Cultural

Lambayeque: templo megalítico y 21 entierros son hallados en Oyotún

Vestigios. Arqueólogos encuentran en huaca El Toro templo de piedra de 3 mil años de antigüedad que servía de ofrenda al agua, además de contextos funerarios de la cultura Chimú-Inca con cerámicos y ofrendas.

Cultura. La entrada al templo megalítico presenta una escalera hecha a base de piedra, que lleva al contexto funerario.
Cultura. La entrada al templo megalítico presenta una escalera hecha a base de piedra, que lleva al contexto funerario.

Un templo megalítico de 3 mil años de antigüedad es el primer hallazgo de grandes bloques de piedra en la región Lambayeque como resultado de la investigación arqueológica en la huaca El Toro, ubicada en el distrito de Oyotún. Este recinto también alberga parte de un cementerio de la cultura Chimú – Inca.

Descubrimiento

A casi dos horas de Chiclayo, en huaca El Toro un grupo de arqueólogos ha encontrado 20 entierros de la época Chimú-Inca y uno perteneciente al período formativo (1500 A. C. - 600 D. C.), los cuales se caracterizan por tener entre dos a tres vasijas y otros valiosos objetos de metal. Sin embargo, resulta también valioso el templo único de piedra.

“Los entierros son una recuperación del monumento. Es decir, los entierros no son el objetivo por el cual se construyó este templo único. Lo importante es identificar la construcción antigua y recuperar las tumbas de la época Chimú. Los entierros se produjeron cuando el monumento estaba abandonado”, explicó el arqueólogo Walter Alva.

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Alva señaló que este templo de piedras grandes (40 metros de ancho y 56 metros de largo) está ubicado en lo que se llama el Tinkuy, es decir, la unión de dos ríos que eran espacios sagrados en las culturas antiguas.

“El Tinkuy es la unión del río Nanchoc con el Udima para formar el río Zaña. Este es un templo que ha servido de ofrenda al agua, debido a que en la parte delantera de su estructura se ha encontrado un altar con hoyos, que son los típicos altares de agua que hay en otros lugares. Y porque está en la naciente de los ríos del valle de Zaña”, afirmó.

La temporada de investigación que duró más de 45 días porque no se cuenta con muchos recursos financieros ha permitido concluir que el hallazgo cultural pertenece a la época de los primeros años de la civilización de esta región del Perú.

Una de las interrogantes en torno a este descubrimiento son las grandes piedras que se movieron para que sean asentados en los alrededores del templo único, así como los contextos funerarios que se encontraban rodeados de vasijas polícromas, cerámica y metales sofisticados.

“Las osamentas que estaban en los entierros serán parte de un proceso de investigación y conservación. Aún no se puede determinar el sexo de los restos humanos. Sin embargo, podemos decir que nos son personajes de élite de la época Chimú - Inca”, detalló.