El 25% de hogares peruanos tiene agua contaminada con bacteria E. coli, según estudio
La bacteria E. coli, causante de severas infecciones gastrointenstinales, podría ser solo uno de muchos agentes patógenos que no fueron buscados en el estudio.
Un estudio realizado por investigadores peruanos estimó que el 25% de los hogares del país cuentan con agua contaminada con la bacteria Escherichia coli (E. coli). Esto representa un problema de salud pública, ya que el consumo de agua contaminada con heces (la presencia de este patógeno es un indicador de ello) puede ocasionar enfermedades como el cólera, diarrea, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea y poliomielitis, así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La Escherichia coli es un patógeno muy común en enfermedades diarreicas. Tanto en el Perú como en otros países latinoamericanos, la prevalencia de diarrea es muy alta, siendo un problema de salud pública persistente y, además, debemos considerar que el agua para consumo humano en países de bajos y medianos ingresos en Latinoamérica tiene un acceso limitado y muchas veces es de baja calidad", señala el Dr. Juan Rodrigo Vargas Fernández, investigador de la Universidad Científica del Sur y líder del estudio.
El estudio fue publicado en la revista de la American Society of Tropical Medicine and Hygiene (Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene).
¿Cómo se realizó la investigación?
El análisis del agua contaminada se puede llevar a cabo con base en parámetros físicos, químicos y microbiológicos. “Nosotros nos basamos netamente en el aspecto microbiológico para medir el componente de calidad de agua. En este caso, el componente microbiológico está basado en la determinación de Escherichia coli, una bacteria gram negativa, muy prevalente en enfermedades diarreicas”, explica Vargas Fernández.
Para el estudio, los investigadores realizaron un análisis secundario de la Encuesta de Vigilancia Alimentaria y Nutricional por etapas de vida (Vianev) del 2017–2018. Se incluyó un total de 886 registros de muestras de agua procedentes de los hogares de los sujetos participantes. Los suministros de agua considerados abarcan baldes u otros recipientes para depositar agua y directamente del caño.
“La encuesta empleada fue desarrollada por el Instituto Nacional de Salud. Dentro de ella se recolectó información acerca de la calidad del agua en diferentes regiones del Perú y hogares, del área urbana y rural. Se trata de una encuesta representativa de la población peruana, teniendo en cuenta la diversidad que caracteriza al Perú”, precisa el Dr. Akram Hernández, investigador de la Universidad San Ignacio de Loyola y miembro del equipo.
“La información recolectada de la encuesta está alineada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, relacionado con el agua limpia y saneamiento. En el estudio analizamos la calidad del agua en cuanto a la dotación de cloro que contenía. Los resultados de la Encuesta también consideran muestras de agua que fueron analizadas por el mismo Instituto Nacional de Salud para identificar el crecimiento de alguna bacteria”, añade el también magíster en Gestión y Políticas Públicas.
Para fines de medición de la contaminación, se consideró que un suministro estaba contaminado cuando había al menos 1 unidad formadora de colonias de E. coli en 100 ml de agua para consumo humano. Se halló que el 25,2% de las fuentes domiciliarias de agua para consumo humano presentaba E. coli al momento del muestreo.
¿Cómo se contamina el agua con E.coli?
Es necesario precisar que la E. coli es una bacteria que forma parte natural del organismo de las personas. “Esta bacteria normalmente se encuentra dentro de la microbiota normal del ser humano y en el aparato gastrointestinal de los animales”, precisa Vargas Fernández.
Respecto a la contaminación del agua, los expertos destacan que un mal manejo puede ser el punto de partida para su desencadenamiento. “Se observa que, por ejemplo, en el Perú, el 19,6% de los hogares no tiene un suministro de agua netamente relacionado con una conexión pública, sino que ellos la almacenan de una manera inadecuada a través de baldes, camiones cisterna y otros suministros. En muchos casos, recolectan el agua de ríos y lagos, que no necesariamente tienen un nivel adecuado de calidad del agua”, advierte el experto.
“Es así como este recurso natural se ve contaminado por heces, ya sean de animales domésticos o que pueden tener contacto con el agua. Posteriormente, un mal lavado de manos para manipular este recurso puede ser también perjudicial”, señala.