Hacienda Sojo, una joya de la arquitectura piurana en riesgo
Carlos José Checa Leigh, director ejecutivo de la Asociación Cultural Sojo, invoca al Gobierno Regional de Piura, Mincul y Gobiernos locales de Sullana y del distrito Miguel de Checa a salvaguardar esta histórica estructura.
Sobre una colina, en el distrito Miguel Checa, Sullana, Piura, se erige una de las más bellas joyas arquitectónicas que tiene el norte de nuestro país: la casa de la antigua hacienda Sojo. Esta reliquia monumental puede venirse abajo en cualquier momento, no solo por la incuria del tiempo —el fenómeno de El Niño y los frecuentes sismos—, sino, sobre todo, por la indiferencia e incumplimiento de la ley por parte de las autoridades políticas y culturales de la región y del Gobierno central, como el Ministerio de Cultura.
La Asociación Cultural Sojo durante décadas ha hecho los esfuerzos posibles para preservarla y mantenerla en pie. Pero la tarea no es nada fácil, más cuando no se cuenta con los recursos necesarios ni con el apoyo del Gobierno Regional de Piura (GORE Piura), el Mincul y las autoridades locales de Sullana y del distrito Miguel Checa. Precisamente, Carlos J. Checa Leigh, director ejecutivo de la Asociación Cultural Sojo, llama la atención del GORE Piura, a fin de que asuma el rol legal que le corresponde, más todavía cuando el presidente regional, Luis Neyra León, se comprometió el año pasado a brindarles esa ayuda.
“Algunos funcionarios del Gobierno Regional de Piura brindan una asesoría nefasta para la cultura de Piura. La casa Sojo está en peligro inminente de colapso. En junio del año pasado, ni bien se votó en el Congreso la Ley 31824, que declara de interés nacional la conservación y puesta en valor de la casa Sojo, el gobernador regional, de una manera generosa y con gran voluntad política, se acercó a la asociación y nos dijo: ‘Los voy a ayudar’. Pero hasta ahora, en razón de idas y venidas funcionariales en el GORE Piura, la situación ha devenido más en maltrato que en ayuda”, denuncia Carlos J. Checa Leigh.
PUEDES VER: ¡Regresa Selvámonos!
Hasta el cierre de edición, La República buscó comunicarse con el presidente regional Luis Neyra León sin éxito.
Joya en el tablazo
La casa antigua de la hacienda Sojo fue construida entre los años 1906 y 1910, por encargo del matrimonio Miguel Checa y Checa y doña Victoria Eguiguren Escudero, a quienes, según investigación del arquitecto José Niño Villegas, el río Chira les había destruido su casa en Macacará. Por ello, pidieron al arquitecto Julio Ginocchio Alburquerque, natural de Paita, que construya su nueva casa en Sojo. Ginocchio Alburquerque había regresado de estudiar en Italia, donde se había interesado por los trabajos y diseños del célebre arquitecto veneciano Andrea Palladio (1508-1580), de allí que esta joya arquitectónica, en pleno tablazo sojeño, guarda mucho del estilo palladiano.
En su edificación se utilizaron materiales y técnicas no tradicionales. Por un lado, ladrillos, vigas de acero, columnas de madera y, por otro, quincha de algarrobo, caña Guayaquil y muros de adobe. El declive de la casa empezó cuando fue afectada por la reforma agraria en 1968. A pesar de ello, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1974. El inmueble fue entregado a la Cooperativa Agraria de Trabajo Miraflores, la misma que, en 1985, acordó devolverla a Miguel Checa Solari, quien declaró que sea usada en beneficio de la colectividad como un foro abierto a la cultura e investigación. Desde el año 2007, la Asociación Cultural Sojo asumió la responsabilidad legal de velar por ella y ponerla en valor y convertirla en un espacio cultural.
Estructura. Doble escalera interior de la casona. Foto: difusión.
Las amenazas contra esta estructura, además de la indiferencia de las autoridades, son los efectos del fenómeno de El Niño y los sismos. Checa Leigh recuerda que han pasado los duros embates de El Niño del 2017 y 2018, así como los terremotos del 30 de julio del 2021 y 10 de octubre del 2022. Y ahora, este año, la casa sigue expuesta a esos peligros.
PUEDES VER: Fallece la escritora Julia Wong Kcomt
Según Carlos Checa, en un foro organizado en el Congreso de la República, Luis Neyra León manifestó que se iba a preocupar de salvaguardar la casa a través de una obra de emergencia y que incluso se contaría con la cooperación de Prolima, que tiene especialistas en recuperación de inmuebles históricos. Y que se llevaría adelante un convenio entre GORE Piura y la Asociación Cultural Sojo para apuntalar y colocar mallas impermeables. Pero no se ha cumplido nada de eso, según Checa, “por inoperancia, dilaciones y mil obstáculos que los funcionarios del GORE Piura ponen en el camino, lo que retarda el cumplimiento de la palabra dada y la buena voluntad del gobernador de Piura”.
“El convenio propuesto por GORE Piura sigue demorando. Yo ya veo que hay una maldad de por medio. Nos piden cien años de uso de la casa, ni siquiera de uso compartido. Los funcionarios delegados por el presidente regional para este fin no tienen ni la más pálida idea de lo que es gestión de patrimonio cultural. Mire a Piura, no hay patrimonio cultural prehispánico ni republicano, ¿entonces a quién vamos a entregar la casa? No el gobernador, pero seguro los subalternos están esperando que la casa se caiga”, enfatiza Carlos J. Checa.
—¿El gobernador sabe del pedido de uso de la casa por cien años?
—Buenísima pregunta. Yo creo que no lo sabe, pero sobre esto debería estar informado por su secretario general del GORE Piura, los asesores y los especialistas, que no ven bien a la asociación. No hay la capacidad y menos la buena voluntad, no del gobernador, sino de estos señores.
—Si no es para espacio cultural, ¿qué quieren hacer de la casa?
—No tienen ningún planteamiento. No se vaya a reír, hay un funcionario del GORE que dice que la casa Sojo debe ser un lugar donde se sirva vino a los visitantes, como ocurrió con Concha y Toro en Chile. Esa es la visión de quienes están a cargo del proyecto de la casa Sojo.
PUEDES VER: La revista PUENTE 72 ya está disponible
Historia. La casona fue afectada por la Reforma Agraria en 1968. Foto: difusión.
La República se comunicó con Juan Pablo El Sous Zavala, arquitecto de Prolima, quien, efectivamente, confirmó su voluntad de cooperación.
“Hasta donde tengo entendido, se estaba manejando un convenio. Yo recuerdo haberme reunido en algún momento para ver ese tema, pues la parte técnica de apoyo estaba supeditada a la firma de ese convenio. Nuestro trabajo principal es en el centro histórico de Lima y solo podríamos participar fuera de nuestra jurisdicción a través de un convenio”, señala El Sous Zavala.
La preocupación por la casa es compartida. La arqueóloga Ruth Shady, directora de Caral, el pasado 16 de enero le dirigió una carta al gobernador Luis Neyra León, en donde le dice: “Me permito sugerirle, muy respetuosamente, la ejecución de las acciones de restauración, protección, conservación, promoción y puesta en valor de la Casa Sojo, de acuerdo con la legislación aplicable”.
PUEDES VER: La nueva novela de Murakami llega al Perú
Para Carlos Checa el convenio GORE Piura es posible. El 2010 firmaron un convenio con el entonces gobernador César Trelles Lara para un apuntalamiento de urgencia y gracias a ello la casa está en pie.
“Fue una donación sin nada a cambio. Y eso lo saben, pues está en el expediente. Pero ahora ellos quieren cambiar todo cuando hay una ley de por medio que declara de interés nacional la conservación y puesta en valor de la Casa Sojo”, finaliza Carlos J. Checa.
Tarea pendiente
Se acaba de instalar una mesa técnica de trabajo a fin de planificar y ejecutar acciones para cumplir con la Ley 31824.
1906 fue el año en que empezó a construirse la casa hacienda. Fue concebida por el arquitecto Julio Ginocchio.