'Fieras', relatos de Mariangela Ugarelli: la disputa por la supremacía entre el hombre y las bestias

Por décadas, en nuestro país, las historias fantásticas han reclamado un lugar en la punta de la pirámide de los géneros literarios. Echando un vistazo a su difuso pasado, aquellas narraciones extraordinarias eran tildadas por los críticos como especulativas, poco serias y de nula aportación como material reflexivo para entender fenómenos sociales. Autores como Abraham Valdelomar, Clemente Palma, José B. Adolph, Lastenia Larriva de Llona o Yeniva Fernández se rebelaron contra la corona del realismo y sucumbieron a la tentación de rendirle culto, mediante sus plumas, a lo inexplicable, la contracara de la lógica.

Mariangela Ugarelli, licenciada de Literatura Hispánica por la Pontificia Universidad Católica del Perú, se suma con su nuevo libro de cuentos, 'Fieras', a esta corriente de 'weird fiction' —lo insólito, el merodeo de lo sobrenatural—, que cada vez se vuelve más popular entre los escritores sudamericanos.

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Inspirada en el libro '¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos?', del escritor argentino Michel Nieva, Mariangela Ugarelli pensó en cómo reemplazar la figura del gaucho —hombre crecido en las llanuras de Argentina, Uruguay y otros países— para peruanizarla. Entonces, llegaron a su mente imágenes de chalanes como jueces del apocalipsis, dispuestos a liberar a la ciudad de Ferreñate de los humanos-ave o llamados "quimeras". Así nació 'Chalanización', cuento que nos asedia con cuestionamientos morales, una constante que se repetirá en la lectura de 'Fieras'.

En 'Chalanización', el alcalde del pueblo norteño de Ferreñate, Dospassos, se inquietó por el vaticinio de la mujer-ave, pitonisa de esta ambientación 'weird'. Ella decía que la ruina de la localidad se desencadenaría con el arribo de los chalanes peruanos. El burgomaestre, cuyos pies se habían transformado en cascos de caballo, había prohibido las peleas de gallos en la festividad diaria; sin embargo, las quimeras sí podían batirse a duelo, aunque voluntariamente. Estas quimeras se constituyen de humanos con patas de pollo, maldición que separa a la localidad del resto del Perú. Sus características distintivas recuerdan los juicios sociales hacia los que cultivan otras tradiciones.

Casi al final de esta creación literaria, el chalán que aniquila a Dospassos en su establo se pregunta: "¿Por qué la gente normal, la gente de bien, tiene que cohabitar con monstruos? (...) ¿Cómo habían permitido que un animal los gobernara por tanto tiempo?". Siempre el lector tiene la última palabra: ¿son los chalanes los libertadores del instinto animal o solo criminales movidos por su odio hacia lo diferente? Y esta paradoja solo será el rito de iniciación para adentrarnos en esta selva tupida y ensombrecida que se formula.

Otro flechazo que cuestiona los claroscuros del comportamiento humano se dispara en 'Carne', tal vez la pieza más perturbadora, que le da pie a múltiples perspectivas narrativas, integradas como ingredientes en una caldera. Aquí, Ugarelli hace gala de su pericia para ir colocando mensajes implícitos y expandiendo ese virus de incomodidad que pululará en este libro.

A grandes rasgos, 'Carne' versa sobre Balthazar, hijo de una familia dueña de un establo. Su padre toma medidas cuestionables para ejercer dominio sobre los animales cuyo paradero final será la carnicería. La madre de Balthazar contó las experiencias que vivió al lado de su esposo en un diario, pero lo más escalofriante se describiría cuando ella testifica las aberraciones que él cometía:

Poco antes de la demolición del galpón, la carnicería y el establo, Balthazar escucha mugidos lastimeros: una cabeza de ganado había sobrevivido. Decide no intervenir en su muerte inminente y le ronda la culpa. ¿El hijo heredero se vuelve cómplice al no socorrer a la criatura? ¿El verdadero animal era su padre? Ugarelli apunta a que nos pongamos en el lugar de los vulnerables.

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Las venganzas siniestras

En 'Fieras', Ugarelli Risi reivindica a los animales como emblemas de la vida en la Tierra. Etimológicamente, la palabra 'animal' proviene del latín y significa 'que tiene alma, aire y aliento'; por lo tanto, poseen un armazón espiritual tantas veces ignorado.

Las escenas finales escritas en los cuentos 'La caja de arena', 'Fábula del zorro y del hombre' y 'El loro gris' bien podrían pertenecer a una edición cinematográfica, por la fineza en los detalles. Para los que vieron la película 'Nope' (Jordan Peele, 2022), las escenas brutales del mono Gordy serían como el preámbulo a las venganzas del 'weird fiction' de Mariangela Ugarelli. El simio se estresa en el set de grabación de un sitcom de TV y se empecina en asesinar a todo aquel que ose mirarlo a los ojos.

Los animales elegidos por Ugarelli para representar la venganza de las especies, al igual que Gordy, adquieren conciencia inteligente y se rebelan contra sus verdugos, cansados de la esclavitud, hartos de comportamientos caprichosos y mundanos.

'En la caja de arena', acompañaremos la travesía de una joven que ha quedado encontrarse con alguien para un 'pase' de droga. Entra a una casa abandonada que esconde secretos: la guarida de unos gatos del parque Kennedy, un puente dimensional en el que los seres humanos sufrirán las mismas atrocidades que ellos les infligen. Por su parte, 'Fábula del zorro y del hombre' trata sobre un animal disecado que se introduce en la psique de un cazador soberbio. En 'El loro gris', una pequeña ave remedona y estrella de TikTok se asumirá como libertadora al abrir las jaulas de sus compañeras y esperará el momento oportuno para dejarle una lección a su dueña.

Pero no solo los animales reclamarán los reflectores en 'Fieras'. El rol de la naturaleza como mediadora entre los seres andantes que habitan el planeta no será puesto de lado. El final poético de 'Flora' sugiere la conexión del hombre en su estado animal con las raíces del esplendoroso verdor que lo rodea.

Mariangela Ugarelli Risi ha compuesto una unidad de cuestionamientos morales con el sello de Hipatia. Literatura peruana recomendada para aquellos que se reten a interpretar los códigos de cada relato. Si después de leer 'Fieras' sigues sin exaltarte cuando ves a gatos, loros o zorros, entonces los cuentos fallaron y no te han herido lo suficiente.