Domingo

Rafael Correa, el procesado

Una investigación iniciada el 2019, por supuestos sobornos recibidos de varias empresas, tiene a Rafael Correa, expresidente de Ecuador, refugiado en Bélgica y ahora con un pedido de captura hecho a la Interpol. Él dice que se trata de una persecución ordenada por su viejo aliado, el hoy presidente Lenín Moreno.

Correa vive en Bélgica desde 2017. Su esposa es ciudadana de ese país.
Correa vive en Bélgica desde 2017. Su esposa es ciudadana de ese país.

El último 7 de octubre, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa escribió, iracundo, en su cuenta de Twitter: “Nuevo ridículo para Ecuador, pero, por supuesto, habrá que gastar nuevamente en abogados, limitaciones de viajes, etc. Así buscan quebrarnos. Por si acaso, Iván León, juez temporal, es un corrupto completo”.

Publicó el tuit minutos después de conocer la decisión de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) ecuatoriana de pedir la notificación roja a la Interpol para su captura, después de que en setiembre pasado se ratificó una sentencia a ocho años de prisión por corrupción en el caso “Sobornos 2012-2016”, junto a otros quince funcionarios de su gobierno.

Correa se ha establecido en Bélgica y desde allí responde a las autoridades ecuatorianas y hace oposición al gobierno de Lenín Moreno, actual presidente de Ecuador y viejo aliado suyo, pues fue su vicepresidente en dos periodos. Para Correa, siempre irritable, Moreno ha sido “un traidor” y es el responsable de la “persecución política” que sufre actualmente.

En abril pasado, Correa había sido condenado en primera instancia por los mismos cargos. Según el tribunal, se trata de una trama de corrupción montada bajo su gobierno que involucraba a empresas nacionales y extranjeras, entre ellas Odebrecht. Él habría recibido pagos para su movimiento, Alianza País, a cambio de adjudicar contratos millonarios.

El expresidente apeló la sentencia y esta pasó a instancias superiores. En agosto pasado anunció su candidatura como vicepresidente de la formula encabezada por Andrés Arauz, por el frente de izquierda UNES. Pero la sentencia ratificada en setiembre por el CNJ le cerró las puertas a una participación política y la posibilidad de volver.

Esa vez Correa también respondió furibundo en Twitter: “Finalmente lo lograron. En tiempo récord sacan sentencia ‘definitiva’ para inhabilitarme como candidato. No entienden que lo único que hacen es aumentar el apoyo popular”. Desde un principio ha cuestionado a las autoridades judiciales de su país, a las cuales considera digitadas por el gobierno.

Enemigo mío

Hasta que Lenín Moreno sucedió en la presidencia a Rafael Correa, eran amigos. Ahí están las imágenes de Correa sosteniéndole la mano en la toma de mando. Pero en los meses siguientes el distanciamiento fue notorio. El expresidente había dejado un país polarizado y Moreno intentó un acercamiento con los sectores opositores desmontando lo hecho por Correa.

Para empezar, dejó que las investigaciones llegaran hasta el vicepresidente que heredó de Correa, Jorge Glas, envuelto en la trama con Odebrecht. Después Moreno criticó la gestión correísta, alentó investigaciones y se hizo con el control de Alianza País, el partido que los llevó al poder.

El 2018, Moreno convocó una consulta popular para eliminar la reelección indefinida y el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. La ganó. Con ello le quitó la posibilidad a Correa de volver a candidatear, y al cesar al Consejo le quitó el control de los poderes judiciales a las fuerzas correístas. Fue un desmontaje que el expresidente de la “revolución ciudadana”, no perdonó.

Desde entonces, muchas decisiones de Moreno han sido criticadas y combatidas por Correa desde Bélgica, donde vive desde 2017. Como parte de las investigaciones a su gestión, fue incluido y sentenciado en el caso “Sobornos 2012-2016”, tras una denuncia periodística que daba cuenta de los aportes para Alianza País por parte de varias empresas entre noviembre de 2013 y febrero de 2014.

Ya antes Interpol ha rechazado dos pedidos de captura hechos por las autoridades ecuatorianas en contra de Correa por otro caso. Él asegura que ahora pasará lo mismo.