Cada nuevo año, las personas depositan nuevas esperanzas para los próximos 12 meses, con el objetivo de mejorar y no cometer errores. Todos son libres de soñar por sus metas en este 2022, excepto las industrias gamer en China, las cuales se vuelven a ver frustradas debido a la congelación de licencias de videojuegos que ahora se extiende hasta 2023.
La Administración Nacional de Prensa y Publicaciones (NPPA), que está a cargo de todo este tema, no ha compartido una lista de nuevos juegos aprobados desde finales de julio, lo que crea más incertidumbre sobre el desarrollo de próximos títulos en el país asiático. El actual lapso de suspensión es el más largo en la historia de China desde la pausa de nueve meses efectuada en el año 2018.
Como principal consecuencia, miles de pequeños estudios y empresas relacionadas al ámbito gaming, incluidas las que se dedican a la comercialización, la publicidad y las publicaciones, han tenido que cerrar durante los últimos meses. Pues, según un informe del periódico estatal Securities Daily, son aproximadamente 140.000 negocios que han sido eliminados desde mitad del año pasado.
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Si bien son demasiadas compañías las que han caído en bancarrota, hay algunas que se sostienen con su inmensa riqueza y recurren a las inversiones y trabajos en el extranjero; por ejemplo, NetEase y Tencent están cooperando en un proyecto junto con el estudio de Alan Wake, Remedy, para distribuir su nuevo shooter cooperativo en el bloque asiático.