La victoria de los cusqueños sobre los chiclayanos se empañó con las malas actitudes mostradas por el entrenador Marcelo Trobbiani y su hijo Pablo , quienes provocaron a los rivales. El conato de bronca se inició cuando el asistente entró al campo del Garcilaso para insultar a Rinaldo Cruzado , cuyos compañeros salieron en su defensa y casi le pegan . Los futbolistas de Cienciano protegieron a Pablo Trobbiani para evitar una pelea mayor, pero varios aprovecharon el pánico para repartir golpes , empujones y patadas . El hijo de Trobbiani fue llevado por efectivos policiales hasta los camerinos y en ese trayecto, apareció su papá Marcelo para pelearse verbalmente con los del Aurich . Show lamentable e innecesario.