Cultural

Theodor Cron: Suiza en Perú

Arquitectura. El libro Th. Cron rescata la vida y obra de un arquitecto esencial para entender la disciplina en la historia de nuestra capital.

Retrato. Cron en el último período de su vida, cuando vivió en Riehen con su hermana. Foto: difusión
Retrato. Cron en el último período de su vida, cuando vivió en Riehen con su hermana. Foto: difusión

El libro Th. Cron, editado por Irene Arce y Johann Schweig, es estupendo en el aspecto en el que se contemple. No solo es el archivo más grande reunido acerca del arquitecto suizo Theodor Cron, sino que permite al lector entender la relación que tiene la historia de un movimiento arquitectónico con el desarrollo de una ciudad o un país. La minuciosidad con la que se han recopilado la información y el archivo responde a los esfuerzos de diferentes personas y grupos concentrados en este proyecto a lo largo de diez años. El resultado es un libro hermoso, completo y accesible, que nos acerca a la obra, vida e ideas de un arquitecto que apostó por nuestro país y por su cultura —tanto antigua como moderna— como un espacio con una enorme potencialidad para desarrollar una arquitectura diferente.

1952. Edificio de la Compañía de Seguros Peruano-Suiza. Foto: difusión

1952. Edificio de la Compañía de Seguros Peruano-Suiza. Foto: difusión

Entre las páginas que componen la sección del libro dedicada a la vida del arquitecto, podemos encontrar un primer segmento escrito por Markus Breitschmid en el que conoceremos la etapa de formación del arquitecto en Basilea y su vínculo con muchos de los grandes arquitectos modernos europeos. Eso permitirá al lector común entender la importancia que tuvo una institución como la Escuela Politécnica Federal de Zúrich en el desarrollo de una arquitectura que no se limitase solo a diseñar (entiéndase dar forma), sino que proyecte un criterio estético, filosófico y político. El libro incluye el único ensayo que se conoce de Cron, Habitaciones italianas, en el cual el arquitecto reflexiona sobre los espacios interiores de las construcciones del sur de Italia comparándolas con Suiza. La prosa es exquisita y permite que quien no es del rubro se acerque y aprecie cuestiones de la arquitectura que creo nos abrazan a todos, como la luz, la textura y el orden. Dice Cron sobre estos espacios como tesis general que “su belleza reside menos en las buenas proporciones de los espacios (…) que en el increíble y encantador juego entre material y luz”. Toda habitación espaciosa permite una sensorialidad y una libertad compositiva que no existen en el espacio pequeño perfectamente ordenado. Cron habla de la facilidad de convertir en bodegón cualquier desorden que tienen estos espacios del sur, que jamás tendría una habitación suiza. Resulta muy interesante lo que dice y más cuando se traslada a la obra del arquitecto realizada en el Perú, país en donde no abunda el orden racional, pero nos hemos ido alejando del espacio amplio que antes existió.

1949. Edificio sobre la calle Roma. Foto: difusión

1949. Edificio sobre la calle Roma. Foto: difusión

La etapa comprendida entre 1948 y 1960 no solo desarrolla la vida del suizo en Perú, sino que demuestra su interés por las culturas prehispánicas y por la cultura colonial. Además, nos da un recorrido por la actividad cultural, intelectual y política de la Lima de mediados del siglo pasado. No solo eso, sino que también explica la presencia de una comunidad suiza en el Perú y los aportes que esta realizó con su migración a nuestro territorio. En ese sentido, la vida de un arquitecto tan completo como Theodor Cron compete no solo a quienes se interesen por sus edificios, sino a los que sientan curiosidad por la historia privada, pública y cultural de nuestra capital. No se trata solo de un libro de arquitectura hecho con gran cuidado y buen gusto, sino de un documento histórico que enriquece muchísimo las limitadas fuentes con las que contamos cuando de historia privada se trata. Lo atractivo del libro lo hace, además, de fácil acceso, pues rápidamente las fotografías, los dibujos y demás documentos llamarán la atención de quien se asome entre las páginas del libro como un simple curioso.