El home office llegó para quedarse
La pandemia nos mandó a muchos a trabajar desde casa. Los jefes tuvieron miedo: ¿quién iba a controlar que cumpliéramos nuestras responsabilidades? Pero, de acuerdo a los expertos, la productividad de las empresas no se resintió, al punto de que al menos la cuarta parte de ellas mantendrá el trabajo remoto de manera permanente en el 2021.
El 2020, el año perdido, tan aciago para los trabajadores y para las empresas, fue el año en el que también se cayó un mito.
El mito de que el trabajo remoto o home office es un golpe a la productividad laboral.
Oscar La Torre, consultor de negocios de PwC Perú, lo considera un paradigma que arrastramos de generaciones anteriores y que se resume en ese refrán que dice que “el ojo del amo engorda al caballo”.
–Esta idea de que tengo que ver trabajar a mis colaboradores porque si los mando a su casa, no van a trabajar. Eso fue destruido por la pandemia– dice.
Ese mito, ese paradigma, quedó derrumbado. Los ejecutivos y los expertos consultados para esta nota aseguran que el trabajo desde casa no resintió la obtención de los objetivos señalados para este año y que, por el contrario, constituyó una oportunidad para dar un salto hacia adelante. Hacia el futuro.
–Fue una oportunidad para mejorar el uso de recursos, para entender bien cuáles son las capacidades de mi gente y para impulsar de manera rápida proyectos que quizás estaban en evaluación, como la transformación digital– dice La Torre.
La transformación digital era, precisamente, una tarea que estaba en la columna de pendientes de muchos ejecutivos desde hacía años y a la que se consagraron con fervor obligados por las circunstancias.
Las empresas tuvieron que repensar sus modelos de gestión, reorganizar buena parte de sus procesos internos y cambiar el chip de sus empleados.
No fue fácil. Como señalan varios empleadores en esta nota, muchos trabajadores no estaban preparados para esta nueva etapa. Pero el balance, al final del año, ha sido tan positivo que un importante porcentaje de ellas –al menos, el 26% de las encuestadas en un estudio realizado por PwC Perú– han decidido mantener el trabajo remoto de manera permanente o indefinida el próximo año.
El home office llegó para quedarse.
El reto de digitalizarse
–Nosotros no estábamos preparados para digitalizarnos– reconoce Rocío Capristrano, gerente comercial del Grupo Capi, una compañía especializada en publicidad exterior, con más de cuarenta empleados, a los que la necesidad de quedarse en casa debido a la pandemia los agarró desprevenidos.
Capristano cuenta que casi todos los procesos de las áreas de Administración, Contabilidad y Comercial requerían estar en la oficina. Todos los documentos se imprimían: las órdenes de compra, los consumos, los inventarios, los presupuestos, las cotizaciones. Tenían un software que habían comprado alguna vez con la idea de empezar a digitalizarse, pero casi se habían olvidado de él, hasta que la necesidad los obligó a usarlo.
Gracias al software, ahora tienen todos sus documentos en la nube y los pueden ir revisando, a medida que van siendo subidos, en tiempo real.
La jefa comercial del Grupo Capi siente que sus colaboradores se volvieron más productivos en esta etapa debido a que empezaron a concentrarse mejor en acabar las tareas del día con el fin de tener tiempo para resolver las tareas de la casa.
–Los jefes empezamos a confiar más en nuestros equipos– dice. –Al principio, a mí me costó, porque si alguien tenía una duda, venía a mi oficina y me la consultaba, y ahora sentía que eso se retrasaba un poco. Pero establecimos reglas e hicimos la comunicación más horizontal. Rompimos las jerarquías.
En una reunión reciente, los directivos decidieron que volverán a las labores presenciales recién en julio y que, probablemente, el personal de Administración y Contabilidad continúe en home office algunos días a la semana. En lo que no habrá marcha atrás es en la digitalización. A los documentos impresos ya les dijeron adiós.
El justo equilibrio
Cuando se ordenó la cuarentena y los 250 trabajadores administrativos de Sodexo se fueron a trabajar a sus casas, los directivos de la compañía, especializada en alimentación y servicios generales, se preguntaron si la gente se adaptaría al cambio.
Según Verónica Pacheco, directora de Recursos Humanos de la empresa, el personal no solo se comprometió mucho con sus tareas, sino que comenzó a trabajar en equipo mucho más de lo que lo hacía en la oficina.
–Cuando vimos que se adaptaron y que la gente comenzó a trabajar más tiempo del que correspondía, tuvimos que parar y decir: Ok, vamos a ajustar los horarios. Son las 6 de la tarde, hay una familia que te espera detrás de la puerta de ese dormitorio. Tan simple como eso.
Pacheco dice que una preocupación importante de su oficina fue que los colaboradores lograran un balance entre su vida laboral y personal. Dice que algunos de ellos temían que los jefes de sus áreas se enfadaran. Ella les contestaba que los jefes eran los primeros interesados en evitar que el estrés bloqueara a sus equipos.
En Kimberly Clark, una empresa con 280 empleados administrativos en trabajo remoto, crearon las “Golden Rules” o Reglas Doradas para propiciar el equilibrio laboral en casa. Las principales fueron 1) No agendar reuniones a la hora del almuerzo ni fuera del horario laboral; 2) No agendar reuniones seguidas, convocar solo a las personas realmente necesarias y evitar que duren más de una hora; y 3) Acabar la jornada laboral a la 1 de la tarde los tres primeros viernes de cada mes.
–Hemos implementado asesorías en nutrición, clases de yoga, espacios de pausas activas y sesiones de baile para cuidar el bienestar de nuestros equipos– dice Nadia Abuid, gerente de Recursos Humanos de la compañía. Añade que también habilitaron asesorías psicológicas y algo llamado “Café con Ideas”, un espacio de conversaciones informales para conectar con la gente y entender cómo están.
Matt Salas, director general de la consultora Virtus, dice que la salud mental es un elemento muy importante que deberán tener en cuenta los empleadores en medio de la pandemia.
Él dice que el trabajo remoto se impondrá de forma permanente en las áreas administrativas de muchas empresas y que será en horarios mixtos: algunos días se trabajará en casa y algunos días en la oficina.
–Las personas no van a querer estar todo el tiempo en casa, van a querer ir a la oficina. Necesitan, al menos por un momento, cambiar de ambiente– dice.
Verónica Pacheco, de Sodexo, dice que ellos volverán al trabajo presencial en julio y que lo harán en cuadrillas, para no colmar de gente las oficinas. Nadia Abuid, de Kimberly Clark, dice que el 2021 trabajarán 50% en oficina y 50% en casa.
Oscar La Torre, de PwC Perú, piensa que cuando todo el mundo esté vacunado, la gente volverá en masa a las oficinas. Pero que, pasados unos meses, se darán cuenta de que no necesitan ir todos los días porque les fue bien trabajando desde casa.
– En ese momento comenzará la verdadera adaptación al trabajo remoto.