Cuentan que el cañazo del Complejo Agroindustrial Durand es tan noble que su ingesta no genera ningún malestar posterior. Como hay que probar para creer, visitamos este famoso trapiche de la provincia de Satipo.,Gunther Félix / Revista Rumbos Los pobladores de la provincia de Satipo (Junín), afirman que existe un trago capaz de marearnos hasta el punto de hacernos confesar los más íntimos secretos, pero que, al mismo tiempo, no deja rastros de resaca ni de ningún otro malestar. Esa poderosa y milagrosa bebida es el aguardiente (destilado de caña de azúcar) de la hacienda Casa Blanca. PUEDES VER: Satipo: la ruta cítrica del camu camu Luis Durand Pánez y sus derivados de caña. Foto: Wendy Rojas Para llegar desde Satipo a esta finca de 33 hectáreas, se debe seguir la ruta que conduce al distrito de Llaylla. Ya en el camino se observan las 28 hectáreas de plantaciones de caña de azúcar e, incluso, el trapiche de la hacienda. Es ahí donde se procesa esa planta de tallo leñoso. El fundo es el corazón productivo del Complejo Agroindustrial Durand, donde el propietario Luis Durand Pánez, de 60 años, y su familia, se dedican a la producción de diversos derivados de la caña, como tragos y miel. Un negocio mantenido por tres generaciones. Precursores de la caña “Mi bisabuelo comenzó con el destilado del aguardiente en 1909. Él fue Augusto Hilser Leg, uno de los fundadores de Satipo”, cuenta Luis Durand, quien se jacta de ser descendiente de uno de los colonos alemanes que llegaron a la Selva Central. Si bien a nivel mundial existen miles de variedades de caña de azúcar, en el complejo solo se cultivan dos especies: la chicama, una caña norteña dulce y precoz, que madura en un año; mientras que la otra, llamada POJ 27-14, tarda 18 meses. Fundo Casa Blanca Foto: Wendy Rojas Una vez madura se cosecha y se extrae el jugo mediante un trapiche que funciona con un motor eléctrico. Luego del proceso de destilado se obtiene el famoso ‘cañazo’, la base de todos los tragos exóticos que se preparan con los frutos, cortezas y raíces amazónicas. Tragos y miel Los amantes de la coctelería no pueden dejar de degustar el macerado oso pardo. Hablamos de un producto elaborado con miel de caña, polen y chuchuhuasi. Desde hace dos años es el favorito de los visitantes, aunque la bebida de bandera de la finca es el lobo blanco. “Estas bebida la pueden tomar con absoluta confianza. Los puede marear y llevar hasta el desmayo, pero, al despertar, no sentirán ningún tipo de malestar”, asevera el propietario del fundo. Tal es su poder que en una ocasión -revela Luis Durand- el gobernador regional de Junín llegó a su hacienda muy enfermo y sin parar de estornudar, pero ni bien se tomó un 'osito pardo' se recuperó. Cosas que pasan. “Muchas personas consumen el oso pardo porque es una buena bebida para los bronquios y las vías respiratorias”, nos habla ahora sobre los beneficios del macerado. Bueno, habrá que probarlo por la salud y a la salud de las tres generaciones de la hacienda Casa Blanca. Después les cuento si tuve o no resaca. Trapiche de la hacienda Casa Blanca. Foto: Wendy Rojas Los datos En Casa Blanca se destilan 500 litros diarios de cañazo. El cañazo se comercializa en Satipo y en la provincia de Chanchamayo. El complejo produce la caña de manera orgánica, razón por la cual participará en la Feria Expovraem de La Molina que se realizará en mayo.