Cultural

Se viene la FIL de Lima 2024

Que haya pluralidad. Sobre la próxima edición del evento cultural más importante del país y el reto de superar el fracaso de las ediciones anteriores. Va del 19 de julio al 6 de agosto.

Fiesta cultural. El público lector peruano es fiel a su feria del libro. En el 2023, miles acudieron en los tres últimos días, pese a su evidente desorganización. Foto: difusión
Fiesta cultural. El público lector peruano es fiel a su feria del libro. En el 2023, miles acudieron en los tres últimos días, pese a su evidente desorganización. Foto: difusión

Tras muchas idas y vueltas sobre el espacio, la vigésimo octava edición de la Feria Internacional de Libro de Lima se llevará a cabo en el mismo lugar en que se viene realizando desde hace 14 años: en el parque Próceres de la Independencia de Jesús María. Quienes estuvimos en la inauguración de la edición anterior, recordamos la intervención del alcalde de este distrito, Jesús Gálvez Olivares, quien dijo que el mencionado parque entraría a una fase de remodelación, la cual tomaría muchos meses y más de uno dedujo que se trataría de la última FIL en Jesús María. Hasta hace poco nomás, se barajaron otras alternativas, como el Jockey Plaza y el mismo Campo de Marte.

Considero que hay razones para pensar que esta FIL de Lima 2024 será mejor que las precedentes, que tuvieron a Willy del Pozo como presidente de la Cámara Peruana del Libro, que organiza la FIL, durante dos periodos (del 2020 al 2023), en los que tuvo que enfrentar, especialmente, a la crisis sanitaria causada por el coronavirus. No obstante, una vez superada la pandemia, Del Pozo no supo conducir la FIL de Lima a la altura de las expectativas, y vaya que las había, porque a nivel de imagen la recibió bien posicionada incluso en el espectro ferial latinoamericano (no hay que subestimar al público que consume cultura, que se da cuenta de las cosas).

Dicho esto, esperamos (y cruzamos dedos) para que esta FIL de Lima 2024 la rompa, por el bien de los expositores y de las empresas dedicadas al rubro del libro participantes, pero más por su proyección, como plataforma que ponga en bandeja la discusión cultural, con mayor razón cuando, a falta de país invitado, se dedica esta FIL al Bicentenario.

Una mirada a la lista de las actuales autoridades de la CPL arroja una evidencia: hay gente con experiencia en el mundo editorial y libresco, como Ricardo Muguerza (actual presidente de la CPL, cuyo mandato va hasta el 2026), Jerónimo Pimentel, Guillermo Rivas, Gabriela Ibáñez, Dante Trujillo y Philippe Vergnaud, quienes tienen la tarea de levantar la imagen de la FIL. Lamentablemente, no me consta si poseen o no pluralidad. Esta FIL será una buena oportunidad para ver en la cancha cuán bien lo pueden hacer, empezando por el eterno talón de Aquiles de la programación (ojalá la vean: abran la cancha, chocolateen con estilo).

Sugerir que haya pluralidad no obedece solo a las buenas intenciones, es también una preocupación causada por el acercamiento de Dina Boluarte a este circuito. “Dina sabe de Arguedas”, “Dina ama los libros”, “asu, Dina lee mucho”, “Dina es pata, oe”, “ya tengo su WhatsApp”.

Boluarte se reunió con las autoridades de la CPL el pasado 8/5, lo cual no tiene nada de malo. Pero lo que no deja de llamar la atención es que esa mesa de trabajo en Palacio se dio en un contexto en donde la censura cultural ya es la marca registrada de su Gobierno. No se trata de política o de ideología. No, el asunto es más básico: si no estás conmigo, chau. Todo se sabe.