Ambulantes de Mesa Redonda temen que reubicación al expenal San Jorge repita el fracaso de La Huerta Encontrada de López Aliaga

A pocas semanas del inicio de la temporada navideña, la incertidumbre vuelve a apoderarse de miles de comerciantes ambulantes de Mesa Redonda. Esta vez, el temor no surge por la inseguridad ciudadana, sino de una reubicación mal planificada al expenal San Jorge, una propuesta promovida por la Municipalidad de Lima bajo la gestión del alcalde Renzo Reggiardo.

Desde la comuna limeña se argumenta que la medida busca ordenar las calles del Centro Histórico y evitar accidentes, especialmente durante diciembre, cuando el número de visitantes y compradores aumenta. Sin embargo, entre los comerciantes, la sensación generalizada es que esta es una nueva acción apresurada, sin planificación ni diálogo, que podría terminar perjudicando a quienes dependen de las pocas ganancias que generan durante el día.

El plan contempla trasladar a más de 4.000 vendedores al antiguo penal ubicado entre las avenidas Nicolás de Piérola, Montevideo y Ayacucho. Pero el terreno, cerrado desde 2010, se encuentra bajo custodia del Poder Judicial, lo que significa que su uso depende de una decisión judicial que, hasta la fecha, no ha sido emitida. En otras palabras, no hay autorización formal ni un cronograma claro, y mucho menos certezas para quienes viven del comercio ambulatorio.

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Ambulantes preocupados por traslado

Durante un recorrido realizado por La República, la constante fue la misma que años atrás: comerciantes que no fueron informados, que no conocen los detalles del plan, y que temen volver a ser desplazados a zonas donde no puedan vender, como ya ocurrió con proyectos pasados.

“No sabemos nada. Nadie nos ha explicado si vamos o no. Si esto es como la vez pasada, todo va a salir mal otra vez”, comenta Franco Sánchez, quien vende juguetes en los alrededores de jirón Ayacucho.

El antecedente más inmediato —y aún doloroso para muchos— es el fallido campo ferial La Huerta Encontrada, presentado en 2023 por el entonces alcalde Rafael López Aliaga como la "gran solución" al caos urbano generado por el comercio informal.

Lucía Ramos, vendedora de adornos navideños, lo recuerda con molestia. “Nos alejaron de los clientes, no vendimos nada, y al final todos tuvimos que volver. Fue una pérdida total. Ahora pasa lo mismo: no hay padrón, no hay información, solo anuncios en medios”, afirma.

Otros comerciantes como Luisa Calderón y Rolando Rojas perciben la reubicación no como un plan de inclusión, sino como una estrategia de “limpieza visual”. “Nos quieren desaparecer del Centro para que la ciudad se vea ordenada en Navidad, pero lo hacen sin darnos una alternativa real. Así no funciona”, señala Rojas.

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El "elefante blanco" que nadie quiere recordar

Las dudas y el rechazo entre los comerciantes no es gratuito. En junio de 2023, la gestión de López Aliaga inauguró La Huerta Encontrada, un campo ferial instalado en el jirón Amazonas que debía recibir a 1.500 ambulantes previamente empadronados. La propuesta fue presentada con entusiasmo, se promocionó como un modelo de formalización, y fue lanzada con presencia mediática.

Sin embargo, en menos de un año, el proyecto colapsó. No hubo compradores, no hubo infraestructura adecuada y, según los testimonios, tampoco seguridad ni servicios básicos. Comerciantes como Linney Gamarra y Jenny Araña, que inicialmente confiaron en la propuesta, terminaron abandonando el espacio en cuestión de días.

“Estábamos desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche, sin vender nada. No había ni para el pasaje. Fue indignante. Nos dejaron a nuestra suerte”, relata Gamarra, hoy nuevamente en las calles de Abancay.

La experiencia también afectó a colectivos vulnerables. Integrantes de la organización Unitradis, que representa a comerciantes con discapacidad, denunciaron que el lugar no tenía rampas, sombra ni accesos seguros. “Pusieron una carpa solo para la foto de la inauguración. Después nos dejaron bajo el sol y la lluvia. Nadie volvió a aparecer”, criticó Augusto Gatica, representante del gremio.

Lo que prometía ser un paso hacia la formalización terminó siendo un proyecto vacío, sin compradores ni sostenibilidad. Actualmente, La Huerta Encontrada es un espacio abandonado, sin vigilancia, y se ha convertido en un ejemplo tangible del fracaso municipal en políticas de ordenamiento comercial.

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Advierten inminente fracaso como La Huerta Encontrada

Para los dirigentes del sector, el intento de trasladar a los comerciantes al expenal San Jorge es una copia reciclada del mismo modelo que ya fracasó. El presidente de la Cámara de Mesa Redonda, Román Nazario, fue tajante: “Esto no es una solución, es un parche. No hay planificación, no hay estudios, no hay condiciones. Y además, el terreno no es de la Municipalidad”.

Nazario también reveló que, durante la administración de López Aliaga, su organización presentó un plan técnico de formalización progresiva, con rutas seguras, ferias rotativas y capacitación para los vendedores. “Lo ignoraron por completo. Todo quedó en papeles, mientras ellos sacaban proyectos sin base para la foto y el titular”, comentó.

Desde el punto de vista legal, el propio traslado al penal también es cuestionable. El predio pertenece al Poder Judicial, no a la comuna. Su uso, entonces, no depende de una decisión municipal, sino de una autorización judicial que aún no ha sido emitida, concuerdan Nazario y Gatica. “Cualquier acción sin ese permiso sería ilegal y, por tanto, inviable”, señalan.

La actual gestión municipal ni los propios comerciantes buscan que se repita la tragedia del 29 de diciembre de 2001, cuando un incendio provocado por la manipulación de pirotécnicos dejó, según el informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), 277 personas fallecidas y 189 desaparecidas en Mesa Redonda.

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Inicio de empadronamiento municipal

La campaña de fin de año representa, para miles de familias, la única oportunidad real de generar ingresos importantes. Muchos comerciantes obtienen en diciembre un aumento porcentual mayor a los ingresos promedios mensuales. Por eso, un traslado de último minuto, sin planificación ni garantías, puede tener consecuencias desastrosas.

Desde la propia comuna, la regidora Roxana Rocha Gallegos informó que se ha realizado un primer empadronamiento de aproximadamente 5.000 comerciantes ambulantes. Aseguró que el traslado podría concretarse en los próximos dos meses, dependiendo de las coordinaciones con el Poder Judicial, el Ministerio de Economía, Vivienda y la Superintendencia de Bienes Nacionales.

“El predio tiene 10.000 metros cuadrados y pronto creemos que será viable usarlo para ubicar a los comerciantes”, explicó Rocha. Sin embargo, muchos vendedores aún desconocen si realmente inició el empadronamiento o a quiénes exactamente fueron seleccionados, a poco de celebrar fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Mientras la municipalidad continúa con las gestiones, los comerciantes piden certezas. La campaña navideña es su oportunidad más importante del año, y temen que una reubicación tardía, mal planificada o sin consenso, termine afectando de forma directa sus ingresos y, en consecuencia, a sus familias.

Reubicar no es formalizar

Hasta el momento, las políticas de las distintas gestiones municipales se han enfocado en desplazar el problema, no en resolverlo. Se cambian de lugar a los ambulantes, pero no se les capacita, no se les garantiza flujo comercial, ni se les integra al sistema formal. Y lo más grave, como lo demuestra La Huerta Encontrada, es que se les reubica en espacios sin condiciones mínimas y sin promoción, condenándolos al fracaso y obligándolos a regresar a las calles.

“Queremos orden, pero no a costa de desaparecer. No más experimentos que solo sirven para mostrar que hacen algo, cuando en realidad solo nos están empujando al abismo”, concluye Jenny Araña, una de las tantas comerciantes que vivió el abandono de la gestión anterior y teme que la historia se repita.

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