Son miles los usuarios que cierran las aplicaciones en segundo plano porque creen que es una práctica que optimizará el rendimiento de sus teléfonos. No obstante, es un concepto erróneo que ha prevalecido hasta la fecha, a pesar de los esfuerzos de Apple y Google por desmentirlo. Por ese motivo, en esta nota te contaremos por qué ya no es necesario que descartes dichas apps y en qué escenarios sí sería conveniente hacerlo.
Perder el rendimiento del teléfono por tener varias aplicaciones abiertas era un problema que muchos atravesaban en los inicios de los sistemas operativos móviles. No obstante, es un aspecto que se atendió a tiempo y, actualmente, con las capacidades que ofrecen los smartphones modernos, ya no es necesario cerrar las apps. De hecho, podrías perjudicar la integridad del equipo Android o iOS y no darte cuenta.
Es una idea asociada al funcionamiento de las computadoras, en las cuales uno cierra programas que no usa para priorizar el desempeño del hardware en otros servicios que demanden más recursos.
PUEDES VER: ¿Fan de Dragon Ball? Así podrás tener el sermón de Piccolo a Goten y Trunks como tono de alarma
Lo cierto es que, debido al diseño del sistema operativo, los smartphones tienen la capacidad de mantener apps abiertas en segundo plano y cerrarlas de forma automática si entiende que debe destinar más recursos a otras herramientas.
De hecho, conservar los servicios operativos permite que se ejecuten más rápido. Además, si los cierras y abres constantemente, ocasionarás que la CPU y la batería se desgasten, porque deben reiniciar sus actividades con cada proceso que emprendes.
Si te preocupa el consumo de datos móviles en segundo plano, que suele ser mínimo o nulo, puedes inhabilitar su uso a través de la gestión de permisos de cada app.
PUEDES VER: WhatsApp: ¿cómo publicar un estado e incluir tu canción favorita sin instalar apps extrañas?
Finalmente, solo sería recomendable cerrar una app en segundo plano si la misma no funciona como debería: se cuelga o arroja errores de sistema.