es el hombre de confianza de San Martín. Brillante intelectual y polemista contundente, luego de un pasado liberal extremo, ha abrazado la idea de un gobierno autoritario a través de una monarquía constitucional. Los insurgentes no descartan un final negociado de la guerra.
Escribe: José de la Puente Brunke *
Admirado por unos y odiado por otros, Bernardo Monteagudo (Tucumán, 1789 – Lima, 1825) es un personaje histórico que no deja a nadie indiferente. Fue una figura clave del tiempo de la independencia, al punto de que el Protectorado de San Martín no se entiende sin su presencia. Hizo sus estudios de Derecho en Chuquisaca, en el Alto Perú, donde participó en los movimientos patrióticos de 1809. Pasó luego a Buenos Aires, donde colaboró en diversas publicaciones periódicas, en defensa de la doctrina liberal, de la cual era ferviente y radical seguidor. Se involucró intensamente en actividades políticas, y como consecuencia de ello pasó unos años en Europa. De regreso, colaboró con la causa independentista chilena, y en 1818 redactó su acta de independencia. Posteriormente se vinculó con San Martín en Mendoza, donde fue auditor de guerra de las tropas que formarían parte de la Expedición Libertadora que se dirigiría al Perú. Con esas tropas pasó a Chile y luego a nuestras costas, y en ese tiempo rectificó su entusiasta liberalismo de tiempos anteriores, adoptando ideas políticas autoritarias.
Historiador, decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, su área de estudio es la historia social y política del Perú virreinal y la historia del derecho indiano.
Consideró por entonces que las características de los pueblos de América hacían peligrosa la instauración de una vida democrática plena, por el peligro de que pudiera llevar a la anarquía. Durante el Protectorado no solo fue el ministro de Guerra y Marina del primer gabinete de ministros del Perú; fue el principal consejero de San Martín, y su apoyo fundamental en el proyecto de instaurar una monarquía constitucional. Lejos ya de su radicalismo anterior, Monteagudo promovió un Estado que se centrara en la educación –para que la población adoptara los valores cívicos–, la creación de riqueza y el mantenimiento del orden. Estuvo entre los fundadores de la Orden del Sol y fue uno de los principales promotores de la célebre misión García del Río-Paroissien, que debía buscar a un príncipe europeo para reinar en el Perú. Fue muy criticado por la dureza de sus acciones contra la nobleza y contra los españoles establecidos en Lima –con secuestros de propiedades y deportaciones–, e incluso contra la Iglesia. Fue también acusado de crear una red de espionaje en el marco de las acciones contra sus adversarios políticos. Propició asimismo la creación de la Sociedad Patriótica, como ámbito de discusión de cuestiones políticas sobre el futuro del Perú. En su seno se dieron las polémicas sobre la forma de gobierno, en las cuales Monteagudo fue el principal abanderado del planteamiento monárquico, y José Faustino Sánchez Carrión del republicano.
Las duras medidas que impuso, incluso contra patriotas republicanos –opuestos a los planes monárquicos–, generaron un fuerte movimiento en su contra, y se vio obligado a salir del Perú, cuando San Martín se encontraba en Guayaquil. Más adelante, en diciembre de 1822, el Congreso Constituyente lo declaró “extrañado permanentemente” del territorio peruano. Sin embargo, en 1824 volvió, convocado por Simón Bolívar, y se incorporó a su Estado Mayor. El libertador caraqueño apreció en él “su actividad sin límites”, aunque también reconoció “su tono altanero cuando mandaba”. En Lima fue asesinado, en circunstancias que no han sido aclaradas.
Fue un hombre de aguda inteligencia, con gran capacidad de iniciativa y brillante polemista. A la vez, era conflictivo, desafiante e implacable con sus enemigos. En sus memorias, su enemigo José de la Riva-Agüero y Sánchez Boquete se refiere a “la altanería y ferocidad” de Monteagudo. Su bisnieto, el historiador José de la Riva-Agüero y Osma, lo calificó de “terrorista” y de “alma negra y despiadada, hecha de ferocidad y de lujuria, de cieno y de sangre”. Más allá de las diversas opiniones de los historiadores, en la personalidad de Monteagudo advertimos dos extremos: el intelectual brillante que defiende los planes monárquicos de San Martín, y el político violento cuyas acciones generan odio y resentimiento.
(*) Historiador, decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, su área de estudio es la historia social y política del Perú virreinal y la historia del derecho indiano.
► Cronología de la independencia del Perú 1821
29 de ene. Dieciocho jefes realistas, en Aznapuquio, conminan al virrey Pezuela a entregar el mando al general José de la Serna y a dejar el Perú en un plazo de 24 horas. El virrey dimitió.
12 de feb. En Huaura, San Martín dicta un reglamento provisorio. El territorio libre es dividido en cuatro departamentos: Trujillo, Tarma, Huaylas y la Costa, que después tomó el nombre de la capital.
13 de feb. Se publica el periódico realista El Triunfo de la Nación hasta el 29 de junio. El editor fue Guillermo del Río.
17 de mar. En Paita, los patriotas capturan el buque Sacramento.
4-18 May. Los negociadores del general San Martín y del virrey La Serna, se reúnen en Punchauca. Se negocia un armisticio vigente hasta el 4 de junio. San Martín propuso el establecimiento de una monarquía con un príncipe español, previo reconocimiento de la independencia del Perú. No hubo acuerdo.
20 de May. Combate de Mirabe en Puno. Victoria de Miller. Arenales ocupa Jauja.
Fuente: M. Guerra, coord., Cronología de la independencia del Perú, 2016.
Edición y coordinación: Marco Zileri. Diseño: Brian Tejeda. Fuente de ilustración: REVISTA CARAS Y CARETAS DE ARGENTINA. Edición y coordinación: Marco Zileri. Diseño: Brian Tejeda. Fuente de ilustración: REVISTA CARAS Y CARETAS DE ARGENTINA.