Domingo

Mesías Guevara: “Si esta bancada hace lo mismo que la anterior, vamos rumbo al fracaso el 2021”

Presidente de Acción Popular. Gobernador regional de Cajamarca.

Mesías
Mesías

Acción Popular obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones legislativas extraordinarias del domingo pasado. El antiguo partido que fundó Fernando Belaunde vive, hoy, un renacimiento que no está exento de marcadas disputas internas. En la siguiente conversación, el presidente de la agrupación y gobernador regional de Cajamarca responde al respecto.

¿Se puede decir que AP ha resucitado?

No, porque AP nunca estuvo muerto. Vamos a cumplir 64 años.

¿Cuántos con respirador artificial?

No tanto. Nuestro trabajo es silencioso, organizado.

¿Usted pensaba que podían quedar primeros?

En una campaña política nunca se sabe qué puede pasar. Es más, yo siento que caímos en el último tramo, porque se esperaba tener unos 40 congresistas, pero en Lima nos golpearon muy duro y no tuvimos capacidad de reaccionar.

La foto de la noche de las elecciones, en la que aparecen Víctor Andrés García Belaunde, Raúl Diez Canseco, Jorge Muñoz y Alfredo Barnechea, ¿es representativa de AP?

Es una foto representativa de un sector del partido, que no se puede desconocer, importante. En AP hay diversas corrientes, y esa foto representa una.

¿Qué corriente es?

La liderada por Barnechea, Diez Canseco, y hay otra en la que estamos los provincianos, con un sector importante de Lima. En lo particular, creo encontrar coincidencias con Yonhy Lescano.

Todos los partidos tienen corrientes, es lo normal. ¿Pero cuáles son las características del sector de Barnechea, Diez Canseco?

Su característica es que tiene una visión muy particular, bastante centralista, con mucho pragmatismo, mientras que la nuestra…

¿Es más provinciana?

No solo provinciana, sino que estamos apegados a los elementos principistas del partido, que siguen vigentes. Belaunde habló siempre con claridad de la educación y nosotros peleamos por elevar la calidad educativa. Por otro lado, apostamos por la agricultura, algo que Lima no ve. Sectores como San Isidro, Surco y Miraflores están en una dinámica distinta. No está mal, es distinta. Y también impulsamos la planificación. Belaunde dijo “de la improvisación a la planificación”.

Para entenderlo bien, ¿la de Diez Canseco y Barnechea es una línea más Miraflores-San Isidro?

Y más pragmática. Ellos no tendrían ningún reparo de juntarse con el APRA o el fujimorismo, porque comparten una visión de país. Yo no lo haría, sin lugar a dudas. Para mí, AP y el fujimorismo son como el agua y el aceite.

En una entrevista con Diez Canseco me dijo que, si se comparaban militancias, la de él tenía una larga historia porque incluso había sido un discípulo de Belaunde, mientras que la suya llegaba a 15 años con las justas. ¿Es verdad?

Lamento ese tipo de declaraciones. Lo que sí le puedo decir es que para ser presidente del partido se necesitan 20 años de militancia continuada, ininterrumpida. Desde ahí, ya se desmiente lo que dice él. Aparte, mi familia es acciopopulista. Mi padre conoció a Belaunde y yo también. Entrar en esos tipos de temas es no tener argumentos. En vez de debatir sobre quién fue más cercano a Belaunde, hay que debatir sobre quién practica lo que pensó Belaunde, quien nos dejó la idea fundamental de la conquista del Perú por los peruanos, que tiene que ver con la planificación. Por ahí debe ir el debate, no sobre si soy cercano o lejano a Belaunde.

¿Cómo empieza la enemistad con Diez Canseco?

Yo en realidad no tengo ninguna enemistad.

¿Se trata más de una rivalidad política, entonces?

Más de él. Creo que está mal asesorado. Si quiere ser candidato a la presidencia, debería construir puentes con todos los sectores y buscar puntos que unan y no desunan. No solo está mal asesorado, sino que también está mostrando un poquito de desesperación, lo cual no es bueno, ni para él ni el partido, porque al final nos quedamos en una dinámica de lo trivial.

¿Desesperación porque piensa en una candidatura el 2021?

Él ya dijo que será precandidato y, por eso, debería serenarse y hacer lo que siempre dijo Belaunde: auscultar la conciencia y el alma popular.

¿Usted tiene aspiraciones presidenciales?

Todos tenemos aspiraciones políticas, pero en este momento estoy en ‘modo Cajamarca’. Hay que quemar etapas. Tengo mucha responsabilidad, con temas por cumplir en el corto plazo. Yo descarto, incluso, ser precandidato.

Entonces, Diez Canseco no lo debería ver como rival.

Es que parece que a él le meten cosas, y me ve en esa dimensión. Y yo he dicho públicamente que los precandidatos son Diez Canseco, Lescano y Barnechea. Yo no.

De los tres, ¿a quién prefiere?

No creo que sea conveniente decir eso. Además, en AP los candidatos se definen por el voto secreto y universal. La militancia decide.

¿Y usted quisiera a un candidato de militancia antigua o de militancia más reciente?

Ninguno de los tres tiene militancia antigua. Barnechea se afilió el 2013 o 2014, y Diez Canseco también. Él renunció al partido el 2002 y se afilió de nuevo el 2014.

Bueno, Diez Canseco tiene una militancia previa.

No es constante. Y Lescano, creo, tiene militancia desde el 2001. Así que, en la práctica, él es el que tiene más militancia continua de los tres.

¿Cómo espera que sea la relación entre la nueva bancada de AP y el Gobierno?

Una distinta a la del anterior Congreso que fue disuelto, pero no solo por parte de la bancada sino de todos. Se desvió la esencia de la política, que es la resolución de los temas nacionales, hacia asuntos casi personales. La mirada debe ser de consenso, sobre todo porque el pueblo ha hablado y a nadie le ha dado mayoría. Los nueve partidos que estarán tienen que ser capaces de administrar su cuota de poder mediante el diálogo.

¿Qué debe cambiar en el comportamiento de la nueva bancada de AP en comparación con la que estuvo en el Congreso disuelto?

La relación de la bancada que estuvo en el Congreso disuelto fue muy cercana al aprismo y fujimorismo, salvo en el caso de Lescano, que sí marcó su distancia, a diferencia de los otros cuatro integrantes. Es decir, este nuevo grupo debe tener más autonomía y actuar con conciencia crítica.

Dijo: “La victoria del 26 de enero puede convertirse en nuestra derrota de 2021”. ¿Por qué?

Porque lo que ocurra el 2021 estará en función de lo que haga la bancada parlamentaria. Si esta bancada hace lo mismo que la anterior, nos vamos rumbo al fracaso el 2021. Hay que marcar distancia con el fujimorismo.

¿Y si García Belaunde es nombrado asesor de la bancada, como se ha mencionado? ¿Le preocuparía?

Lo que pasa es que eso se deslizó debido a su experiencia, sin embargo, el comité político del partido es el que asesora a la bancada.

¿Qué piensa de la declaración de la congresista de AP electa, Mónica Saavedra, quien dijo que serán un “gobierno obstruccionista democrático?

Yo creo que quiso decir otra cosa, que va a tener una posición fiscalizadora en democracia.

¿Se equivocó?

Creo que sí, dándole el beneficio de la duda. Tampoco es que me convierta en un intérprete de lo que ella dijo. Primó su falta de experiencia parlamentaria. Usted sabe que lo que uno dice, se queda. Lo que creo, como le digo, es que hay que marcar distancias con el fujimorismo y con aquellas fuerzas que son antidemocráticas.

¿Cómo cuáles?

Hay fuerzas que tienen cierto espíritu dictatorial, como Unión por el Perú.

¿Por su relación con Antauro Humala?

Sí.

¿Le preocupa UPP?

No exageradamente, tampoco. Si se llegara a pedir, por ejemplo, una amnistía para Antauro Humala, ahí va a haber un gran debate.

¿Qué piensa del Frepap?

Que hizo una campaña respetable, silenciosa y seria. Nos deja varias lecciones. Una: para hacer política ya no necesariamente debes tener mucho dinero. Es importante, no determinante. El Frepap ha sabido capitalizar las insatisfacciones sociales del país. Respetémoslos, y si hay que debatir ideológicamente, hagámoslo.

Asumo que está de acuerdo con la sentencia al exgobernador regional Gregorio Santos.

No soy juez. Sí entiendo que el fiscal hizo un trabajo exhaustivo. Mire, la gestión del MAS nos ha generado bastantes problemas, con proyectos trabados, una región desfinanciada, y con muchas demandas sociales.

¿No le está echando la culpa al antecesor?

No. Hay un embalse. Todos quieren que atendamos sus problemas de saneamiento, educación, y es imposible. Solo para modernizar la infraestructura educativa necesitamos 10 mil millones de soles. En la región hay cerca de 6.700 colegios de los cuales solo el 30% están en buenas condiciones, y se ha generado mucha expectativa.

Pero Cajamarca cobró dinero por el canon.

Precisamente, cuando hubo la bonanza del canon, mucha de la inversión se usó para perfiles o expedientes, que muchas veces no responden a las necesidades públicas.

¿Se considera un antiminero?

Yo no soy un antiminero, lo que sucede es que a mí me gusta que se respete la licencia social, que haya un respeto al medio ambiente y que alrededor de las empresas mineras se genere empleo para los propios cajamarquinos. ¿Qué falta? Que esas mineras compren productos de la región, algo que no se está dando hoy.

¿Cómo se define políticamente usted? ¿De izquierda?

Yo me defino como alguien con sensibilidad social. Hay tres cosas que debe tener un político: solvencia moral, sensibilidad social y capacidad profesional. Y trato de tener eso.

Entre los que se perfilan como posibles candidatos presidenciales por su partido, ¿hay alguien que cumpla con esas tres condiciones?

Ellos hacen esfuerzos, pero (risas) yo no podría hablar por ellos, ni podría calificarlos. Que ellos se autoevalúen, como yo lo hago. Que ellos mismos se califiquen.

¿Paniagua o Belaunde?

Ambos.